Progreso

14 de noviembre de 2011

El libro de Bury, escrito en la década de los 20 de la pasada centuria, conserva todo su valor. Constituye un minucioso estudio sobre la idea de progreso, desde sus precedentes en la Grecia clásica hasta su desarrollo en su nicho ecológico por ecelencia, que es el siglo XVIII. De este siglo, el estudioso británico analiza las nociones de Fontenelle, los enciclopedistas, la visión de la hstoria en Voltaire o Montesquieu, el nihilismo roussoniano o las paradojas de una utopía, la novela "2440" (que transcurre en esa fecha, después de Cristo naturalmente). Posteriormente analiza el devenir de esta idea en el XIX, incluyendo interesantes capítulos sobre Comte o el progreso material en la Gran Bretaña de la Exposición Universal de 1851.
Con todo, lo menos brillante me parece el exordio inicial. No estoy de acuerdo con que la idea de progreso sea una abstracción, una idea de las que "no dependen de la voluntad humana". Como la idea de "destino", por ejemplo; una idea aprobada o rechazada  en función de nuestras creencias, de si la consideramos verdadera o falsa. En cambio, ideas que sí le parece que dependen de la voluntad  humana serían la libertad o la tolerancia y se las aprueba o no si se consideran buenas o malas, no porque se las considere falsas.
Es cierto que la idea de progreso no carece de cierto mesianismo, estando como está pruyectada ineluctablemente hacia el futuro. Pero yo creo que tene la misma virtualidad que el concepto de libertad, tan abstracto que necesita, no sólo un referente lanzado hacia el futuro (las posibles acciones a realizar) como hacia el pasado (lo que está permitido o no permitido hacer). Creo que comparten ese carácter de vectores interpretativos de la realidad sobre los que hay que ir añadiendo concreciones, realidades y propuestas. Sobre todo realidades.

John Bury, "La idea del progreso". Madrid, Alianza, 2009. 




4 comentarios:

Rosalía Navarro dijo...

Hola Herminia, decirte que he comenzado tu novela y estoy enganchada con esa criatura. He pensado una cosa para que me dediques tu libro, a ver que te parece; me dejas un comentario en esta entrada tuya y yo lo copio y pego en mi blog. Por circunstancias no tengo activado los comentarios en mi blog.
Si no es posible no pasa nada.
Aunque a Martina y a mí nos haría mucha ilusión tener pegado en nuestro blog unas palabras tuyas.
Besos wapa.

HLO dijo...

Bueno, pues abajo lo pongo. Ah, ha quedado preciosa la imagen que has tomado de mi libro; muchas gracias por colgarla en tu blog.


"Para Rosalía y Martina, amazonas de la literatura, criaturas más que probables. Bellas por las letras en las que se encarnan y las que destilan. Inolvidables. Con todo mi afecto
Herminia".

HLO dijo...

Rosalía, añade después de "bellas" "también"; no quiero faltar a la verdad.

Rosalía Navarro dijo...

¡Qué bonito Herminia! La foto de tu libro la hice al lado de una figurita rusa que me regaló una compañera de trabajo que es de Moscú.
Besos y gracias.