Lana Peters

29 de noviembre de 2011

Ha muerto, a los 85 años de edad, la hija de Stalin.
En Wisconsin (USA), a causa de un cáncer.
Stalin fue uno de los dictadores más feroces del siglo XX, probablemente el que más víctimas provocó (en ese dudoso honor supera al mismísimo Hitler). Pero como suele ocurrir, los dictadores también tenen familia, hijos incluso. Svetlana (Lana) era el "gorrioncito", el pajarillo alegre de su papá.
En 1967, muerto ya hacía más de una década Stalin, Lana pide asilo político en Estadso Unidos, el enemigo recalcitrante de la Unión Soviética. Su vida su de todo menos fácil. Vivió en varios países, perseguida, suponemos, por todos los fantasmas posibles, incluido el de su padre, del que renegó ostensiblemente. Sus últmos años han estado marcados, al parecer, por la pobreza.
Si es que ya lo decía Bertrand Russell: el seceto de la felicidad radica en saber escoger unos buenos padres. Y Svetlana no tuvo mucha suerte al respecto. Aunque cuando de niña se deslizara por los amplios pasillos del Kremlim y fuese mimada como una Shirley Temple en versión soviética, muchos pensaran todo lo contrario.
(En la fotografía, Svetlana con su padre y uno de sus hermanos).

Cioran

Por qué vuelvo con Cioran...Es amargo, es metafísico (en el peor sentido de la palabra), es... insoportable. Pero me fascina ese ingenio visceral, esas agudezas carnales, esas intuiciones tan corpóreas...
Escribe::
"No hacer diferencia entre el drama de la carne y del pensamiento. Haber introducido la sangre en la lógia" (pág. 288). O "Los pensamientos brotan del ascetismo de los instintos" (pág.289).
Y sentencia:
"El hombre es el camino más corto entre la vida y la muerte" (pág.109).
Todos sus escritos coquetean con la idea de suicidio, si bien sabemos que murió a una avanzada edad (ochenta y cuatro años) y no por su mano.
Aunque lo que que no entiendo de verdad de Cioran es que vivió muchísimos años en una buhardilla de París sin cuarto de baño propio. Habría que estudiar cómo le influyó eso en su filosofía.


(En la ilustración, techos de París, una fotografía de Arnaud Frich).

E. M. Cioran, "El ocaso del pensamiento". Barcelona, Tusquets, 2010.

"C" de cadáver

25 de noviembre de 2011

Como voy repasando los libros del alfabeto del crimen del último hacia los primeros, al llegar a éstos me parece estar leyendo un libro nuevo. De la tercera entrega de la serie, esta "C de cadáver", no recordaba absolutamente nada. De modo que me río de nuevo con el estilo peculiar de Sue Grafton y las burradas de la detective Kinsey. Aunque es muy expeditiva, no deja de tener razón en muchos de sus juicios. Por ejemplo, se muestra muy lúcida al hablar de su vida amorosa, que resume así:
"Cada seis u ocho meses tropiezo con un hombre que me deja sexualente temblando, pero entre aventura y aventura practico el celibato, que tampoco me parece ningún mérito. Después de dos fracasos matrimoniales, he de andar con la guardia subida, lo mismo que las bragas" (pág.25).
Las descripciones de otros personajes son más contundente si cabe. De Rosie, la propietaria del restaurante al que suele acudir y en el que se sirvne improbables menús húngaros dice: "Es bajita, tetuda y de ideas fijas. (...) Su establecimiento es tan basto y original como ella" (incluido un pez espada disecado que cuelga de la pared y que Kinsey sospecha que jamás ha estado vivo...),( pág. 87).
En fin, voy a releérmela entera porque estoy disfrutando. Aunque el pobre Bobby haya sido asesinado (reasesinado más bien) sin misericordia alguna.

(En la fotografía, un arroz con verduras; Kinsey se come un plato similar en la página 15, aunque por supuesto no le guste tanto como una hamburguesa con queso).

