Una biblioteca

12 de septiembre de 2009


Dice Steiner en uno de sus ensayos que una biblioteca formada por libros de bolsillo no es una biblioteca. Literalmente: "Acumular libros de bolsillo no es reunir una biblioteca". Como a mí me gusta anotar los libros y dialogar con los autores (así define Steiner a un intelectual) escribí el siguiente escolio en uno de los márgenes: "Tendrás mucha pasta tú, Steiner". Es verdad que hay ediciones de bolsillo con maquetaciones descuidadas y portadas infames, e incluso la benemérita Alianza Editorial, que tanto ha hecho por la difusión del libro y la consiguiente extensión de la lectura (suponemos) nos castigó durante demasiado tiempo con unas portadas pseudo-dadá de aúpa. Pero ¿quién puede permitirse el lujo de encuadernar en oro y piel sus volúmenes más preciados? ¿Y a santo de qué? Yo soy bibliófila pero moderada. Sí, me gustaría tener un par de incunables y un Beato mozárabe de paso, aunque me parece que no va a poder ser. El dinero que tenga me lo gastaré en libros para leer y no en libros para poseer. Pienso que los libros deben estar al servicio del lector y si el lector no puede pagarse de otro modo cientos de ejemplares, pues vivan los de bolsillo. Claro que luego llegó Alba y dió una lección de buen gusto con sus volúmenes de lomos dorados e ilustraciones historicistas, dejándonos bien claro que por un poco más de lo que vale un volumen de bolsillo se pueden editar libros hermosísimos.
Los que tienen mucha pasta, me temo, no se molestan en crear hermosas bibliotecas, como la de Coimbra (en la ilustración) con libros que aunen fondo y forma. Más bien prefieren dejarse quinientos euros en el alquiler de una cama libanesa con champán y chica encima en una playa mega-fashion. Ni siquiera Steiner ha fundado la Biblioteca Steiner.

George Steiner, "Pasión intacta". Madrid, Siruela, 1997.

6 comentarios:

Lucía dijo...

Eso, eso, qué fácil es criticar desde elevadas posiciones, pero luego no hacen nada para echar un cable a los demás.
La mayoría de los libros de mi humilde biblioteca son de bolsillo y bien orgullosa que estoy de ella.
Además a mi tanto dorado no me va.
¡Qué guapas las ediciones de Alba, eso sí que es un lujo!
Un abrazo.

HLO dijo...

No hay biblioteca humilde: hay libros leídos y amados o libros intactos y desdeñados.

Un abrazo.

Francisco Ortiz dijo...

Siempre he preferido el libro pequeño, manejable, de bolsillo al grande, lujoso o no. No coleccionaría jamás incunables, libros de oro. La vida es portátil o no es vida.

HLO dijo...

Pues yo si coleccionaría. Me gustan los libros de arte y tengo algunos facsímiles de miniaturas (Las Muy Ricas Horas del Duque de Berry), un regalo muy especial. Pero esto es otro tema. La lectura va por otros derroteros. Steiner lo que echaba de menos en ese ensayo era el silencio y el lujo de las clases aristocráticas a finales de la Edad Moderna, de los que podían leer en libros venerables con una unción casi religiosa.

Noemí Pastor dijo...

Este Steiner es un estirado. Y no lo oculta. Le tengo leído por ahí que él no es demócrata, no cree en la igualdad de los humanos. Y a las mujeres les da estopa en su libro sobre la traducción, que ahora no recuerdo el título. En fin.

HLO dijo...

En "Presencias reales" habla de la "primacía" masculina en la creación, y dice que si no será la capacidad de engendrar (de parir, vamos) lo que hace que para las mujeres sea algo secundario la creación artística. (Menuda chorrada). Páginas 231 y siguientes. Publicado en Destino.