Las primeras cien páginas

31 de marzo de 2011


Es fácil empezar una novela. Como en el chiste de la persona que quiere dejar de fumar: es fácil, yo lo he hecho decenas de veces...
Es fácil escribir comienzos de novelas (Italo Calvino ya fantaseó con la posibilidad de escribir una novela sólo hecha de comienzos de novela).
Es fácil escribir las cien primeras páginas de una novela.
Lo difícil es redondearla, sacarla adelante sin que ella o tú desfallezcais, seguir creyendo en un proyecto que quizá llevabas mucho tiempo en la cabeza y que, en su realización, no se parece en nada a la novela que tú creías tener pergeñada...
Es difícil acabar una novela. Como en otras actividades fisiológicas, es algo que debes hacer tú solo, que nadie puede hacer por ti. Ahora que incluso pueden parir por ti (en Estados Unidos están permitidos los llamados "vientres de alquiler"), nadie, nadie en absoluto puede escribir por ti.

(En la ilustración, un manuscrito de Benito Pérez Galdós; la cocina de la escritura).

Kate y Berthe

30 de marzo de 2011


Si tuviera que comparar una artista con la escritora Kate Chopin, elegiría a Berthe Morisot. No sólo porque ambas son mujeres y contemporáneas, sino porque comparten algunos recursos estilísticos, cada una en su disciplina, literaria la de Chopin, pictórica la de Morisot. Esos recursos serían la búsqueda de la belleza del momento, la ligereza de la descripción de los motivos, la no insistencia en la perfección...como si ambas comprendiesen que no hay un arte perfecto, sino una recreación gozosa de lo pintado, unido con sutileza al placer mismo de pintar....
No hay grandilocuencia en las obras de estas mujeres, sí aguda observación.

(En la ilustración, Mujeres cortando flores, de Berthe Morisot).

Kate Chopin, "El despertar". Madrid, Hiperión, 2005.

Cecilia en Serrano, 52

28 de marzo de 2011


Cecilia Quílez presenta el jueves en Madrid su poemario "Vísteme de largo". No dejeis de acudir: Cecilia es una poeta excelente y tiene una voz maravillosa; no os defraudará. Yo, desde estos sures, le mando un fuerte abrazo y mis mejores deseos para una jornada tan especial.
("Ni dama, ni niña, ni poeta,/ni rara aleación de lo correcto", pág. 29).

Cecilia Quílez, "Vísteme de largo". Madrid, Calambur, 2010.

Angel Talián

26 de marzo de 2011

Hoy ha sido el turno de Ángel Talián en los Encuentros de la Biblioteca, en la Biblioteca de Andalucía. Ha sido presentado por Mónica Francés quien, junto con el poeta, al alimón, en un ejercicio prodigioso de dicción escénica, ha recitado el extenso poema "La paciencia la paciencia salvaje". Un poema, denso y cercano a la vez, en el que la vida cotidiana se conforma a modo de poética, citándose en él, con nombres y apellidos a otros poetas; como si la cifra de los días no pudiera encerrarse sólo en los objetos cotidianos que rodean al poeta sino en las palabras cifradas de otros tantos que escribieron antes que él; la vida como poética, como enseñanza y regla del escribir poéticos.
Ángel Talián ha leído luego otros poemas, en algunos de los cuales la ironía sobresale provocando incluso efectos hilarantes (como en ése en el que se burla de esos miles de poemas del último medio siglo de la literatura española en los que aparece siempre Lisboa...). O una preciosa "Calderoniana", o una poética en "Yo es otro", donde bromea con el deseo de que los poemas se los escriba "el otro".

(En la ilustración, retrato de la actriz llamada "La Calderona")

Ángel Talián. Encuentros en la Biblioteca. Presentado por Mónica Francés. Granada, sábado, 26 de marzo de 2011

Gastronomía isleña

23 de marzo de 2011


Novela negra y gastronomía han hecho buenas migas desde siempre. Y hasta en la paupérrima Cuba no se come mal según quien guise, a decir de Padura, que en el libro que me acabo de leer nos ofrece una -para mí- exótica receta de un ajiaco a la marinera (pág.65) o un pollo frito a la Villeroi (sic) (págs.219-220) que, por ración, llevará unas dos mil o dos mil quinientas calorías...todo ligth. Y hasta unos huevos fritos "puro realismo socialista" (pág.148) que se hace el Conde y que debían estar de pena.Menciona también un pollo con arroz chorreao que no debía estar mal (pág. 150) porque su amigo Flaco se comió tres platos y medio....
Me hace gracai la definición, por negación, del "esquivo aguacate" ,"ni fruta, ni vianda, ni verdura" (pág. 137).