Sue Grafton, "C de cadáver". Barcelona, Anagrama, 1990.

Novelistas feraces

22 de noviembre de 2011


Os recuerdo que podéis leer la reseña que hice de la novela de Lorenzo Silva, "Niños feroces" en revistacalibre.38. Lorenzo Silva, un novelista estupendo y feraz, no "feroz".

http://revistacalibre38.wordpress.com/

(En la fotografía, Lorenzo Silva y Herminia Luque).

Lorenzo Silva, "Niños feroces". Barcelona, Destino, 2011. 




Literatura y crisis


¿Son mejores los tiempos de crisis para la literatura? Un somero repaso a la historia de la literatura hispánica nos muestra un fértil XVII, cuando la monarquía hispana hacía aguas por todos lados...Y el brillante XIX en cuanto a la novela, fue un siglo de inmensos fracasos políticos y de una industralización insuficiente. Qué decir de la llamada Edad de Plata, con una España que ansiaba por entrar en la modernidad del siglo XX habiendo rebasado ya la centuria porque, en verdad, era un país agrícola y atrasado a todos los efectos...Y sin embargo allí estaban Federico, Luis, Vicente, Rosa, María, Pedro, Miguel, Jorge, Dámaso, Manuel, Concha, Emilio...
Quizá los tiempos convulsos replieguen al escritor sobre sí y lo hagan reflexionar de una forma más profunda. Y la bonanza económica sea una poderosa distracción en sí misma, una perenne incitación a la autocomplacencia y a la variación de los hábitos de consumo (en un sentido ascendente siempre, no de contracción como ocurre ahora).
Las circunstancias históricas son determinantes. No lo explican todo (o casi nada: sobre todo por qué un individuo concreto crea) pero a la vez pesan mucho. Yo misma estoy segura de que, si en vez de llamarme Herminia me hubiera llamado Paris y en vez de Luque pongamos que me hubiera apellidado Hilton, no hubiera escrito ni una sola línea. Como mucho habría aprendido a rasgar con mi firma el cheque, el montonaco de cheques o de tarjetas de plástico.

(En la fotografía, una urbanización de Seseña, símbolo de la especulación inmobiliaria; no confundir con Sansueña, fruto de la especulación literaria). 


Hippy chic

21 de noviembre de 2011

Ahora que el estilo hippy es "chic", no está de más darse una vuelta literaria por esos hippies de verdad que anduvieron por los 60 y 70 del pasado siglo. En la novela que hoy traigo a colación se habla del impacto de algunos de esos personajes bien pintorescos, impregnados de budismo pero con un uso muy particular, en una sociedad tradicional como lo era Cádiz en las postrimerías del franquismo.
El contraste entre los personajes está excelentemente expresado: de la protagonisuna, Isabel, joven estudiante de un colegio de monjas, a los especímenes iluminados como Juan José.
La escritora, Reyes García-Doncel nos narra con un gracejo inigualable las peripecias de la protagonista en esas circusntancias tque ahora nos parecen tan estrambóticas pero que hubieron de tener su correlato en aquellos años. Hay escenas muy bien pintadas, con discursos hilarantes (y delirantes) como el del individuo del Ashram de Jerez, a donde se dirigen Isabel y sus amigos para entrar en contacto con la "Misión de la Luz Divina". El choque con los padres que encarnan la rígida disciplina patriarcal tardofranquista era de todo punto inevitable.
Leer esta novela nos retrotrae a un período histórico muy cercano pero perfectamente clausurado. Aunque sobre todo nos proporcionará unos ratos de diversión inolvidables.

Reyes García-Doncel, "Sin noticias de Acuario". Sevilla, Paréntesis, 2011.

Niños feroces

18 de noviembre de 2011


Ya podéis leer en la revista Calibre.38revistacalibre38.wordpress.com la reseña que escribí sobre "Niños feroces".

