Errores

15 de mayo de 2011


Si algo dice haber aprendido Chesterton con la lectura de obras del género policíaco, es que el asesino siempre comete un error. Pero el autor comete muchos más...
En esta obra que acaba de publicar la editorial Acantilado, Chesterton reflexiona sobre los límites y las virtualidades del relato policíaco. Como es de esperar, no nos sirve como recetario para escritor en ciernes, pero sí resulta interesantísimo el libro como un conjunto de reflexiones muy personales. Como por ejemplo, la insistencia en la necesidad de que el género eminentemente popular tenga una dignidad, es decir, esté bien construido. "La cualidad específica de estos relatos es estrictamente eso que llamamos ingenio; es necesario que tenga inventiva, estén bien construidos y tengan agudeza", escribe.
Para Chesterton el benemérito personaje que es Sherlock Holmes tiene, en su opinión, un defecto: le resultan indiferentes la filosofía y la poesía.
"Sherlock Holmes habría sido mejor detective si hubiera sido filósofo, si hubiera sido poeta o si hubiera estado enamorado", escribe.
En fin como decía aquel personaje cinematográfico, nadie es perfecto. Ni siquiera los personajes de ficción.

G. K. Chesterton, "Cómo escribir relatos policíacos". Barcelona, Acantilado, 2011.

2 comentarios:

Juan Herrezuelo dijo...

Disiento de Chesterton: filósofo, poeta o enamorado, Holmes no hubiera sido Sherlock, y por tanto quizá no hubiera hoy decenas de visitantes de Londres que siguen buscando el inexistente 221b de Baker Street. Mucho más prácticos resultaron para él sus conocimientos en botánica, geología, química, anatomía y literatura sensacionalista, según listado de Watson.

HLO dijo...

Juan: es que Chesterton se justifica: él ya no puede ser el positivista victoriano que es Doyle; una veta irracionalista lo surca, como a gran parte del siglo XX.