El secreto de Christine

14 de septiembre de 2013


A veces, sí, merecen la pena las segundas oportunidades. En agosto empecé a leer esta novela y la abandoné pocas páginas después. Ahora, en septiembre, la he retomado -después de acabar mi propia novela, exhausta con su escritura. Y ha merecido la pena. A pesar de que en la página 144 ya sabía quién era el "culpable", eso no me importó. Banville, perdón Mr. Black, crea un universo propio de una densidad emocional verdaderamente singular. No importa tampoco que haya giros melodramáticos, folletinescos, propios de la novela por entregas: la impecable escritura, salpicada por destellos absolutamente magistrales, lo salva todo, al conjunto de la novela en su totalidad. Banville es, además, un constructor de escenas muy convincente; la solidez de la puesta en escena se dramatiza con unos diálogos que acaban en giros inesperados, en ángulos muertos que sólo una imaginación literaria puede iluminar. Y lo hace de forma magistral.
 El ejemplar que yo tengo se compraba junto al periódico El País por poco menos de dos euros, creo. Sean bienvenidas estas iniciativas, y no tanto papel fotográfico desperdiciado en otros suplementos para informarnos quién está preñada de quién y semejante lindezas. Que aunque parezca que coincide con la materia de la novela de Banville -sí, hay un bebé y una paternidad no deseada- por cien mil espéndiles que no es exactamente lo mismo.
 Temí haberme equivocado cuando le dije al dueño de la papelería donde compré libro y periódico que era un autor muy bueno. Y sí que lo es. Chapeau por Black/Banville.

Benjamin Black, "El secreto de Christine". Madrid, El País, 2013.

Hadas en la caverna

12 de septiembre de 2013









Hadas en la caverna...Sí: el libro de Remedios Zafra, "(h)adas" en lacavernadeplaton.com, quizá la mejor revista electrónica de filosofía del panorama actual...
La reseña la hago yo, pero el mérito es de Remedios, una ensayista original y creativa como pocas; merece la pena leerla.


http://www.lacavernadeplaton.com/resenasbis/zafra1314.htm

Remedios Zafra, "(h)adas". Madrid, Páginas de Espuma, 2013. 

La escritora asesinada

11 de septiembre de 2013

No se le ha dado mucha relevancia en la prensa nacional a esta noticia. Que un señor inteligentísimo que pega patadas a un pellejo relleno de aire, sí es noticia en mil modos y maneras. Pero que a una escritora la asesinen, eso carece de importancia.
A Sushmita Banerjee, de cuarenta y nueve años, la secuestraron y asesinaron en la ciudad afgana de Sharan el pasado cinco de septiembre. Sushmita -de nacionalidad india- es autora de una autobiografía en la que narra su huida de los taliban, obra publicada en 1995, y que luego sería llevada al cine en la India en 2003. También escribió otros libros como "Las atrocidades de los talibán dentro y fuera de Afganistán". En la actualidad se estaba documentando sobre las condiciones de vida en la ciudad afgana para su próximo trabajo. Por supuesto se negaba a llevar burka. Por supuesto era un riesgo volver a Afganistán. Pero alguien no perdió la ocasión de asesinarla -a ella; a su marido lo maniataron pero lo dejaron en su casa. Qué fácil resulta acabar con una vida. Qué difícil luchar contra tantos intolerantes criminales que no respetan ni el derecho más elemental que es la vida -pero una vida digna, con publicidad, con libros, con decir lo que se crea oportuno y lo que se se vea justo. Más aún sólo con las letras, sólo con la palabra.
 En la fotografía, Sushmita Banerjee. No he encontrado traducción española de sus libros.

