Mantequilla de cacahuete

28 de julio de 2009



Aparte de horrendas hamburguesas con doble de mostaza y pepinillos, y madalenones asesinos, la detective Kinsey Milhone engulle innobles sándwiches de mantequilla de cacahuete. Ni siquiera parece conocer la famosa nocilla (nutella en otras partes del orbe), una mezcla algo más afortunada de grasas y frutos secos que, incluos, ha marcado a toda una generación de literatos españoles...
Porque es de ficción, que si no, invitaba un día a la Milhone a jalarse un mollete de Antequera con tomate y aceite virgen extra, variedad arbequina...Pero cómo le pueden funcionar las neuronas, con lo mal alimentada que está la criatura. Ya: porque es una criatura ficticia. De todas formas,Kinsey quedó huérfana muy pequeña y su tía sólo le enseñó a no llevar sucios los tirantes del sujetador y poco más, no a alimentarse decentemente. Bastante tenía con cargar con una niña en la roulotte.

3 comentarios:

Noemí Pastor dijo...

A mí me gusta que Kinsey sea una destroyer alimentaria, para contrarrestar a tanto detective gourmet y connaissseur y pijadas.

HLO dijo...

Muy buena definición: una destroyer alimentaria. Y tienes razón, tanta alta gastronomía se indigesta (la culpa la tiene Vázquez Montalbán porque, a ver, ¿qué comían los personajes de Ágatha Christie?)

Ricardo Bosque dijo...

Un buen amigo se preguntaba una vez cuánto cobraba un inspector de policía. Y cuánto costaba un vino decentito. Pues eso, a tirar de Don Simon o de las ofertas del Mercadona.