El último encuentro

10 de agosto de 2010



Este blog es un poc raro. Me doy cuenta de que apenas he hablado en él de libros o escritores que me han gustado de veras y que me han llegado a marcar como lectora (como escritora, que lo digan los críticos). No he hablado de Alejo Carpentier, ni de Nabokov; de Caballero Bonald o de Bufalino apenas de pasada. Y mis decimonónicos favoritos (Galdós, Pardo Bazán) ahí están en una especie de limbo, como pidiendo perdón por ser y estar. Y sin compartir su mínimo protagonismo con los franceses (Balzac y Flaubert)u otros españoles como Leopoldo Alas, el padre Coloma, Armando Palacio Valdés o Pedro Antonio de Alarcón (que no es sólo una calle repleta de bares).
Y qué decir de los centroeuropeos: ni Thomas Mann, ni Böll, ni Musil, ni Broch, n Márai...
Esto hay que remediarlo. Empiezo por el escritor de lengua húngara Sándor Márai (nacido en Kassa, hoy Eslovaquia,en 1900, y muerto -se suicidó- en Estados Unidos en 1989). De los ocho libros que me he leído de él, el que más me gusta es "El último encuentro", precisamente el únio que poseo en edición de bolsillo. Y mira que me resistía a leerlo, por considerar hasta cierto punto un esnobismo la valoración de todo escritor centroeuropeo como parecía estar ocurriendo en los suplementos literarios y hasta en el boca a boca.
Lo leí y me fascinó. Y le siguieron, "Divorcio en Buda", "La herencia de Eszter", "La amante de Bolzano", "La mujer justa","La extraña", "Confesiones de un burgués" y los "Diarios.1084-1989". Todos publicados por Salamandra.

Sándor Márai, "El último encuentro". Barcelona, Salamandra, 2002.

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