Lee y sé libre

15 de noviembre de 2013

 



  Hace poco llegó a mi correo una petición de apoyo para la retirada de cierto libro. El libro en sí es, no sólo una estupenda muestra de la estupidez humana (puesto que estando escrito por una mujer defiende la subordinación de las mujeres, es decir, la inferioridad moral e intelectual de éstas), sino que es de todo punto abominable porque defiende valores en sí odiosos como es la sumisión de un ser adulto a la voluntad de otro.
   En realidad eso lo supongo porque no lo he leído, tan sólo he leído las reseñas periodísticas, pero el título ya es en sí una provocación inaudita. Por supuesto no voy a dar ni medio euro de mi salario a la autora ni a la empresa editora (el arzobispado de Granada está detrás de esta lamentable iniciativa). Ni voy a perder un tiempo precioso de mi vida con su lectura.
    Pero tampoco soy partidaria de la censura de libros: ni de prohibir ni de retirar como en los viejos tiempos del franquismo. A no ser que sea claramente un delito lo expuesto en un libro, que entonces sí deberían intervenir otras instancias, las judiciales.
  Sólo hay que adornar con nuestro silencio a las obras despreciables, miserables y profundamente  estúpidas. Y exaltar con nuestras palabras lo bueno, lo valioso, lo excelente.
  Por eso voy a señalar algunas de las obras de una autora a la que admiro sin reservas y que es sin duda una de las mejores filósofas de nuestro tiempo: Amelia Valcárcel. Un libro sobre los retos del feminismo contemporáneo en un mundo como el nuestro en el que la globalización significa a la vez retos y nuevos problemas que solucionar. Aunque, para divertido, un texto en el que la autora relata experiencias autobiográficas de su infancia y juventud. En el primer capítulo, por ejemplo, titulado "El Tiempo de la Horma" hay hilarantes anécdotas sobre su aprendizaje infantil, como esas discusiones en el recreo en torno a la pregunta: "¿Tú quién crees que manda más, el Papa o Franco?".
   En fin, una lectura muy refrescante que termina con la necesidad de buscar y fabricar modelos asertivos de mujer. Mujeres que tomen las riendas de la libertad, de su libertad.
 Empezar a leer y pensar son unos buenos cimientos para buscar esa libertad.

(Ahora que vuelvo a ver la portada de "Rebeldes" pienso: ¿por qué aparece el nombre del autor del prólogo -que sólo tiene cinco páginas mal contadas- con una tipografía de mayor tamaño que el nombre de la autora?)


Amelia Valcárcel, "Feminismo en el mundo global". Madrid, Cátedra, 2008. 
                              "Rebeldes". Barcelona, Plaza & Janés Editores, 2000.

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