Noches en Bib-Rambla

7 de septiembre de 2013


   Que bajo el epígrafe "novela histórica" caben novelas muy diferentes nos lo demuestra Carolina Molina con esta obra. La autora no sigue aquí el modelo walterscottiano que, surgido a principios del XIX, se nutre del medievalismo y busca en la aventura -una aventura con sus correspondientes dosis de intriga, violencia y trama amorosa- su razón de ser. Este modelo hizo fortuna, mediado el siglo XX, en el cine, y realimentó a su vez a la novela histórica, dotándola de una iconografía reconocible y unas técnicas narrativas específicas. (Y revive con sorprendente vigor en series televisivas actuales).
   Hay, no obstante, otros modos de narrar el pasado. Y Carolina Molina, para narrar el XIX y para narrar una ciudad también -Granada- recurre a modelos del realismo decimonónico. Un realismo que llevaría a su cumbre Galdós, autor al que la autora hace un homenaje explícito utilizándolo como personaje (págs 321-24). No es, sin embargo, una novela que se limite a utilizar recursos literarios ya prescritos para alcanzar las necesarias cotas de verosimilitud. No, Carolina Molina utiliza con sabiduría los elementos que le son necesarios para configurar su narrativa pero sin resultar una copia mimética. Por ejemplo, elude las descripciones morosas del realismo del diecinueve que quizá aburrirían al lector contemporáneo. En cambio, utiliza con gran habilidad el diálogo; un diálogo fresco, sin excesivos coloquialismos, que va pintando las situaciones y describiendo a los personajes con una vivacidad inusitada.
   Sobre estos personajes cabe decir que sorprende de forma grata el elenco de personajes femeninos de la novela. Pues siendo su protagonista un hombre -Max Cid-, aparece rodeado de mujeres de diversa consideración, desde la odiosa Benajara, hasta las fascinantes Francesca y Valeria, la sensual Rosita o la más difusa aunque a veces enigmática Alma. Son mujeres muy creíbles en ese contexto histórico; mujeres únicas sin ser excepcionales, únicas por tener un perfil humano propio, pero en absoluto inverosímiles por sus acciones o su forma de pensar. Éste es uno de los grandes aciertos de la novela, esos personajes femeninos que destacan por su calidez -bueno, menos alguno, que malas también ha de haber- y por su capacidad para conectar con el lector. Los otros aciertos son la transparencia de su escritura y la amenidad resultante. Con ello, la autora nos lleva por los entresijos de esa Granada encantadora y desidiosa a la vez, hermosa y empeñada con singular tozudez -por obra y gracia de alguno de sus vecinos- en la destrucción de su patrimonio histórico
   Una novela deliciosa, en fin, en la que nos encontraremos a personajes importantes de la historia granadina -literaria y artística sobre todo- y un marco histórico perfectamente documentado y reconocible. Todo desde la peripecia vital de un Max Cid al que iremos tomando cariño -aunque a veces le daríamos un tirón de orejas...Esperamos la continuación de la saga de los Cid que, con técnica muy del XIX, nos adelanta ya al final del libro. Continuará. (¿El personaje central será una periodista...?)


Carolina Molina, "Noches en Bib-Rambla". Barcelona, Roca Editorial, 2012.

A solas

2 de septiembre de 2013



Desde la asociación "Clásicas y Modernas", a la que pertenezco, me envían información sobre este festival de artes escénicas que se celebra en Madrid. Talleres, charlas y espectáculos protagonizados por mujeres de tres continentes. Un lugar perfecto para intercambiar experiencias y para comunicar ideas.
Desde mañana y hasta el ocho de septiembre.

La crítica en un vaso


Estupenda forma de empezar curso literario...Con una bonísima reseña de Pedro Domene. Aquí os dejo el enlace por si os apetece leerla. (De "Al sur de la nada", of course).




Por qué Amparo Muñoz

1 de septiembre de 2013

Cuando presenté mi libro en Granada, en la Biblioteca de Andalucía, uno de los asistentes me preguntó por qué Amparo Muñoz. Por qué  había escogido a Amparo Muñoz como protagonista de una de las novelas, no casaba bien con las otras dos protagonistas, que tienen hondas resonancias literarias e incluso conexiones biográficas.
Con sorna, repliqué que no estaba pagada por la revista Hola ni nada de eso. Ya más en serio dije que por qué no. Toda vida es susceptible de ser novelada, y la de Amparo, además, contiene ingredientes que muestran luces, brillos y sombras de una forma muy marcada.
Toda vida, por ser humana, es digna de ser novelada, por qué su fama y su belleza iban a ser una rémora a la hora de convertir su vida en materia literaria...
Cuando acabó el evento, le dije al asistente -siempre hay un príncipe preguntón, impertinente y curioso, en este tipo de actos- que vaya con la pregunta. Porque, encima, si es tu hermano quien te la hace...En fin, Mauricio, gracias por venir.

Herminia Luque, "Al sur de la nada". Benalmádena, e.d.a,  2013.