Toda la piel del mundo

6 de mayo de 2010



Com una diva de la ópera que es -de la ópera poética, se entiende- Juana Castro tuvo que hacer un bis. Ya nos había deleitado con la fuerza expresiva de poemas memorables (como "Sentir el peso cálido","Hablaba aquella niña con los árboles" o "De la libertad que el cetrero regala a su ave"),con la hermosa dicción de su palabra, con el don de su verbo memorioso. Pero su público, entregado y fiel, quería más. No nos pensábamos mover de nuestro asiento si no nos regalaba otro más, uno más antes del premioso apagar de luces. Y nos brindó "Toda la piel del mundo", un poema en el que un bolso femenino (ese denostado adminículo)se erige en megalópolis,en ex-libris, en río. En río simbólico Que va a dar al mar.

(Juana Castro leyó sus poemas en el Centro Andaluz de las Letras, en Málaga, a cinco del cinco del dos mil diez, siendo presentada por Julio Neira, director de la institución, e Isabel Pérez Montalbán, quien hizo una magnífica semblanza de la autora y su obra).

Juana Castro, "Heredad. Seguido de Cartas de enero". Sevilla, Fundación José Manuel Lara, 2010.

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