El espía

19 de mayo de 2011


Ayer se presentó en Málaga la novela del granadino Justo Navarro "El espía". Después de las palabras de bienvenida del también novelista Pablo Aranda, el poeta José Antonio Mesa Toré leyó un texto en el que diseccionó la novela de Navarro (una "lectura amorosa y atenta" en palabras de éste).
Con gran sentido del humor, el novelista granadino declaró haber venido a "venderse", porque es venal (aunque no lo consiguiera del todo, confesaba). Para vender una novela de espías que no es una novela de espías al uso. Por supuesto por voluntad del propio autor, que crea un texto de una belleza implacable, con unos fogonazos como metáforas que describen la realidad visible y la invisible en una-aparentemente- simple estructura gramatical.
También -no podía ser de otro modo- por la naturaleza del protagonista, el poeta Ezra Pound. Un personaje deleznable y
sorprendente a la vez, un fantoche pseudopolítico, un fascista esperpéntico, un propagandista de la peor especie; pero poeta hasta la medula, buen poeta, encima.
El argumento de la novela parte de la hipótesis, jamás demostrada, de que Pound hubiera sido un agente doble, y no sólo el miserable vocero de un Mussolini más miserable aún. Que las furibundas arengas poundianas (tan incendiarias como absurdas) fueran, en realidad, mensajes cifrados. Que sus mensajes radiofónicos no estuvieran, como se declaraban, al servicio del Duce.
La estancia en Pisa de Justo Navarro, en la misma ciudad donde sesenta años antes estivo encarcelado Pound, en un pre-Guantánamo del que salió vivo, fue el detonante de la escritura de esta novela. Una novela escrita por un autor en estado de gracia que ha comulgado con la estética de Pound y que, tras realizar un intenso trabajo de documentación, nos muestra sin prejuicios, sin un ápice de odio, con una piedad sui generis en todo caso, la peripecia de este pecador quizá así redimido. El malvado, el idiota, el poeta Ezra Pound.

La sala del CAL estuvo a rebosar; entre los asistentes, numerosos escritores como Rafael Ballesteros, Isabel Bono, Guillermo Busutil, Antonio Jiménez Millán, Antonio Soler o Alfredo Taján; editores como Carlos Font,; el coordinador de los clubes de lectura del CAL, Antonio Jiménez Guerra; y el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas Julio Neira.

(En la ilustración, la violinista Olga Rudge, amante de Ezra Pound).

Justo Navarro, "El espía". Barcelona, Anagrama, 2011.

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