Los hijos postizos

24 de agosto de 2009



Abro la novela y me encuentro a Petra Delicado con tres hijos postizos, los hijos de su tercer marido. Yo, que la consideraba una abanderada recalcitrante de la soltería (o la post-soltería, estado que sólo se consigue tras pasar por un matrimonio, con el conocimiento íntimo de lo que éste es),la encuentro a cargo de una niña de seis años, Marina, un viernes por la tarde. Sin embargo, al primer muerto, se deja a la niña sola en el apartamento, hasta que llegue su padre...Pero si el muerto ya estaba bien muerto y un niño nunca se sabe qué estará haciendo en los próximos cinco minutos. Encima, lo que ha desaparecido también es una momia, un beato, fray Asercio de Montcada, que llevaba la tira de años en estado de excelsa beatitud...
¿Para que está el 091, doña Petra, culo de mal asiento, mala madre postiza?

(La fotografía es del monasterio de Yuste, donde el emperador Carlos V se retiró a respirar la auténtica paz de los claustros, aunque para mí que algún día echaría de menos ese hormigueo del poder casi omnímodo que disfrutó...La tranquilidad casa muy mal con la existencia).

Alicia Giménez-Bartlett, "El silencio de los claustros". Barcelona, Destino, 2009.

2 comentarios:

Lucía dijo...

Uy, uy, ya me puedo poner al día con Petra Delicado, ya perdí la cuenta de lo que tengo sin leer, creo que me quedé en las dos primeras...

HLO dijo...

No me está enganchando esta nueva entrega, quizá porque estoy con la escritura de mi propia novela policíaca...