Muerte de un libro

30 de septiembre de 2011

Ja, ja ¡no me digáis que no es bueno! No me gusta descalificar a una cadena televisiva al completo pero sí a todos esos programas basura QUE NADIE VE.
Aunque yo creo que, en realidad, lo que se suicidan son las neuronas: una muerte masiva, una apoptosis fulminante que acaba con cualquier capacidad de pensar o de imaginar del cerebro.


La prueba del ácido

29 de septiembre de 2011

Ayer tuvo lugar al fin  la presentación:. Todo fue como la seda: ni me desmayé ni me caí de los tacones. Fue un encuentro agradabilísimo, entre amigos y amigas. Se habló de literatura y también del mundo del narco.Élmer Mendoza nos ofreció algunas de las claves de esa actividad delictiva, de sus orígenes históricos, tan globalizados, y del papel de los poderes públicos en las zonas afectadas, tan lamentable a veces. Las preguntas del público se dirigieron hacia las condiciones sociales y políticas de México antes que a cuestiones estricatmante literarias.
Yo hablé de los que considero protagonistas de la novela, el Zurdo Mendieta y el lenguaje. Un lenguaje con cierto grado de complejidad, en el que se entreveran jergas locales y hablas propias del submundo del narcotráfico, amén de préstamos del inglés o deliciosos arcaísmos. Todo ello construye un barroco y abigarrado retablo en el que vieven y mueren los personajes de la narración : la teibolera o bailarina del table dance Mayra Cabral, la agente Gris Toledo, y los narcos y los sicarios y hombres de pro (Gandi Olmedo y su hija Patricia, Leo McGiver, Richi Bernal, Kid Yoreme, Samantha Valdés, Lagarde. y su esposa Anita Roy, asesinada).
También hice referencia a esa violencia omnipresente, de la que ya no  sabemos  ya si es el haz o el envés de este mundo, tan íntimamente entrelazada aparece en él. Y al lenguaje como salvación, como forma de hacer inteligible la violencia pero también como forma de enfrentarse a ella. Y de la belleza, por la que merece la pena vivir; la belleza literaria para los escritores. Para el Zurdo Mendieta esa belleza, claro, es la sin par y desdichada Mayra Cabral de Melo.
Las preguntas al autor versaron sobre todo sobre la situación de México, de la guerra declarada por el presidente al narco  y de la situación real en la ciudad de Culiacán (estado de Sinaloa, México), donde nació y trabaja - es catedrático de literatura-  Élmer Mendoza.

(En la fotografía, Élmer Mendoza y una misma; por cierto que bromeé con el autor diciéndole que si él había sido capaz de llamar a su personaje Edgar Mendieta, yo a  mi próxima protagonista la llamaré Emilia Duque). 

Élmer Mendoza, "La prueba del ácido". Barcelona, Tusquets, 2011.
Centro Andaluz de las Letras, Málaga, 28 de septiembre de 2011.

Mañana en Málaga

27 de septiembre de 2011




Ya sabéis, mañana a las ocho, en el Centro Andaluz de las Letras, en calle Álamos, 24 (Málaga, España).
No me falléis. Ah, y las preguntas difíciles ¡al escritor!


26 de septiembre de 2011





Aphra Behn (1640-1689) era una mujer de armas tomar. No hay más que ver el retrato en el que aflora, apenas velado por las convenciones artísticas, un carácter fuerte, entre arriscado e irónico.
Se suele decir de ella (lo dijo en primer lugar Virginia Woolf y nos lo cuenta el traductor) que fue la primera escritora profesional de la literatura inglesa, lo que no es poco, dadas las circunstancias tan desfavorables en las que las mujeres tenían que moverse.
De su forma de ser nos puede dar una idea el comienzo de la novela "La hermosa casquivana" en la que, tras hacer una invocación al amor, dice: " ¡A cuántos idiotas les ha enmendado el juicio!¡A cuántos caballeros inmaduros ha curtido!¡A cuántos cobardes ha hecho valientes! "(pág.81).
A Aphra Behn se la conoce quizá más como dramaturaga pero estas dos novelas son dos piezas muy curiosas a las que merece la pena acercarse.


Aphra Behn, "Oroonoko o el príncipe esclavo. La hermosa casquivana".Traducción, introducción y notas de Juan Jesús Zaron Málaga, Universidad de Málaga, 2000.

Balas de plata

23 de septiembre de 2011

Desde las primeras páginas de la novela, ya sabemos que Edgar Mendieta es un policía distinto a los demás. Sabemos, por ejemplo, que acude a la consulta del doctor Parra para curarse de sus males del alma.
Sabemos que de niño sufrió abusos por parte de un sacerdote.
Sabemos, en fin, que piensa que la felicidad es una estupidez
no más....O por lo menos así se lo dice su terapeuta y él no rechista.
Entretanto, alguien va incrustando por ahí balas de plata en sujetos como Bruno Canizales, un abogado con dos caras, como Jano: una bien oscura y enlodada. Pero Paola Rodríguez lo ama y ahí tiene la excusa para acabar con su días. Porque, como decía un antiguo amante suyo "¿quién quiere vivir para siempre?" (pág. 27).

(Respuesta a la interrogación, que no es retórica: Elías Canetti. Y lo consiguió, porque murió mientras dormía, luego es bastante probable que no sepa que es hombre muerto).

