Todo Gucci

11 de septiembre de 2009



"Todo Gucci, todo Gucci", decían los vendedores ambulantes del Ponte Scalzi de Venecia. Sí, yo también piqué, como cualquier turista codiciosa, y me hice con un bolso que olía fatal y que tuve que dejar en la terraza una semana para aventar el mal olor. A esos vendedores, a los "vu comprá", dedica Donna Leon esta novela. Porque quienes sean esos hombres de tez oscura poco importa al turista que sólo atiende a retahílas como la que reproduce la escritora: "Gucci, Missoni, Armani, Troussardi(...) Right from factory". Pero detrás de estos hombres anida siempre una historia, con unos niveles de tragedia variables; historia y tragedia íntimas sobre las que pocos se atreven a fabular. Esta vez uno de estos vendedores es asesinado de un tiro en plena calle. Cuando Brunetti, encargado del caso, realiza registro del domicilio de la víctima hallará escondida en él una cantidad ingente de piedras preciosas sin tallar.

Donna Leon, "Piedras ensangrentadas". Barcelona, Booket, 2007.

5 comentarios:

Paco dijo...

Fiel reflejo de la Italia de hoy se observa en el final de algunos casos de Brunetti... LA IMPUNIDAD.

Lucía dijo...

Me gusta Brunetti porque es de los pocos detectives que tiene una familia y disfruta de ella. Un hombre que fuera del trabajo parece que tiene una vida digamos que normal.
Un abrazo.

HLO dijo...

Pues a mí la hija de Brunetti me cae fatal; es una consentida de tomo y lomo, que tiene a su papi babeando. Y Paola no me acaba de gustar: ¿por qué guisa tanto? Luego tiene cosas de progre trasnochada.

Saludos, Lucía

Santy Trombone dijo...

Aunque no lo creas nunca he leído nada de Donna Leon, me apetece conocer alguna de sus obras... ¿cual me recomiendas?

HLO dijo...

A mí los títulos que más me gustan son "Muerte en La Fenice" y "Acqua alta", que tienen como protagonistas a Flavia Petrelli, mezzosoprano, y Brett Lynch, arqueóloga norteamericana. Pero cualquiera de los títulos está bien, puede gustarte más o menos, pero ahí están esos personajes tan bien caracterizados (Brunetti, la signorina Elettra, Vianello, el vicequestore Patta, Paola y su papá el conde Falier, el suegro de Brunetti -hay un palazzo Falier en Venecia.
La ciudad de Venecia es un personaje más; una Venecia cotidiana y pateada pero que no deja de ser monumental y bellísima, agónica también.