Paraíso no libresco

28 de febrero de 2011


Ésta es Málaga: un paraíso no libresco. Dos días festivos seguidos (domingo y día de la comunidad autónoma) y no hay donde comprar un libro....
Por supuesto, ninguna librería está abierta pero tampoco la Fnac (que sí está abierta en Madrid los domingos), ni un Vip´s (no lo hay), ni nada donde comprar un libro urgentemente...Esa necesidad, en esta bella ciudad del sur, no existe.
Los días festivos están hechos para gozzar con otras cosas (para comer, sobre todo: la oferta gastronómica es impresionante).
Ah, no se me ocurrirá otra: desear con desesperación un libro en puente festivo.

Maj y Per

27 de febrero de 2011

Sí, he vuelto con la novela de los hermanos Álvarez Quintero, digo del matrimonio Per y Maj, que tanto monta, monta tanto.
Lo que me desagradó tanto al principio fueron esos descuidos imperdonables, esas imprecisiones lingüísticas que quizá se deban a la traducción (las asistentas vestidas de negro tienen "blancas gorras almidonadas" pág. 63; ¿no serán más bien "cofias"?). O tal vez no (¿qué necesidad hay de decir "se duchaba con agua fría y se secaba con la toalla antes de vestirse"pág. 86; ejem, es que vestirse sin secarse es un poco incómdo ¿no?).
En fin, la descripción de algunos panoramas sociales no está mal. A ver si me la termino (sobre todo porque no tengo a mi penúltimo Bunetti ¡que ya está a la venta¿ Lo vi ayer en el blog cruce de cables).

(En la ilustración , los Gert Jonnys, un grupo musical sueco que floreció entre los 70 y loos ochenta -esta novela es de 1970).

Maj Sjöwall y Per Wahlöö, "Asesinato en el Savoy". Barcelona, RBA, 2010.

Pedro Antonio de Alarcón 55

25 de febrero de 2011


Sí, éste es el auténtico portal de la calle Pedro Antonio de Alarcón de Granada donde vivió Maldonado como opositor. Aquí vivió su felicidad de molusco y aquí cenaba sus calamares en salsa americana. Aquí no dejo de ser feliz ni infeliz: vivía en esa sopa amorfa que era su vida, en esa masa viscosa que era su protegerse de los demás para no sufrir (una elección como otra cualquiera). Aunque al final la vida siempre te reclama y te lanza por los derroteros más inesperados. Y no digamos la muerte, que nunca deja de cobrar su pieza y lanzarla donde siempre.
En este blog he hablado del Pedro Antonio de Alarcón escritor, de su novela "El clavo", una novela negra con todas las de la ley, interesante de verdad. Pero ahora lo traigo a colación como la calle donde vive -vivirá eternamente- mi personaje.

(En la ilustración, la autora y sus botas favoritas: las de tacón "inaudito" como diría mi coach).

Herminia Luque Ortiz, "Bitácora de Poseidón". Sevilla, Paréntesis, 2010.

El abrazo de las sombras

24 de febrero de 2011


Las ciudades no son lo que parecen. Una turística Siena, repleta de estudiantes-turistas de la lengua italiana, puede albergar una tenebrosa dimensión, un auténtico Reino Oscuro...
Éste es el escenario que escoge José Abad para su novela, una Siena estudiantil en apariencia despreocupada y jovial, pero sólo en apariencia.
Porque en los escenarios más convencionales, en las historias más triviales puede surgir el misterio.
El gran acierto de esta novela reside en la sutil infiltración del horror, de lo que no puede ser, de lo que niega la razón en la cotidianidad más palmaria.
Temas clásicos de la literatura de misterio como la presencia tangible del Mal, el Otro, la venta del alma al diablo o la endeble frontera entre locura y cordura, se deslizan en la vida de un estudiante, Jorge Eneco, y el conjunto de amistades que hace en la ciudad italiana.
La maestría de la escritura va dibujando un inquietante relato que va aumentando el desasosiego del lector hasta un no menos inquietante final.
Una novela, en fin, maravillosamente escrita en la que luces y sombras van tejiendo un fascinante relato que nos atrapa hasta el final.
La pena es que esta obra maestra no haya tenido la difusión -la publicidad, la distribución comercial, digámoslo con todas las letras- que merece.