Letras capitales

17 de noviembre de 2011

Todavía quedan por asistir un montón de autores interesantes. Si vivís en Sevilla o vais por allí, merece la pena ir a verlos.

En Sevilla

16 de noviembre de 2011

El martes se presentó "El códice purpúreo" en Sevilla. Antonio Rodríguez Almodóvar hizo la presentación. Fue deteniéndose, con rigor y extraordinaria amenidad, en las características más destacadas de la novela. En primer lugar, el lenguaje. "La serenidad y la madurez reflexiva, la búsqueda y el hallazgo del vocablo preciso, el cuidado ambiental, la ironía sutil, todo induce a pensar que estuviéramos ante el feliz hallazgo de un texto olvidado", afirmó. A continuación señaló la técnica epistolar, cartas cruzadas entre muy diversos personajes, como forma de construcción del relato. Una estructura narrativa a la que no faltan precedentes (en Choderlos de Laclos, Richardson o el mismísimo Valera). Y luego resaltó la época elegida para la novela, el siglo IV, en el que el cristianismo se afianza sin que fuese "fácil enterrar diez siglos de paganismo". Enumeró asimismo los personajes principales (Ávita, Honoria), así como los elementos ideológicos que va suscitando la lectura de la novela y que surgen a la par de la trama y las subtramas de la narración
Por último, citó la famosa frase de Flaubert que hace referencia a tiempo en el que Cristo no había aparecido y "los dioses ya no existían"  y por tanto el hombre "estuvo solo", como una espléndida ocasión perdida. "Los dioses -concluyó-, todos los dioses, han ganado la partida".
Rodríguez Almodóvar acompañó sus espléndidas -y generosas- palabras con la lectura de varios fragmentos de la novela.
A continuación, yo aclaré algunas de las cuestiones que se habían suscitado (la existencia de antijudaísmo ya en esta época, por ejemplo) y se estableció un ameno coloquio con los asistentes. Fue una charla amena entre amigos, con una cordialidad agradabilísima. Entre los asistentes, el director de Paréntesis Editorial y escritor Antonio Rivero Taravillo, la novelista Reyes García-Doncel, la poetisa Aurora Luque, la catedrática de Bioquímica de la Universidad de Sevilla Catalina Lara ("una científica de letras") y el Director de Libro y Bibliotecas Julio Neira, así como otros amigos como Manolo Mancha y Antonio Portillo. Y otros más a los que les hubiera gustado asistir pero que les fue imposible, como el escritor Antonio Serrano para quien dediqué un libro.
A todo ellos, mil gracias. Y por supuesto también a la directora de la biblioteca "Infanta Elena", Ana Isabel Fernández, amabilísima anfitriona.

(En la fotografía, Antonio Rodríguez Almodóvar y Herminia Luque Ortiz).

Herminia Luque Ortiz, "El códice purpúreo". Sevilla, Paréntesis Editorial, 2011.

Centro Andaluz de las Letras. Sevilla, biblioteca "Infanta Elena", 15 de noviembre de 2011.

Progreso

14 de noviembre de 2011

El libro de Bury, escrito en la década de los 20 de la pasada centuria, conserva todo su valor. Constituye un minucioso estudio sobre la idea de progreso, desde sus precedentes en la Grecia clásica hasta su desarrollo en su nicho ecológico por ecelencia, que es el siglo XVIII. De este siglo, el estudioso británico analiza las nociones de Fontenelle, los enciclopedistas, la visión de la hstoria en Voltaire o Montesquieu, el nihilismo roussoniano o las paradojas de una utopía, la novela "2440" (que transcurre en esa fecha, después de Cristo naturalmente). Posteriormente analiza el devenir de esta idea en el XIX, incluyendo interesantes capítulos sobre Comte o el progreso material en la Gran Bretaña de la Exposición Universal de 1851.
Con todo, lo menos brillante me parece el exordio inicial. No estoy de acuerdo con que la idea de progreso sea una abstracción, una idea de las que "no dependen de la voluntad humana". Como la idea de "destino", por ejemplo; una idea aprobada o rechazada  en función de nuestras creencias, de si la consideramos verdadera o falsa. En cambio, ideas que sí le parece que dependen de la voluntad  humana serían la libertad o la tolerancia y se las aprueba o no si se consideran buenas o malas, no porque se las considere falsas.
Es cierto que la idea de progreso no carece de cierto mesianismo, estando como está pruyectada ineluctablemente hacia el futuro. Pero yo creo que tene la misma virtualidad que el concepto de libertad, tan abstracto que necesita, no sólo un referente lanzado hacia el futuro (las posibles acciones a realizar) como hacia el pasado (lo que está permitido o no permitido hacer). Creo que comparten ese carácter de vectores interpretativos de la realidad sobre los que hay que ir añadiendo concreciones, realidades y propuestas. Sobre todo realidades.

