Acantilados

3 de septiembre de 2009



Adam Dalgliesh se traslada a la costa de Norfolk, esta vez por motivos personales. Una tía suya ha muerto y le ha dejado, aparte de una buena cantidad en metálico, un molino de viento. Adam tendrá que decidir qué hace con esa propiedad pero además tendrá que tomar otras decisiones con respecto a la pequeña comunidad en la que acaba de aterrizar.
Un asesino en serie, apodado El silbador, está activo en la zona y nuestro poeta-detective se verá inevitablemente confrontado con él.
El mar del Norte, con sus acantilados,irrumpe en el escenario novelístico; me recuerda la presencia del mar en algunas novelas de Iris Murdoch (ya hablaré de ella en otra ocasión).

P.D. James, "Intrigas y deseos". Barcelona, Ediciones B, 1993

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