Padura

15 de diciembre de 2013


  Leonardo Padura es un autor al que sigo porque me gusta mucho su escritura y la recreación tan estupenda que hace de los ambientes habaneros. Éste es el cuarto libro que me he comprado (ver reseñas anteriores de "Vientos de cuaresma", "El hombre que amaba a los perros" y "La cola de la serpiente", en etiqueta Leonardo Padura). El más enjundioso -y muy atractivo también- es "El hombre que amaba a los perros" una muy trabajada reconstrucción del asesinato de Trotsky; una historia que, no por muy sabida, deja de sorprender y hasta fascinar con la escritura padureña.
   Pero con "Herejes" me he atascado. No acaba de engancharme la lectura y ahí lo tengo, en el limbo de los libros a medio leer. No obstante, me resisto a abandonarla; está en esa tierra de nadie que es la de las lecturas inacabadas, la de las historias que no se sabe para dónde van a tirar...
  Hace tiempo decidí que los libros que no me gustasen los abandonaría sin remordimiento alguno -ars longa, vita brevis. Pero a Padura no puedo dejarlo así como así; he pasado demasiados buenos ratos literarios con él y su Condito. Me resisto como gato panza arriba a dejarlo del todo. Porque, señor Padura, pa´ dura lectora, yo misma.


   Leonardo Padura, "Herejes". Barcelona, Tusquets, 2013.

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