Tomates rellenos

2 de julio de 2009



Ah, las mujeres. En las novelas policíacas, muchas veces no son sino el elemento decorativo. O el contrapunto afectivo de una trama dura. Incluso en nuestro querido Brunetti -escrito por una mujer- Paola, Chiara y Elettra entran dentro de esas manidas etiquetas.
En esta novela, la obsesiva esposa, Adrianí, sólo brilla, además de por su carácter hipocondríaco, por sus fantásticos tomates rellenos. Con los que suele chantajear emocionalmente a Jaritos. La hija, como siempre, es el dulce refugio de su papi, cosa que la cónyuge no es ni de lejos. Y la mujer de bandera, en este episodio es Elena Kusta, una ex-actriz. Ah, y la pobre Kalia, cantante de cabaret con nombre de detergente.
No sé qué me gusta menos de esta novela, si el tráfico endemoniado de Atenas (casi un protagonista más) o los personajes femeninos. Bueno, que vaya de equipos de fútbol también. Pero eso lo dejo para el otro blog.

Petros Márkaris, "Defensa cerrada". Barcelona, Tusquets,2008.

2 comentarios:

NC dijo...

No sé si me gustan más las mujeres que rellenan tomates o las que rellenan tramas negras...

Anónimo dijo...

Jaritos es, de los detectives casados, el más convencional.
Si fuera sevillano, encima sería "capillita"