(En la ilustración, la fuente con el bambino y la tortuga de la ciudad sienesa que tiene un especial protagonismo en la novela: "(...) Siena no era una ciudad, o no sólo una ciudad, sino un animal parecido a una gran tortuga. Una tortuga satisfecha dentro de su caparazón, de su edad, de su antigüedad, su lentitud, desde hace siglos" pág. 110).

José Abad, "El abrazo de las sombras". Granada, Dauro, 2002.

El misterio del cerebro

23 de febrero de 2011


Si a los crímenes sin resolver se les llama usualmente "misterios", qué mayor asunto sin resolver que el de la mente humana...Merece, sin duda, un investigador de la entidad de Antonio Damasio, un científico de primerísima fila que, además, tiene el gusto de exponer sus conocimentos para el gran público.
Este neurólogo trata de explicar en este libro dos misterios fundamentales: cómo el cerebro construye la mente y cómo ese cerebro consigue que esa mente sea consciente.
La base de este conocimiento la constituye la neurobiología, si bien es de resaltar que el propio Damasio señala la importancia de la psicología y la filosofía de la mente en la explicación de estos fenómenos. Ya resulta llamativa tanto la necesidad de una forma híbrida entre la monografía científica y la escritura ensayística para la exposición de las teorías de Damasio, cuanto la apelación de éste a la necesidad de unir humanismo tradicional y ciencia en pos de un mismo objetivo: reforzar la dignidad humana (pág.58).
Dos ideas de Damasio me han llamado poderosamente la atención: que "el cuerpo es fundamento de la mente consciente" (pág,44) , no existiendo una frontera bien definida que separe el cuerpo del cerebro ("el cuerpo y el cerebro se hallan inmersos en una danza interactiva continua", pág. 157), y que, frente a esa hegemonía adjudicada a la corteza cerebral, "el cerebro no empieza a forjar una mente consciente en la corteza cerebral sino que lo hace más bien en el tronco encefálico" y por tanto "la corteza cerebral no puede hacerlo todo ella sola" (pág. 364).

Antonio Damasio, "Y el cerebro creó al hombre". Barcelona, Destino, 2010.
(El título inglés del libro me parece más ajustado al contenido: Self comes to Mind).

Lo nuevo de Donna Leon

21 de febrero de 2011


Por ahí he leído que lo nuevo de Donna Leon se llamará "Testamento mortal". Y está al caer: el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer (Trabajadora).
Espero que sea consecuente con la Italia que contemplamos espantados: esa Italia berlusconiana que no hay por donde cogerla, en la que la corrupción (es decir, el robo aunado al poder; la inmensa, omnipresente coacción del poder político-económico) es el menor de los males porque sólo tienen visibilidad los casos con féminas de por medio... Ni al más mediocre libretista de vodeviles se le podía haber ocurido una cosa así (un Berlusconi así, me refiero).
La novela no es una fiel transcripción de la sociedad en la que surge pero tampoco suele permanecer impasible ante ella.

En la biblioteca

20 de febrero de 2011




El sábado nos reunimos unos cuantos amigos para hablar de literatura. Como a Juan Carlos Friebe le gusta señalar, en un lugar digno: una sala muy acogedora de la Biblioteca de Andalucía.
La excusa es que un autor lea sus textos y hable de su obra, del conjunto de su obra, y no sólo de una en concreto. Juan Carlos Friebe hizo referencia, con su calidez habitual, a mi única novela publicada "Bitácora de Poseidón". Esto me dio pie a establecer la comparación de mi propia literatura con un iceberg, por estar a la luz sólo el diez por ciento de su total. Yo preferí centrarme en mi faceta ensayística, si bien en la lectura combiné los aforismos con párrafos de obras de ensayo propiamente dicho. (El ensayo, a modo de reflexión con vocación narrativa).
Al final se estableció un ameno diálogo entre los asistentes, con eruditísimas aportaciones como las de Alfredo Arrebola, al que se las agradezco de todo corazón.

