Doña Emilia

28 de febrero de 2010

Como hoy es el Día de Andalucía, voy a hablar de una gallega de pro: doña Emilia Pardo Bazán. Sobre su biografía, ella misma escribió que en 1868 -a sus diecisiete añitos- se puso de largo, se casó y... estalló la revolución. La que abriría el Sexenio Revolucionario y el primer experimento republicano en solar español.
Su obra literaria es muy dilatada y siempre se la asocia con la polémica del naturalismo y su introducción en España, y sus grandes novelas "La Madre Naturaleza" y "Los pazos de Ulloa". Pero doña Emilia es mucho más: es un auténtico ciclón en lo personal y en lo literario.
Una de las novelas suyas que más me gusta (tengo las obras completas de la Biblioteca Castro y volúmenes descabalados de una compañía ibero-americana de publicaciones Renacimiento, más otros en Espasa-Calpe, Cátedra, Anaya, Alianza y Castalia) es "Insolación". Aunque sólo sea para contrariar a un malévolo Leopoldo Alas "Clarín" que define la novela como "antipático poema de una jamona atrasada de caricias" (¡pero si eso mismo se podía predicar, a mala leche, de "La Regenta"!).
"Insolación" cuenta la historia amorosa que se desarrolla entre una joven viuda y un hombre mucho más joven que ella. Pero la historia, en vez de estar adobada con el sentimentalismo cursi que se le pedía entonces a una escritora, está narrada desde un inteligente erotismo y una reivindicación más que racional de los derechos amatorios de las mujeres. Para escándalo de su época, la protagonista piensa: "Señor, ¿por qué no han de tener las mujeres derecho para encontrar guapos a los hombres que lo sean, y por qué ha de mirarse mal que lo manifiesten (...) Si no lo decimos, lo pensamos, y no hay nada más peligroso que lo reprimido y oculto, lo que se queda dentro".

(En la ilustración, Emilia Pardo Bazán y silla tapizada).

Emilia Pardo Bazán, "Insolación". Madrid, Espasa-Calpe, 1987 (1889).

1 comentarios:

Noemí Pastor dijo...

Y no viene mal recordar que fue una de las primeras cultivadoras del género negro en España.