John Bury, "La idea del progreso". Madrid, Alianza, 2009. 




Sevilla forever

Anda, pues no lo había visto hasta ahora, que lo acabo de sacar del "feisbuc" de mi editor. Ya sabéis, sevillanos, transeúntes y visitantes, mañana en Sevilla a las ocho, en la biblioteca "Infanta Elena" , avenida María Luisa, 8.¡Nos vemos!

Libros dedicados

Queridos amigos: quien desee un libro dedicado, ahora es la ocasión. Como voy a Sevilla, puedo dejarlos en la editorial y luego vosotros podeis comparlos contra reembolso. (La idea no ha sido mía, que conste: ya tengo peticiones).
Ah, y los dedicaré con rotring, que es un poco más práctico que la pluma. Besos a todos.

Púrpura

13 de noviembre de 2011

Según el diccionario de la RAE, púrpura es "color rojo subido que tira a violado".
Es decir, que en español, esta palabra designa un tono del rojo, no del morado o violeta. Púrpura es el moslusco el que se extrae el rinte, el tinte mismo y las vestiduras costosísimas, teñidas con este tinte, que sólo podían permitirse los emperadores en la Antgüedad y los cardenales y papas en siglos posteriores. También se utilizó para teñir el pergamino de determinados códices, muy caros y decorados a veces también con miniaturas.
Sólo por contaminación lingüística, proveniente del inglés, al púrpura se le toma por morado (el purple inglés).
Hay  notabilíimos ejemplos de códices teñidos de púrpura como el famoso Códice de Rossano. Aunque el ejemplo más antiguo es la única hoja que ha sobrevivido de un manuscrito del siglo V d. c, el manuscrito de Xanten (hoy en Bruselas).

 Giulia Bologna, "Manuscritos y miniaturas. El libro antes de Gutenberg". Madrid, Anaya, 1988.




Ovidio

Publio Ovidio Nasón nació en el 43 a. C. Escribe esta obra en una fecha imprecisa que, grosso modo, coincide con los albores de la era cristiana -aunque él, claro, ni lo sospechara. Roma estaba en el cénit de su poderío y él era considerado uno de los mejores poetas del momento.
"Remedios contra el amor" es en realidad un solo poema, (ochocientos catorce versos), si bien el traductor, Alberto Socas, ha considerado oportuno no tratar de buscar acomodo en una métrica y en los recursos literarios propios de la poesía hispánica (rima, por ejemplo) y lo traduce como si fuese una obra en prosa.
Como señala en el prólogo Luis Alberto de Cuenca, el poeta latino nos da una serie de consejos para superar el desamor o Anteros; es, por tanto, "un poema didáctico atravesado por doquier de un delicado tono de ironía, reflejo de la atmósfera de ingenio y de refinamiento que envolvía por entonces al poeta" (pág,13). Un prontuario "para resistir los efectos del amor  del desamor (haz y envés de una misma realidad)" (pág. 15).
Ovidio nos da así una serie de recetas de carácter práctico, desde dar un repaso a los defectos de la amada (oh, qué vigente) o compararla con otra más hermosas hasta evitar la ociosidad y patearse el foro y dedicarse a la caza, la pesca o la vida campestre. Sobre todo, huir de los recuerdos de la amada.Y no mostrar celos u odiar: la indiferencia basta. Dice el poeta: "No te arregles el pelo ya por tener que ir a verla, ni muestre tu linda toga lacios sus pliegues: no tendrás la menor preocupación por agradar a una amiga ya no tuya; haz ahora que se convierta en una de tantas" (pp. 71-72).
Aunque a veces, como confiesa Luis Alberto de Cuenca en un poema de  El hacha y la rosa (titulado precisamente "Remedia amoris") una botella o dos pueden surtir el mismo efecto que todo el recetario ovidiano.