Encuentros en la Biblioteca. Herminia Luque Ortiz. Granada, sábado, 19 de febrero de 2011.
Presentación a cargo de Juan Carlos Friebe.

Película de terror

18 de febrero de 2011


Invierno. Una ciudad turística del sur. Un barrio con amplia fachada al mar.
Una mujer camina por la acera. Sus pasos revelan premura pero también inseguridad, congoja quizá. Ha dejado a su hijo de cinco años en el colegio (hoy dibujarán corazones con gruesos lápices de color). Hoy comerá macarrones. O eso cree.
De repente, aparece un hombre que blande un hacha. No tiene oportunidad siquiera de ofrecer resistencia. Desde un bar frontero contemplan horrorizados cómo la mujer cae exánime. Los parroquianos salen del establecimiento y ya sólo pueden detener al asesino, que se ve acorralado.
Ella yace sobre un inmenso lecho rojo. Sus miedos, sus caricias de madre, sus lunes, sus ansias, impunemente desparramados.

Vísteme de largo

17 de febrero de 2011


Ayer tuvo lugar la presentación del libro de Cecilia Quílez "Vísteme de largo".
Como refirió la también poetisa Isabel Pérez Montalbán, éste es el cuarto poemario de la autora. En él continúa, y va más lejos aún, en la exploración del lenguaje que realiza en los libros anteriores. Pérez Montalbán resaltó la originalidad formal de su poesía, en la que hay un equilibrio entre forma y contenido, adivinándose reminiscencias neorrománticas, surrealistas y otras de corte expresionista.
En el libro alternan poemas cortos y largos, así como forma muy breves, donde la dicción se condensa de una forma rotunda y clara. Estructurado en tres partes, el último, "Vísteme de largo" es el que le da título al libro.
Cabe reseñar el tema de la infancia,en especial en la primera parte ("Silencio sostenido") con numerosos vocablos que nos remiten a ella. Infancia que no es tratada com un paraíso perdido, sino como materia dura que hay que exorcizar. En esto coincidió con Isabel Pérez Montalbán, quien cree que la niñez no es esa etapa idílica, tratada en la poesía de los últimos treinta o cuarenta años de una forma tan reaccionaria.
La autora leyó algunos de los poemas del libro, con un una dicción contundente y hermosa.
La velada se desarroló en un ambiente íntimo y distendido, terminando con un agradable coloquio con los asistentes.

(En la ilustración, una fotografía de Cecilia Quílez).

Cecilia Quílez, "Vísteme de largo". Calambur, 2010.
Centro Andaluz de las Letras. Málaga, 16 de febrero de 2011.

Cita en la biblioteca

15 de febrero de 2011

No, no estoy nerviosa. Sólo un poco preocupada por la ronquera; a ver si voy a tener que llevar a alguien que lea por mí (bueno, también lo dejaría que se bebiera la cerveza por mí, de modo que si hay voluntarios....).
Nos vemos el sábado. A las doce. Una buena misa laica, de celebración de lo más hermoso: la literatura. Hasta entonces, amigos.

Encanto y compañía

13 de febrero de 2011

La editorial Funambulista nos presenta esta cuidada edición de seis relatos (echo en falta el índice, los he tenido que contar hojeando) de Edith Wharton. Un precioso libro de tapa dura con sobrecubierta de papel en la que se ha impreso la obra de Mary Cassatt Afternoon tea party, de deliciosa inspiración japonesa (yo he elegido como ilustración de la entradilla otra obra de la pintora norteamericana un poco más prosaica). El papel ahuesado tiene un tacto y una coloración perfectos.
Abriendo el libro se puede comprobar que ha recibido una subvención de la Dirección General del Libro. Benditos sean esos dineros y lo bien empleados que están (y no en subvencionar a tanto gañán en pantalón corto; bueno, éste es tema de otro blog).
El volumen toma nombre del título de uno de los relatos, si bien el que abre el libro ("Las vistas de la señora Manstey") bien podía llamarse "Desencanto y soledad".

