Una atmósfera densa e irrespirable: ése es el tapiz de palabras que ha creado el autor para bordar a su personaje, para sumergirlo en algo más denso que el agua, más viscoso que el odio. Luis, un ex-policía, ha matado a un hombre. Pero no hay culpa, no hay dolor; sólo un asco metafísico al modo de Camus.
El personaje de la madre enternece: a los setenta, después de un cáncer de pecho comprende ella (o sus hijos) que no ha disfrutado, que no sabe lo que es un paseo, un tiempo exento de obligaciones familiares, unas tapas generosas, unas horas porque sí, unas horas para sí.
Una novela que excede las convenciones del género negro para crear un relato creíble, con un paisaje cotidiano (Zaidín, Cenes, La Chana: nombres familiares para los del terruño) pero vertido en el molde de lo universal, fundido con la peripecia del no-héroe, evitando así el marchamo costumbrista o la anécdota facilona.
Una novela excelente de verdad. La novela que todos deberían leer estos días de vacaciones.
Francisco Ortiz, "Última noche en Granada". Zaragoza, Mira Editores, 2009.
Última noche
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23 de diciembre de 2009
Publicado por HLO en 19:00
Etiquetas: Francisco Ortiz
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4 comentarios:
Le tengo muchas ganas a Francisco Ortiz (además de amigo, compañero de editorial), creo que antes de que termine el año empiezo a leerla, depende de si me quito de encima antes lo que llevo entre manos. En cualquier caso, te haré ídem y la leeré antes de Reyes.
Gracias por tus generosas palabras.
Un abrazo y feliz año.
¿La encontraré aquí en Bilbao?
No lo sé. Yo la pedí por Agapea, una empresa de libros "urgentes" (pobre del libro que no lo sea);te la llevan hasta tu misma puerta por un módico recargo.
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