Luis Alberto de Cuenca, "El hacha y la rosa". Sevilla, Renacimiento, 1993.

Ovidio, "Remedios contra el amor". Prólogo de Luis Alberto de Cuenca. Madrid, La Esfera de los Libros, 2011


Hoy en La opinión

12 de noviembre de 2011



Hoy en La opinión de Málaga (y en los otros periódicos del grupo) Guillermo Busutil publica un precioso artículo sobre "El códice purpúreo". Aquí os pongo el enlace para quien no pueda comprar el diario (yo voy de inmediato a por él).


Releer a Canetti

El ocio es un fértil limo, decía Sinesio de Cirene. No puedo estar más de acuerdo. Sólo un ocio fértil, una dispensa de ttrabajos agotadores, extenuantes y gravosos para el espíritu, puede permitir la creación más libre o la lectura más enriquecedora.
Así volví ayer sobre los Apuntes de Canetti, en medio de la felicidad y la facilidad de comprensión que sólo un tiempo descansado puede dar. Los Apuntes son textos breves, de una extensión variable, que Canetti escribió a lo largo de su vida. Van desde el aforismo hasta el párrafo más o menos extenso. En ellos, sin más orgnización que la cronológica (están agrupados por los años en que fueron escritos), el autor da rienda suelta a sus temas favoritos. Uno de ellos es la muerte, o más bien la rebelión ante ella. Canetti muestra un feroz apego a la vida y así michos de estos pueden leerse como una visceral reacción, no sólo ante su obligatoriedad, sino ante la humillación que provoca en el hombre. Así escribe que lo importante es no cejar, "no perder nunca los ánimos frente a ella y execrarla moralmente incluso en medio del dolor".
Con todo, al hilo de lo que decía al principo, uno de mis favoritos es éste: "Si él hubiera aprovechado el tiempo, no habría llegado a nada" (pág. 83).
Lo dicho: hay que saber perder el tiempo. La ociosidad es sabiduría.

(Como ilustración, he elegido La caída de los ángeles rebeldes. de Brueghel; un fragmento de esta obra forma parte de la portada del libro).

Elías Canetti, "Apuntes II". Obra completa VIII. Prólogo y edición de Ignacio Echevarría.
Barcelona, Debolsillo, 2008. 












El códice purpúreo en Sevilla

11 de noviembre de 2011

Amigos y amigas...¡aún hay más! Si estáis en Sevilla el 15 de noviembre, qué mejor que acercarse por la biblioteca Infanta Elena y escuchar las siempre ingeniosas y bien enhebradas palabras de Antonio Rodríguez Almodóvar en la presentación. Y una hará lo que pueda...

