No acosen al asesino

1 de noviembre de 2009




Un escenario agathacrhisteano: una cristalera de doble hoja que da al jardín y un sillón frente a ella; el juez Medina dormita. Quizá está soñando con su propia muerte, aventura el asesino. Y acto seguido lo degüella. Éste es el comienzo de la novela. Como el resto de la serie, la novela está protagonizado por la jueza Mariana de Marco, que aquí está al frente del juzgado de primera instancia en la localidad ficticia de San Pedro del Mar. En otro volumen de la serie, se trasladará a otra ciudad. Pero éste es su primer destino (y su primer caso novelado). Mariana se ha integrado relativamente tarde en la judicatura, después de haberse dedicado bastantes años a la abogacía, y después de haberse divorciado.
El asesinato se ha producido en la zona residencial de Las Lomas, una zona de chalés rodeados de jardines amplios. Mariana está relacionada con esa sociedad acomodada (una amiga de toda la vida reside allí) donde por supuesto vive también el asesino.
Lo interesante de la trama será conocer cómo Mariana va ordenando las piezas del puzzle macabro que siempre es un asesinato y, sobre todo, conocer las razones de ese inexplicable asesinato. Como dice el asesino, asombrado ante su propia tranquilidad de espíritu, “Uno nunca acaba de conocerse a sí mismo”.


J. M. Guelbenzu, “No acosen al asesino”. Madrid, Punto de Lectura, 2007.

7 comentarios:

Noemí Pastor dijo...

Siento escribir que no me gustó nada, nada, nada.

HLO dijo...

¡Hala! ¿Y por qué? ¿No te gusta el personaje, la trama, la escritura, la sociedad que describe (esto último lo entendería: no son más pijos porque no entrenan)...?

Noemí Pastor dijo...

Leí la novela hace tiempo y apenas recuerdo los detalles, sólo que me dejó mal recuerdo y me quitó las ganas de leer nada más del autor. El círculo social parecía haberse detenido en los años 50, aunque usaban Internet, si no me equivoco. El punto de vista del narrador no era nada crítico. Los personajes, nada creíbles. Los escenarios, de plasticucho. Hasta el nombre de la localidad (San Pedro del Mar) me parece tontorrón. El título es bueno, eso sí.

Anónimo dijo...

Si no se hubiera adelantado Noemí, creo que yo hubiera escrito más o menos lo mismo. Incluso lo de mo haber repetido con Guelbenzu

Luis de Luis dijo...

A Guelbenzu, se le nota que adora la novela decimonónica.
No se si eso conviene a sus novelas policiacas.
Son morosas y reiterativas. Da la sensación de que solo le interesa describir los ambientes de las ciudades del norte.
Da la sensación de que usa la novela policial como un esqueleto para escribir "regentas"

Noemí Pastor dijo...

Uy, si le salieran Regentas, no estaría tan mal.

HLO dijo...

Bueno: declaro constituido el "club de fans" de J. M. Guelbenzu...

¿Alguien que le eche un piropillo....?
¿No?