Albóndigas de alce

30 de enero de 2011


Bueno, no está mal, se puede leer. De hecho, ya me la he leído. Con un final un poco violento, para mi gusto pero, en fin, tampoco me gustarían las albóndigas con dos tercios de carne de alce (pág. 324). Lo que veo es que en esta novela. como en otras muchas del género negro, se cuidan los comienzos (para enganchar al lector) y se buscan finales impactantes (para no defraudarlo) pero se descuida el discurso narrativo intermedio. Al no buscarse un notorio efecto estético, tan sólo depende de hallazgos fortuitos o de ocurrencias ingeniosas que el lector no estrictamente interesado en el desenlace se mantenga aferrado a la lectura (si no es pura inercia lectora).
(Por cierto, traductores o correctores, los pezones tienen areolas o aréolas -las dos formas admite la RAE-, no "aureolas" , pág. 215).

(En la ilustración, el famoso hotel de hielo de Kiruna).

Assa Larsson, "Aurora boreal". Barcelona, Seix-Barral, 2010.

1 comentarios:

Interrobang dijo...

Tendré que esperar a tu novela negra..