Ángel y muerte

¿Qué hace un "ángel" hablando de la muerte? El chiste es malo, lo sé, pero no he podido evitar hacerlo. También podríamos preguntarnos ¿qué hace un ministro hablando de la muerte? Y lo más obvio es responder que el cargo de ministro es algo adventicio, los ministros van y vienen (eso se lo dije a alguien que trataba de convencerme para que asistiera a un acto al que acudía una ministra), pero los filósofos (los metafísicos en este caso) permanecen.
El libro acude a los autores que con más enjundia han hablado de la muerte, de Platón a Hegel, de Rilke a Montaigne pasando por Heidegger, pero no es, en modo alguno, un acopio de textos como el propio autor dice. Se trata de una cuidadísima meditación, una interpretación a partir de textos clave, partiendo de la asunción de esa mortalidad."sin euforias ni resignaciones", desde "la sobriedad del pensar" como afirma el autor en la primera página.
Esa mortalidad afecta también a la comprensión del cuerpo, ese cuerpo sobre el que hay una "superproducción del saber social y cultural " (pág. 131) y sin embargo queda oculto tras ese exceso de discursos "inaprensible, omnipresente" (pág. 132).
Hay que advertir que, pese al atinado título (una frase hecha que, descontextualizada, adquiere su dimensión más profunda sin dejar ser una obviedad), no hay hada sencillo ni estereotipado en este libro. Ni es un libro de "autoconsuelo" sobre la muerte; tampoco un manual de filosofía al uso. Al lector que se acerque a sus páginas se le requerirá la máxima concentración, su desvelo casi. Pero se verá ampliamente recompensado, se lo aseguro.

Ángel Gabilondo, "Mortal de necesidad". Madrid, Abada Editores, 2004.


Muerte de April en invierno

La pintura del Dublín de los 50 es excelente. Ignoro si s ajusta por completo a la realidad histórica pero, desde el punto de vista literario, es una imagen vívida, muy plástica, por la que nos imaginamos caminar desde el bar del hotel Dolphin a la sombrerería de la señora Cuffe-Wilkes, desde la Casa de San Juan de la Cruz (el "refugio para adictos de todo tipo" donde ingresa Quirke) a la mansión de Dun Laoghaire o la casita de la actriz  Isabel Galloway en Portobello.
El problema de la narración es que no existe avance alguno en la misma, no conocemos nada de la desaparecida April, que se nos hurta casi con saña, noa hay investigación propiamanete dicha. Se trasiega demasiado, ya sea té chino, leche caliente o bebidas espirituosas, es decir, los personajes se citan y beben una y otra vez, y el curso de la narración se estanca sin aportarnos algo que nos haga ver el asunto desde otro punto de vista. Y al final todo se precipita y se apelotona, las confidencias y los actos se desencadenan explosivamente. Esto es una pequeña pega sólo. La novela merece la pena. No todo Banville está aquí pero sí lo suficiente para hacer de él un libro destacado.

Benjamin Black, "En busca de April". Madrid, Santillana, 2011.

Presentación con violetas

10 de noviembre de 2011

Ayer se presentó por fin en Málaga "El códice purpúreo". Juan Gabriel Lama abrió el acto y, a continuación, Guillermo Busutil resaltó las principales características de la novela. Señaló que se trata de una novela histórica en la que se narra la historia de Ávita "una joven virgen fallecida por excesivo ayuno, incluso por lo que sería hoy día la anorexia (...) Un joven muerta a la que un obispo pretende rentabilizar como símbolo religioso". Pero a la vez, subrayó el escritor,  esta novela presenta elementoS propios del thriller con otro argumento "centrado en la culpa, en la venganza e incluso en un crimen inducido". El resultado, prosigue Busutil, "es una historia en la que la autora consigue equilbrar, en un mismo plano, lo mundano y lo espiritual, la religión y la investigación, el cuerpo y el alma de esta novela que n les dejará indiferentes".
Después de la brllante intervención de Guillermo Busutil (escritor granadino con ascendientes malteses),  hablé sobre las motivacines que me habían llevado  escribir esta narración y sobre todo a indagar en un período, en apariencia anodino, pero tremendamente interesante como es el siglo IV d. C.
El público asistente, entre ellos muchos amigos y amigas, realizó luego diversas preguntas e incluso algunas aportaciones muy interesantes, como la de la poetisa Isabel Pérez Montalbán, que apuntó el hecho de que la anorexia nerviosa, como trastorno mental, había existido desde antiguo, no siendo pues algo exclusivo de nuestra época. Cada época, eso sí, tiene unas motivaciones distintas: religiosas en esta época, estéticas en la nuestra.
Guillermo hizo también alguna broma al señalar que la contraportada, con la cita de alguna de las fuentes literarias utilizadas, podría espantar al más pintado. Lo cual me hizo insistir en lo vivos que están estos autores antiguos, cómo sus emociones y sentimientos son como los nuestros, pues si bien la cultura material ha cambiado de un modo formidable, en esencia el ser humano, su plantilla emocional básica, no ha evolucionado prácticamente: seguimos amando, odiando, engañando, buscando el placer y la felicidad como en el siglo IV. Ni más ni menos.
Por no faltar no faltaron ayer ni las violetas  que una amiga me regaló y que adornaron la mesa de presentación (gracias de nuevo). Y gracias a todos los asistentes por su presencia y el afecto que me demostraron. Ah, y sé que a muchos les fue imposible asistir por diversas circunstancias; mi saludo a ellos también.

