Hay que leer a Mankell con un atlas al lado. Esos topónimos erizados de consonantes tienen su trasunto en lugares reales. Lugares que imaginamos siempre transidos de frío, como este Sveg norteño.
En esta novela el protagonista no es Wallander sino Stefan Lindman, un policía de treinta y siete años al que le acaban de diagnosticar un cáncer. No obstante, seguirá investigando un caso espeluznante. Un jubilado, Herbert Molin, ha sido asesinado de un modo peculiar y atroz a la vez: alguien bailó un macabro tango con el cadáver
(La foto de Sveg es de Jens-Chr Strandos).
Henning Mankell, "El retorno del profesor de baile". Barcelona, Tusquets, 2007.
Sveg
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7 de julio de 2009
Publicado por HLO en 12:13
Etiquetas: Henning Mankell
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1 comentarios:
La novela no está mal, pero es verdad que los personajes son fríos según el tópico. El protagonista es capaz de acostarse con una bella mujer...sin hacer nada.
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