La ilustración es un homenaje a un traductor que a su novela la llamó simplemente "Silber" ("Plata" en alemán).

Élmer Mendoza, "Balas de plata". Barcelona, Tusquets, 2011. Colección Fábula.

Élmer Mendoza en Málaga

22 de septiembre de 2011

El escritor mexicano Élmer Mendoza (Culiacán, México, 1949) estará el próximo miércoles 28 en Málaga, en el Centro Andaluz de las Letras. Nos presentará su recentísima novela (ha salido este mes) "La prueba del ácido"; una novela negra en la que vuelve como protagonista el detective Edgar, el Zurdo Mendieta, protagonista también de "Balas de plata".
La encargada de presentar el acto será... Una Misma. De modo que no me falléis, allí nos veremos el próximo miércoles. (Sí, un poco nerviosa sí que estoy, es un honor presentar a Élmer Mendoza y que hayan pensado en la responsable de este blog para ello).

Élmer Mendoza, "La prueba del ácido". Barcelona, Tusquets, 2011.

Centro Andaluz de las Letras de Málaga, calle Álamos 24.

Carolina Grau

18 de septiembre de 2011


La narración empieza rehaciendo El Conde de Montecristo, la formidable narración de Alejandro Dumas: el abate Faría es quien se fuga de la inicua prisión del castillo de If en lugar del pobre Edmundo Dantés.
Bueno, hasta ahí bien. Es legítimo tomar los personajes literarios prestados y moverlos en la propia narración al antojo de cada cual: allá cada uno con sus posibilidades.
Después, el cambio del tono narrativo es tan drástico que casi suena a tomadura de pelo: Brillante, un niño especial, que nace así, brillante, con un halo luminoso y que vomita oro...
(El nombre de Carolina Grau, como un talismán que va saltando de relato en relato).
Tendré que seguir leyendo para emitir un juicio porque la verdad no sé qué pensar. Ya os contaré.

(En la ilustración, oleo de John Wiliam Godward, en el que se basa el diseño de la portada del libro).

Carlos Fuentes, "Carolina Grau".Madrid, Santillana, 2011.

Malas de verdad.

13 de septiembre de 2011



Ya está calentito, recién salido del horno, mi artículo "Malas de verdad" en la mejor revista de género negro de todos los tiempos Calibre.38. Ahí podéis degustarlo, todo gratis. Y sin colesterol.

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Doña Phyllis

9 de septiembre de 2011


Yo, de mayor, (ya lo he dicho otras veces) quiero ser doña Emilia Pardo Bazán. Pero tampoco estaría mal ser doña Phyllis Dorothy J., que nació allá por 1920. O sea, bastante cerca del siglo XIX. Quizá por o eso, o por simple afinidad (es lo más probable) resulta tan decimonónica; tanto casi como mi adorada escritora gallega. Con sus descripciones minuciosas, sus diálogos trabajados, su imaginación tan verosímil.
De lo que sí carece doña Phyllis es de sentido del humor, aunque quizá no le haga falta e incluso puede que le estorbase en su novelística. L o que sí sorprende de la oxoniense (nació en Oxford, no por doctorarse allí) es por el agudo retrato psicológico de sus personajes. Personajes que establecen insólitas relaciones entre sí; en este caso, una señora católica ya mayor y un pilluelo de diez años, quienes abren el relato. Luego, como es habitual, el comandante Adam Dalgliesh se hará cargo del caso. Y la inspecora Miskin...

(Quien lea las primeras páginas de la novela comprenderá el por qué del salmón ahumado como ilustración).

P. D. James., "Sabor a muerte". Barcelona, Zeta, 2011.

Inés Joyes

6 de septiembre de 2011


Inés Joyes sigue siendo un misterio. La vida íntima de esta mujer de origen irlandés, que vivió entre los siglos XVIII y XIX (muere en mayo de 1808), se nos hurta aunque nos hable, con voz decidida, en su Apología de las mujeres. Un ensayo que pone al frente de su traducción de la novela de Samuel Johnson, El príncipe de Abisinia. La Apología se incardina en una tradición polémica sobre el talento de las mujeres, que se remonta al siglo anterior por lo menos, y en la no menos candente cuestión ilustrada de la educación y el papel de las mujeres en la sociedad.
Mónica Bolufer ha hecho un excelente trabajo de investigación para descubrirnos el contexto material y cultural en el que se desenvolvió la vida de Inés Joyes, aportando datos interesantísimos y documentos tan singulares como el testamento de Inés Joyes o su carta de dote, hecha al contraer matrimonio con Agustín Blake.
El libro de Bolufer incluye el texto de la Apología, así como el brillantísimo comentario de ésta en el capítulo, La apología de las mujeres. Texto y contexto cultural.
Un libro, en fin, muy interesante que nos ayuda a comprender ese siglo XVIII español, tan lleno de luces y aún de sombras.
De la novela de Samuel Johnson hay edición en el mercado español.

Mónica Bolufer Peruga. La vida y la escritura en el siglo XVIII. Inés Joyes: Apología de las mujeres. Valencia, Universitat de Valencia, 2008.

Samuel Johnson. La historia de Rasselas, príncipe de Abisinia. Introducción, traducción y notas de Pollux Hernúñez. Madrid, Alianza, 1991.