(En otra entradilla hablaré de los personjes femeninos, que me gusta mucho menos cómo los traza Padura).

Leonardo Padura, "Vientos de Cuaresma". Barcelona, Tusquets, 2011 (4ª edición).

El despertar

20 de marzo de 2011


Acabo de descubrir a Kate Chopin. Ha sido a través de la escritora Laura Freixas, que la cita en un artículo de la revista "Mercurio". Y no he dudado un instante en pedir este título a la empresa Agapea ("libros urgentes" como se define en lema publicitario: por supuesto que la urgencia afecta a la lectura y a la posesión de un libro concreto también, por si alguien lo dudaba).
La dulzura del rostro de la señora de la izquierda no debe engañar: si nos fijamos, hay en su rostro un amago de sonrisa irónica, sin duda el inicio de la puesta en duda de algo o el gesto previo a una irónica expresión verbal; tras él se esconde una inteligencia y un talento en absoluto desdeñables.
Kate Chopin nace en 1851 (el mismo año que doña Emilia Pardo Bazán) en Saint Louis (Missouri) pero se traslada a vivir a Nueva Orléans tras su matrimonio. Y será en esta sociedad y en este paisaje sureños donde se ambiente su producción literaria. Una producción demasiado corta no sólo por la brevedad misma de su vida (muere con cincuenta y dos años pero poco más o menos con esa edad muere Balzac y su obra es ingente), sino porque empezó su carrera literaria relativamente tarde (primero había sido una esposa y madre como debía ser: no-escritora) y quizá también por la espantosa (cínica, despiadada) recepción de esta novela. Antes de "El despertar" había escrito otra novela y dos libros de relatos pero sin duda es ésta su obra más lograda por la caracterización de su personaje femenino (le dedicaremos otra entradilla más adelante).

(En la ilustración, una fotografía de Kate Chopin, née Katherine O´Flaherty).

Kate Chopin, "El despertar". Madrid, Hiperión, 2005.

Vientos de Cuaresma

18 de marzo de 2011

Mi amiga Eloísa sabe cómo acertar: entra en el blog, ve los libros que comento y una buena elección será siempre la de un libro de un autor que me haya gustado. En este caso es Leonardo Padura, de quien ya le leído "El hombre que amaba a los perros" y que comenté aquí. El libro que me ha regalado mi amiga es "Vientos de Cuaresma", de la serie protagonizada por el policía Mario Conde (no, los nmbres no son un destino; cada hombre se hace su destino). Empieza de una forma magistral, como corresponde al buen escritor que es. Luego se pone un poco melodramático cuando habla de las "noches de un policía" (como si los remordimientos o el dolor fueran patrimonio de una profesión, pero en fin). Luego la novela va avanzando con algunas formas de expresión muy convincentes, con una ordenación del material narrativo efectista y eficaz. Seguiré contando.

Leonardo Padura, "Vientos de Cuaresma". Barcelona, Tusquets, 2011.

Vidas prometidas

16 de marzo de 2011

Ayer fue presentada en Málaga, en el Instituto Municipal del Libro, el esperado libro de Guillermo Busutil "Vidas prometidas". Tras unas breves palabras de bienvenida de Alfredo Taján, el también escritor, político y profesor Antonio Garrido Moraga procedió a analizar algunas de las cualidades más relevantes de los trece relatos que componen este libro. Señaló el punto de vista "compasivo", la "mirada cervantina" del autor, que se pone en la piel de sus personajes, con los que comparte cierta identidad "en el cansancio de los sueños" (la cita es de Borges). Posee Busutil, continuó diciendo, una prosa con un ritmo excelente que acompaña a un "escribir minucioso"; es un miniaturista de la prosa comparable a un Miró o a un Azorín. Eso no significa que no exista un anclaje en la realidad, un compromiso del autor con ella (el propio Guillermo señaló después la relación de algunos relatos con el contexto social y económico que vivimos). Pero el compromiso del escritor es la propia escritura. "La verdad es el libro", sentenció Garriido Moraga.
A continuación tomó la palabra José Antonio Garriga Vela. Describió muy atinadamente a Guillermo como "un coleccionista de detalles" y su libro como "trece ventanas abiertas al interior". Si como se dice en el libro "cada emoción tiene su silencio", Busutil le pone palabras a esas emociones. E ilumina "la tragicomedia de la vida cotidiana", observándola como el mítico hombre con rayos X en la mirada. En en una inventada (ordenada, cercada por el caos) ciudad llamada Viviana, donde "nada se deja al azar".
(Muy al contrario de la vida que nos va llevando por azarosos, inesperados, no previstos derroteros, incumpliendo -la vida- sus propias promesas).

