Vaya por delante
que Pedro Martínez Domene es, a no dudarlo, uno de los mejores escritores en lengua
española; tanto por sus obras de literatura infantil (Las
ratas del Titanic) y juvenil (Después
de Praga nada fue igual, Conexión Helsinki), como por aquellas en las que ejerce como crítico (en Cuadernos de Sur o en la revista Turia) y ensayista (Disidencias).
En esta novela nos ofrece un relato que se
bifurca en dos hilos narrativos. Uno, actual, que tiene como protagonistas a
los jóvenes hermanos Galaor, Jorge y Diego; otro, ambientado en el siglo XVII, en un beguinato de Brujas, donde viven esas piadosas mujeres, las
beguinas, que acogen en su comunidad a soldados españoles heridos para
cuidarlos…En esa comunidad también se refugia Elisabeth, una joven cuyo marido ha de marchar a la
guerra.
Los hilos de ambas narraciones se van entrecruzando a raíz de la
investigación –poco ortodoxa, a decir verdad- por parte de Diego sobre unos
hechos que ocurrieron en ese beguinato, en el contexto de las guerras de
Flandes, concretamente en los momentos del cerco de Ostende. Diego está
empeñado en reconstruir una hipotética historia que se vertebra en torno a ese
lugar donde conviven esas mujeres piadosas, laicas, que no están atadas por
votos (no son monjas) y que por lo mismo suscitan tanta suspicacia, en cuanto a
su ortodoxia y a la rectitud de sus intenciones, en las altas instancia
eclesiásticas.
Uno de
los elementos más destacables es el lenguaje escogido por el escritor para
expresar la voz del familiar de la Inquisición Diego de Santo Domingo y el
superior de éste, Giordano, así como las peripecias de la joven Elisabeth y el capitán
español herido, Jorge de Deza. Un registro culto, elaborado, con estructuras
sintácticas de cierta complejidad, que, en contra de lo que pudiera creerse, es
de fácil lectura, por su transparencia y su innegable belleza. Sin duda es una
apuesta arriesgada, pero de la que M. Domene sale airoso, para felicidad del texto
y para goce del lector.
Hay en el libro sorpresas simpáticas, como
esa monja navarra que no carece de humor; o ese personaje entrañable, Nafii, un
picarillo en toda regla. Y esa pintoresca historia que relaciona la ciudad de
Brujas con la localidad malagueña de Casarabonela… También hay otros elementos
más dramáticos como el accidentado viaje (a través del Eurotúnel) de Jorge, que
va a reunirse con su hermano Diego a petición de este. Pero, sobre todo, los
elementos trágicos se concentran en lo relacionado con el proceso inquisitorial
abierto a las beguinas y el subsiguiente auto de fe, así como la angustiosa
estancia del capitán español en el beguinato.
Una novela, en fin, que une el relato
histórico y la narración contemporánea con una soltura envidiable para dar
lugar a un artificio novelesco impecable. Los jóvenes no debieran perderse este
maravilloso libro; los jóvenes que todos llevamos dentro (más o menos visibles,
más o menos ocultos, según opciones) tampoco.
Pedro M. Domene. El secreto de las beguinas. Madrid, Trifaldi, 2016.
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