Joyas deseadas

7 de octubre de 2012

Allí estaba la  joya deseada...la novela de Donna Leon, el miércoles, puntualmente. Junto a ella, como perfecto pendant, otra "joya", la novela de Guelbenzu, J. M -no el del nombre completo, el mercurial y lunar, sino el del género negro con jueza incluida.
Empezó a leerla con avidez. Ah, las joyas del paraíso... no empezaba mal; siguió leyendo...Mas los deseos a veces se vuelven decepción, mayor y más amarga cuanto más agudo ha sido ese deseo...
No en vano en la Antigüedad, a modo de maldición, se le deseaba a una persona que los dioses le concedieran todos sus deseos....


         (Empiezo a sospechar que la joya es quien me regala los libros; gracias, F. Qué haría yo sin ti...)

1 comentarios:

Arcoyflecha dijo...

Ni lo dudes, ¡vaya joyita que tienes!