Me he atascado en la página 255 -la novela tiene 596 páginas. Quizá sea ese su problema: su longitud. En este tramo del libro apenas han pasado un par de cosas sorprendentes. Se suceden descripciones un poco tediosas -por ejemplo, la del edifico de la Heladera Spring Fresh, págs. 175-6; qué demonios son unas "balaustradas circulares" si dan a un atrio o patio cubierto, quizá sea un problema de la traducción. Y los diálogos son simplemente funcionales, les falta chispa.
Se va entrecruzando una segunda línea argumental, con un detective más bien odioso, que tampoco engancha.
Ay, no sé si seguiré leyendo. Me las he leído toditas, todas las novelas del
Alfabeto del crimen -y tengo todos los libros. Pero no sé si la acabaré. Para deciros que me voy a comprar una biografía de San Isidoro de Sevilla porque me atrae más....
(Desde luego me gusta más la grafía
whisky que el
güisqui que aparece en el diccionario de la Real, de regusto
cheli ).
Sue Grafton, "W de whisky". Barcelona, Tusquets, 2015.