(En la ilustración , portada del libro; una portada preciosa para una edición cuidadísima de Tropo Editores).

Guillermo Busutil, "Vidas prometidas". Zaragoza, Tropo Editores, 2011.

Los perros negros

14 de marzo de 2011


Rara vez sucumbo a una recomendación. Más de uno y más de dos me han hablado maravillas de no sé qué libro con costuras (o sin ellas) y no pienso ni por los forros leérmelo. A este autor, en cambio, lo conozco por mediación de Francisco Ortiz, quien hace ya tiempo me habló muy bien de él. Y como me fío de su criterio tanto como del mío (o más quizá), me he decidido a comprar este libro.
Quizá no sea de las mejores obras del autor, el comienzo es curioso pero no apabullante. Sin embargo, estoy segura que la novela se encauzará y seguirá una senda adecuada. Eso espero. Y espero bien. Porque Francisco Ortiz no se equivoca así como así.

Ian Mc Ewan, "Los perros negros". Barcelona, Quinteto, 2009.

La educación de las hijas

13 de marzo de 2011


Mary Wollstonecraft hizo dos cosas por la humanidad, una voluntaria y otra involuntariamente. De la primera forma (no hay otra) creó su obra literaria y filosófica, siendo quizá la más conocidas y estudiada últimamente su "Vindicación de los derechos de la mujer". Otra es ser madre de Mary Shelley, la autora de "Frankenstein o el moderno Prometeo". Digo involuntaria, no por el hecho de ser madre (que pudiera ser), sino porque no pudo en absoluto influir en la formación cultural o en la vocación literaria de su hija, ya que falleció al poco de parirla. Como mucho, pudo transmitirle una dotación genética que incluyese cieta predisposición hacia los fenómenos lingüísticos y narrativos.
Esta obra que ha editado meritoriamente la editorial cántabra "El Desvelo" (nombre más que adecuado para este tipo de empresas en este tipo de país), es menos conocida. Hay que tener en cuenta que la obra fue publicada por su autora con tan sólo 28 años y ya mostraba, no obstante, una independencia de juicio y una capacidad intelectual cuando menos asombrosa en una mujer de su época. Es un tratado pedagógico muy al estilo del XVIII, cuando el problema de la educación de las mujeres tiene aún un carácter problemático, es decir, es el centro de un intenso debate. Nostros lo leemos también a modo de propedéutica de la "Vindicación...", el texto fundacional del feminismo de la igualdad.
El texto lleva un prólogo de Amelia Valcárcel, una de las filósofas más brillantes y una de las mujeres más peleonas, en el buen sentido de la palabra, lo que se trasluce en su prosa llena de suave sarcasmo y contundentes frases. Así afirma de la autora -esta vez sin ironía- que es "una gran antepasada a la que entender, compadecer y admirar" (pág.35).

(En la ilustración, un retrato obra del pintor dieciochesco Thomas Gainsborough).

Mary Wollstonecraft, "La educación de las hijas". Santander, El Desvelo Ediciones, 2010.

Tramezzini

12 de marzo de 2011

En todos los sitios cuecen habas. Quiero decir que no sólo la impagable detective Kinsey Milhone (¿para cuándo la entrega en castellano de la "U"?) come sándwiches de mantequilla de cacahuete y hamburguesas sin tasa. El comisario Brunetti, por motivos de trabajo, a veces no puede llegar a casa donde la hija del conde Orazio Falier (su esposísima) además de ser una especialista en Henry James (oddio!) es también una consumada cocinera.....Ay, de esas mujeres que ya no quedan (aquí, tono irónico). (Ayer un compañero de trabajo me dijo que yo tenía pinta de que me gustase la cocina (que el Señor le conserve la vista).

Donna Leon, "Testamento mortal". Barcelona, Seix- Barral, 2011.

