Bellmansgatan

27 de agosto de 2009



Que la ficción tiene un poder superior a la realidad al convertirse en una parcela idestructible de ésta, lo demuestra el hecho de que cientos de turistas se desplacen ya a Estocolmo para ver las calles que aparecen citadas en "Millennium". Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist nunca las han pisado, pero el paciente turista literario rastrea sus pasos en Bellmasgatan, donde vive ya para siempre el periodista-detective y se orienta para hallar el piso de veintiuna habitaciones que compró la hacker-choricilla en Finksgatan.
Pero eso de la superioridad de la ficción ya lo saben en La Mancha y cualquier mesón que se precie acude a la referencia libresca para prestigiar su menú. Y hasta se ha resucitado el famoso plato que aparece al comienzo del Quijote, los "duelos y quebrantos", que ni los más eruditos se ponen de acuerdo en qué demonios eran. Que al parecer eran huevos con tocino frito. Seguro que en algún bar de Estocolmo lo sirven también.

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