Ayer se celebró en Málaga, en la sede de la Sociedad Económica de Amigos del País, la primera de las jornadas sobre la poesía de la llamada "Generación del 50". Organizadas por la Fundación "Manuel Alcántara", la tercera de las jornadas contará con la presencia del poeta y columnista malagueño, así como con una conferencia sobre su obra impartida por el profesor Garrido Moraga.
Las jornadas se abrieron, ayer día 10, con la sabrosa charla-conferencia de Julio Neira y José Manuel Caballero Bonald. Tanto el profesor Neira como el escritor jerezano discreparon sobre la pertinencia de la etiqueta de "generación" dada a un grupo heteróclito de poetas con trayectorias y obras muy diferentes. Coincidieron, eso sí, en que hubo un momento fundacional, el homenaje a Antonio Machado que se celebró en Colliure en el vigésimo aniversario de la muerte del poeta. Y una estética "social" que unió, al menos temporalmente, a ese conjunto de escritores. "El grupo de Madrid" y "el grupo de Barcelona", según los clasificó Julio Neira, constituyendo, según éste, Caballero Bonald un nexo entre ambos. Pero la unión de estos escritores venía dada más por una afinidad política, siendo Machado, además, un ejemplo moral antes que un referente estético. Tomando el ejemplo de la "Generación del 27" se crea -desde una política editorial precisa, la que patronea Barrall y lleva a puerto Castellet- esa "generación del 50". Pronto habrá deserciones: Caballero Bonald se aleja de esa estética social, con la que no se siente identificado. "No me salía ese tipo de poesía" afirmó, refiriéndose a una poesía social y comprometida, de lenguaje más o menos plano, que era lo pertinente dadas las circunstancias políticas del momento. Y renegará casi de su libro "Pliegos de cordel", escrito bajo esas consignas ("el libro que menos quiero", afirmó).
Señaló Caballero Bonald la pulsión autodestructiva que guió a muchos de los integrantes de este grupo generacional ("con un gusto estimable por el consumo de bebidas alcohólicas. Y de la misma estatura", aseguró con humor sobre sus coetáneos). De hecho, él se considera un superviviente. Pues todos -excepto Francisco Brines- han fallecido ya. Lo que otorga a Caballero Bonald, como señaló Francisco Ruiz Noguera -coordinador de estas jornadas-, al comienzo de la tarde, la rara cualidad de ser "un clásico vivo".