En la fotografía Guillermo Busutil y Herminia Luque en la entrada del Centro Andaluz de las Letras.

Herminia Luque Ortiz, "El códice purpúreo". Sevilla, Paréntesis Editorial, 2011.
Centro Andaluz de las Letras. Málaga, 9 de noviembre de 2011. 












Hora D

9 de noviembre de 2011

Queridos amigos: hoy es el día H. Os espero a la hora DE siempre, en calle Álamos, 24, a las ocho.
Pasaremos un rato muy agradable, ya lo vereis.
Ah, y no hace falta smoking...

El códice purpúreo

7 de noviembre de 2011

Si es que ha quedado precioso, qué le vamos a hacer. Y del interior, ya ni te cuento. Mejor es que lo leas, claro.

Herminia Luque Ortiz, "El códice purpúreo". Sevilla, Paréntesis Editorial, 2011. 

Ensayos

5 de noviembre de 2011

Había leído parcialmente a Montaigne y hacía tiempo que deseaba hacerlo con más exhaustividad. De hecho, tengo un capítulo "De la educación de los hijos", editado como libro aparte, pero no lo encuentro en mi propia bliblioteca.
Me he hecho con este primer volumen de los "Ensayos", editado en Letras Universales de Cátedta. Y lo he abierto al azar, saltándome introducción, principio, cualquier atisbo de orden (ya nota que el orden no es lo mío).
Lo encuentro más cerca de otros escritores contemporáneos y posteriores, menos original de lo que quieren hacernos creer algunos de sus estudiosos. No anda tan lejos de Torquemada, Burton o Browne, tan eruditamente agotadores, tan recargados de citas hasta gritar basta.
A ratos, es verdad, hay destellos de un yo más personal, aunque se esconda tantas veces debajo de esa hojarasca libresca.
Tengo que seguir leyendo y desbrozar el terreno para encontrar al auténtico Montaigne, al moderno Montaigne. En algún lado tendrá que estar.

Michel de Montigne, "Ensayos". Madrid, Cátedra, 2010. Edición de María Dolores Picazo. Traducción de Al mudena Montojo. Vol. I.




Cita en Málaga

4 de noviembre de 2011


Ya sabéis: en la agenda de papel, subrayado con fluorescente; en el ipod, con alarma sonora, y en el  ordenador, en el escritorio o con post-it: miércoles, 9 a las 20 horas en calle Álamos, 24, en Málaga.
¡¡Nos vemos!!

