La sala del crimen

23 de julio de 2009



Adam Dalgliesh visita por casualidad un pequeño museo dedicado a la vida en la época eduardiana, el Museo Dupayne de Hampstead. En él hay una sala dedicada a crímenes famosos. Su amigo Conrad Ackroyd, cuyo encuentro fortuito ha determinado la visita, le va desgranando alguno de esos crímenes que han quedado impresos en el imaginario colectivo (británico, se sobreentiende). Luego, como en las novelas pasan esas cosa, en ese mismo museo visitado por el policía habrá un crimen que él mismo se encargará de investigar.

(La ilustración no recoge, claro está, el Museo Dupayne de Hampstead, que sólo existe en la imaginación de la autora. Pero sí una sala demasiado recargada en la que es un "crimen" que esté colgado un retrato de Goya -el de la duquesa de Alba con lazo rojo- camuflado casi entre entre el empapelado y el abigarramiento de muebles).

P.D. James, "La sala del crimen". Barcelona, Byblos, 2005.

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