Película de terror

18 de febrero de 2011


Invierno. Una ciudad turística del sur. Un barrio con amplia fachada al mar.
Una mujer camina por la acera. Sus pasos revelan premura pero también inseguridad, congoja quizá. Ha dejado a su hijo de cinco años en el colegio (hoy dibujarán corazones con gruesos lápices de color). Hoy comerá macarrones. O eso cree.
De repente, aparece un hombre que blande un hacha. No tiene oportunidad siquiera de ofrecer resistencia. Desde un bar frontero contemplan horrorizados cómo la mujer cae exánime. Los parroquianos salen del establecimiento y ya sólo pueden detener al asesino, que se ve acorralado.
Ella yace sobre un inmenso lecho rojo. Sus miedos, sus caricias de madre, sus lunes, sus ansias, impunemente desparramados.

5 comentarios:

JL dijo...

He leído la noticia. Que rabia que siempre tengan que repetirse estas historias de violencia.

Besos pesambrosos

HLO dijo...

Es que no hay terror mayor: estar amenazada y que acabe cerrándose esa amenaza (Y lo de los zombies y freddys y todo eso, chorradas).
El horror es que te nieguen tu derecho a todo, tu derecho a la vida.

Besos y condolencias

Unknown dijo...

Y que un juez no decrete prisión..
Si existiera la responsalbilidad.
Todo muy triste.

U-topia dijo...

No he leído la noticia, el terror más terrorífico es que ejerza la violencia alguien con el que vives y que dice quererte... no hay nada peor.

Un abrazo.

HLO dijo...

piensaenbrooklyn: muy triste, muy penoso de verdad:irremediable.
Y luego nadie se acuerda de ellas más...

Laura: sí, ha ocurrido en Málaga, en la barriada de El Palo.
Y luego sale el sol y los pájaros siguen cantando...

Un abrazo, amiga