Edith Wharton, "Encanto y compañía". Madrid, Funambulista, 2010

Sesenta y nueve lectores

11 de febrero de 2011

Sesenta y nueve seguidores tiene este blog, sesenta y nueve lectores como mínimo (mas las visitas diarias que son anónimas pues no dejan comentarios). Son sesenta y nueve, aunque no aparezcan todos con su recuadrito (¿alguien sabe cómo decirle a una plantilla de blog que los muestre todos? La mía no me deja).
Muchas gracias a todos. Como decía Umberto Eco, lo único que escribe uno para sí mismo es la lista de la compra. Y a veces hasta la escribes para tu pareja, apostillo yo.
La escritura, aunque sea en forma de modesta entradilla bloguera, tiene una vocación comunicativa esencial.
No se encienden lámparas para ocultarlas en una caja; no se escriben textos para que los lean las lámparas.
Sesenta y nueve seguidores. Bonito número.

Muerte entre poetas

9 de febrero de 2011


He leído con placer la novela de Ángela Vallvey. Me he atrevido con ella a pesar de ser finalista del premio más redondo y gordo del panorama literario español. A pesar también de la contraportada en la que se dice que en la novela “se hace un guiño a las viejas novelas de Ágatha Christie” (¿se podría predicar también de las novelas de Thomas Mann, un contemporáneo, que son “viejas”?) .

La novela de Vallvey, claro, no es sólo una novela negra. No porque la autora desprecie el género, pienso yo, sino porque es otra cosa. Con el pretexto de un asesinato se van tejiendo historias, muy al estilo de los Cigarrales de Toledo, de Tirso de Molina. Una obra que, curiosamente, no sólo comparte espacio escénico con la novela sino una estructura compleja en la que se van sucediendo historias que se abren como cajas llenas de sorpresas (la terrible historia de Cristina Oller, por ejemplo).

Se puede leer la novela como un roman à clef, tratando de desentrañar quiénes son los modelos reales de esos estrafalarios poetas que se reúnen en el Cigarral de la Cava, pero creo que no merece la pena. La cultura literaria y la garra narrativa de Ángela Vallvey hacen que disfrutemos de su escritura más allá de cualquier hipotético referente en el mundillo literario español.

Ángela Vallvey, "Muerte entre poetas". Barcelona, Planeta, 2009.

A mano o a máquina

7 de febrero de 2011

Sí, lo reconozco: he vuelto a escribir a mano. Mis textos más personales, los que hablan de mi vida íntima y cotidiana los escribo a mano. En libros en blanco ad hoc. Cuadernos como el de la ilustración, que tiene grabada una página de Balzac, de su Eugenie Grandet, con sus correcciones a mano del propio autor, y su firma, sus garabatos también (la creación nunca es rectilínea).
Empecé escribiendo mis diarios a máquina y ahora son manuscritos.
¿Y vosotros, queridos amogos? ¿Escribís ya siempre a ordenador? ¿O todavía os resulta placentero deslizar el útil de escritura -un pilot, por ejemplo- por papeles ahuesados, verjurados, encuadernados...?

Imagen corporativa

6 de febrero de 2011

Imagen corporativa de Herminia S.L, Productora de Ficciones y Literatura Mixta. Autora de novela negra, rosa, histórica, juvenil y con mala milk. Divulgadora del la Ilustración. Y bloguera.