Niños feroces

3 de noviembre de 2011



Ayer se presentó en Málaga la novela de Lorenzo Silva, "Niños feroces". Bueno, ella sola no se presentó, que mi buen rato de nervios me costó. Pero todo salió estupendamente. El público, como siempre cuando viene Lorenzo, llenó la sala, participando luego en el coloquio posterior.
El autor hizo gala de su maravillosa elocuencia, explicando la génesis de esta novela (¡una esquela encontrada en el ABC!) y los entresijos de la redacción, haciendo hincapié en que se trata de novelar, sin complejos, la historia de Europa, la Europa a la que pertenecemos, sin olvidar la presencia de españoles en los momentos más dramáticos de la Segunda Guerra Mundial como la caída de Berlín en 1945 y el desmoronamiento del régimen nazi (a juicio del autor el hecho más relevante del siglo XX aunque subrayó también la inmensa carnicería que supuso la Primera Guerra Mundial y la responsabilidad criminal de los generales europeos). Es una delicia oírle hablar, pues a la intensa preparación y la exhaustividad de las fuentes utilizadas para la preparación de esta novela, se unen unas dotes de comunicador excepcionales.
Yo le llevé un poco la contraria, pues en unas declaraciones a la prensa él había dicho que ésta no era una novela bélica ni una novela histórica. No una novela histórca o bélica al uso, precisé yo, pues la presencia de la historia es abrumadora sin dejar, por otro lado, de estar unida a nuestro tiempo por medio de dos personajes contemporáneos, dos escritores de nombre Lázaro, uno un joven aprendiz de 23 años y otro su profesor en una escuela de creación literaria. Pero es innegable el peso de la historia del joven protagonista, Jorge García Vallejo, que se integra en la División Azul para luchar contra el comunismo soviético y acaba enrolado en las Waffen-SS al servicio de Hitler. Sus peripecias bélicas, no obstante, son sólo una parte de la narración en la que se mezclan, apunté, toda una didáctica de la novela (una teoría y una práctica de la narración novelística) así como interesantísimos apuntes de crítica literaria, de crítica de autores y obras de la mejor literatura del siglo XX.

(En la fotografía, de izquierda a derecha, Pepe Martín, director de Centro Andaluz de las Letras, Lorenzo Silva y Herminia Luque).

Lorenzo Silva, "Niños feroces". Barcelona, Destino, 2011.

El códice purpúreo


Sí, queridos amigos, ya se puede adquirir mi nueva novela, en papel o como libro electrónico.
La presentación mundial será en Málaga la semana que viene y la otra, el día 15 de noviembre, en Sevilla (Spain).
¡Estoy más contenta que un niño -o yo misma- con zapatos nuevos!

Herminia Luque Ortiz, "El códice purpúreo". Sevilla, Paréntesis Editorial, 2011.

Sin novedad en el frente

1 de noviembre de 2011

Esta es la típica novela que has visto citar cientos de veces pero que no has leído. Y cuando te acercas a ella, te sorprende de verdad. Yo esperaba encontrarla más decimonónica, es decir, más retórica y digresiva. Y aun cuando existan esas digresiones, el comienzo tan primario, tan conectado con las realidades primarias de esos jovenzuelos en el frente, te impacta.
Por cierto, que aquí también hay un evacuatorio colectivo como en la novela de Koestler "Espartaco", un lugar donde defecan y charlan alegrement los muchachos-soldado. La crudeza de la guerra, sin embargo, entre  esos rasgos de humor inevitables, salta como metralla sobre los ojos de los lectores; la crudeza y la imbecilidad suprema que es toda contienda. Toda contienda, entiéndase, que no sea defensiva: la Segunda Guerra Mundal lo fue frente a la agresión nazi. pero la Gran Guerra, la primera, fue una auténtica estupidez colectiva en la que  los jovencitos de clase media y alta corrían a alistarse como voluntarios en el ejército completamente alborozados. Inflamados muy oportunamente por fariseos coo el maestro Kantorek, "un hombre severo y menudo, con levita gris y rostro afilado" (pág.15) que consiguió que toda su clase se alistase al completo.

(En la ilustración, Erich María Remarque y sus esposa, la actriz Paulette Goddard).

Erich María Remarque, "Sin novedad en el frente". Barcelona, Edhasa, 2010 (1929).