No libertina

9 de octubre de 2011

No, Fanny Hill no es una libertina. El personaje de John Cleland no es el prototipo de "libertina". Pues en su origen este término se aplicó a personas que se atrevían a pensar por sí mismas, aunque luego se extendería el conceepto a aquellos que se comportan con entera libertad en su conducta, incluida la conducta sexual, prescindiendo de las normas morales al uso. No, Fanny no es libre de actuar como ella quiera: como muchas jóvenes de su época (el siglo XVIII) carece de medios económicos, de formación y de recursos sociales o intelectuales, de libertad en fin,  para su desenvolvimiento  como un ser autónomo. Si bien es verdad que valora el placer sensual, no es menos cierto que se vale de él más para la propia subsistencia que como una búsquedad placentera en sí misma. Dicho de otro modo: se prostituye porque no tiene otra forma de ganarse la vida. Y cuando, de un modo inesperado, se ve dueña de una más que apreciable fortuna, vuelve sus ojos al amor de su vida y se convierte en una decente matrona, casada y con hijos. No, Fanny no es una libertina. Como mucho, una Cenicienta un poco más desinhibida que la del relato tradicional.

John Cleland, "Fanny Hill". Madrid, Cátedra, 2000.

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