La prueba del ácido

29 de septiembre de 2011

Ayer tuvo lugar al fin  la presentación:. Todo fue como la seda: ni me desmayé ni me caí de los tacones. Fue un encuentro agradabilísimo, entre amigos y amigas. Se habló de literatura y también del mundo del narco.Élmer Mendoza nos ofreció algunas de las claves de esa actividad delictiva, de sus orígenes históricos, tan globalizados, y del papel de los poderes públicos en las zonas afectadas, tan lamentable a veces. Las preguntas del público se dirigieron hacia las condiciones sociales y políticas de México antes que a cuestiones estricatmante literarias.
Yo hablé de los que considero protagonistas de la novela, el Zurdo Mendieta y el lenguaje. Un lenguaje con cierto grado de complejidad, en el que se entreveran jergas locales y hablas propias del submundo del narcotráfico, amén de préstamos del inglés o deliciosos arcaísmos. Todo ello construye un barroco y abigarrado retablo en el que vieven y mueren los personajes de la narración : la teibolera o bailarina del table dance Mayra Cabral, la agente Gris Toledo, y los narcos y los sicarios y hombres de pro (Gandi Olmedo y su hija Patricia, Leo McGiver, Richi Bernal, Kid Yoreme, Samantha Valdés, Lagarde. y su esposa Anita Roy, asesinada).
También hice referencia a esa violencia omnipresente, de la que ya no  sabemos  ya si es el haz o el envés de este mundo, tan íntimamente entrelazada aparece en él. Y al lenguaje como salvación, como forma de hacer inteligible la violencia pero también como forma de enfrentarse a ella. Y de la belleza, por la que merece la pena vivir; la belleza literaria para los escritores. Para el Zurdo Mendieta esa belleza, claro, es la sin par y desdichada Mayra Cabral de Melo.
Las preguntas al autor versaron sobre todo sobre la situación de México, de la guerra declarada por el presidente al narco  y de la situación real en la ciudad de Culiacán (estado de Sinaloa, México), donde nació y trabaja - es catedrático de literatura-  Élmer Mendoza.

(En la fotografía, Élmer Mendoza y una misma; por cierto que bromeé con el autor diciéndole que si él había sido capaz de llamar a su personaje Edgar Mendieta, yo a  mi próxima protagonista la llamaré Emilia Duque). 

Élmer Mendoza, "La prueba del ácido". Barcelona, Tusquets, 2011.
Centro Andaluz de las Letras, Málaga, 28 de septiembre de 2011.

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