Inés y la cocina


El libro viene -cosa rara- cuidadosamente envuelto en plástico transparente. Lo retiro y compruebo que, junto a la novela de más de setecientas páginas, hay ....un recetario de cocina. Yo (que jamás en mi vida he comprado un libro de cocina) veo con sorpresa que está escrito por la propia autora. Son recetas tradicionales, como el cocido madrileño o las migas con chorizo, que la protagonista, Inés, conoce y hace a lo largo de la novela.
No salgo de mi perplejidad: de acuerdo, para una señorita de pre y posguerra eso está muy bien (si es que apenas sbían hacer otra cosa) pero ¿por qué una escritora de fuste le dedica tanto tiempo a eso? ¿Es una pura concesión comercial de Tusquets? ¿Qué necesidad había de ello?
Es que siempre estamos en lo mismo, entre recetas y costuras, resulta muy difícil sacudirse ciertas etiquetas y colocarse ya, de una maldita vez, en la Literatura con mayúsculas y sin distingos de género. No creo que sea el caso de Almudena, que ha demostrado de sobra su competencia literaria, pero no sólo hay que serlo sino hasta parecerlo en los detalles más nimios.

Almudena Grandes, "Inés y la alegría". Barcelona, Tusquetes, 2010.

Microrrelato en Andalucía

3 de febrero de 2011

"Ensayar y cuantificar sobre Microrrelato en Andalucía no es tarea fácil" dice Pedro M. Domene en la introducción de este libro. Entre otras cosas, porque ni siquiera el género tiene un nombre consolidado (nanocuentos propone José María Merino en su nanoprólogo de seis líneas) y hasta hace bien poco no ha conseguido una legibilidad estética "una mirada tanto crítica como teórica, un público lector interesado" (pág.9).
Sin embargo, pese a estas dificultades, el escritor y crítico Pedro M. Domene realiza un trabajo de edición absolutamente impecable, con una solvencia y un dominio del panorama literario inmensos. Destacamos tanto su afán por centrar el género en una tradición y tratar de encontrar un mínimo común denominador a este tipo de narraciones, como su capacidad para dibujar un preciso mapa en una geografía literaria verdaderamente compleja.
Los microrrelatos poseen características muy diferentes, que se manifiestan ya en la distinta extensión de los mismos (desde una sola frase hasta dos páginas) y prosiguen en sus diferentes estéticas (de índole fantástica o de corte realista, como puro juego verbal o con fuertes implicaciones intertextuales).
Entre los autores seleccionados están Manuel Talens, Ángel Olgoso, Francisco Ortiz, Guillermo Busutil, Fernando Iwasaki, Hipólito G. Navarro, José Manuel Benítez Ariza y alguna escritora (pocas) como Lara Moreno.
Un libro imprescindible que es a la vez, como no podía ser de otra manera, una lectura deliciosa y amena.

(En la ilustración, portada del libro-revista -217 páginas).

"Microrrelato en Andalucía". Edición de Pedro M. Domene. Revista literaria Batarro, números 51-52-53. Año 2007.

Riñas de gatos


Ayer estuvo en Málaga Eduardo Mendoza, último premio Planeta entre otras muchas cosas. Supongo que estaría muy bien, tanto su intervención como de Guillermo Busutil, su presentador. Supongo. Y lo supondrán también las personas que se quedaron fuera del salón de actos del Museo Picasso a causa de una deficiente organización que no previó que el aforo podía ser insuficiente y no arbitró ninguna medida al respecto.
Muchos seguidores del autor, integrantes de clubes de lectura (lectoras sobre todo) incluidos, preguntaban si no podían quedarse de pie en los laterales y hasta pidieron que, por favor, no cerraran las puertas y pudieran oír la intervención de Eduardo Mendoza desde el vestíbulo... Ello ante la impasibilidad de un servicio de seguridad, como caracteriza al de Museo Picassso, con su alta dosis de antipática ultraeficacia.
En fin, yo abandoné las inmediaciones del recinto antes de que aquello se convirtiera de verdad en una riña de gatos.