Leído Brunetti

10 de marzo de 2011


Ya he acabado la novela de Donna Leon. Es cierto que arranca pausadamente. El descubrimiento del cadáver es morosamente narrado en un primer capítulo, con un personaje, además, que parece que va a tener protagonismo en la novela y no es así (yo he pensado que quizá sea un homenaje privado a una persona real; quizá la mismísima que le reccoge el correo a Donna Leon cuando se ausenta de Venecia). Luego parece que ni siquiera hay caso: todo (o casi) apunta hacia una muerte natural. Y sin embargo, Brunetti, con la tozudez que lo caracteriza, se empeña en ir hasta el fondo de la verdad. Ahora ¿qué verdad? ¿Qué culpables? Hay en esta novela una importante reflexión sobre la vejez, tampoco ausente en otras novelas del ciclo, pero que adquiere aquí una densidad sentimental importante.
(Un descuido imperdonable -creemos que de la traducción- es hablar por dos veces del "cuñado" de Brunetti, cuando en realidad quiere decir "suegro"; espero que se subsane el error en próximas ediciones -páginas 274 y 276).

En la ilustración, San Francesco della Vigna, cuya fachada fue diseñada por Palladio, y que se cita en la novela. Cf. Andrea Guerra, "La fachada de San Francesco della Vigna en Venecia". Palladio, Fundación La Caixa, 2009. Catálogo de la exposición celebrada en Vicenza, Londres, Barcelona y Madrid.

Donna Leon, "Testamento mortal". Barcelona, Seix-Barral, 2011

Bye bye amor romántico

9 de marzo de 2011


Que el "amor romántico" no es más que una construcción cultural, ya lo habían hecho notar muchos y variados autores, desde historiadores, a filósofos o sociólogos. Pero en este libro se hace un exhaustivo análisis de este concepto con un enfoque multidisciplinar, haciéndose hincapié en la dimensión cultural de los sentimientos y especialmente del amor. Es decir, que el amor (nuestra idea de amor, la idea de amor más común) es el fruto de una sedimentación de ideas, imágenes, ritos, tabúes, relatos, en fin, que lo moldean sobre la base de un innegable sustrato biológico.
Se parte de la elaboración de las identidades y el género (desde una perspectiva feminista of course) para definir "enamoramiento" y "amor" y sus fundamentos biológicos y sociales, así como unas nociones básicas sobre sexualidad y las ideologías que lleva aparejadas ésta.
La segunda parte del libro tiene una dimensión histórica más acentuada, buscándose los orígenes del amor pasional desde la Antigüedad hasta el Romanticismo.
Por último, dando sentido al título de este libro se indaga en la construcción del amor como utopía emocional en la sociedad posmoderna (la mía, la tuya, aguerrido lector que has llegado al final de esta entradilla).

Coral Herrera Gómez, "La construcción sociocultural del amor romántico". Madrid, Fundamentos, 2010.

Día de la Mujer (Lectora)

8 de marzo de 2011


Hoy, 8 de marzo, Día de la Mujer (Trabajadora), tengo por fin en mis manos mi vigésimo Brunetti. Una mujer ha tenido que trabajar, sudar tinta, calentarse los cascos, estrujarse el cerebro para que los demás tengamos el placer de leer esta novela. (Eso por si alguien se cree que escribir es fácil: no, escribir es sacar de donde no hay, hablar de lo que no existe y hasta, en el peor de los casos, ofrecer al mundo lo que no necesita).
No me alargo más con la entradilla: me voy a la cama con mi Brunetti y todos los personajes que contenga el texto detrás (el primero que se cita es una traductora llamada Anna Maria Giusti).
Señor, qué orgía libresca. La mejor forma de celebrar el Día de la Mujer (Lectora).

Donna Leon "Testamento mortal". Barcelona, Seix-Barral, 2011.

La bella Imperia

6 de marzo de 2011

Ahora que he visto que se han reeditado los "Cuentos droláticos" de Honoré de Balzac, he rescatado la edición que yo poseo, la de Bruguera. comprada en librería de viejo. Aquí estos relatos se titulan "Cuentos libertinos", una adjetivación que vira demasiado hacia el siglo XVIII, cuando están escritos el el siglo siguiente y su ambientación es netamente medieval.
Tres de esos cuentos tienen como protagonista a la bella Imperia, una legendaria cortesana que acaba enamorándose perdidamente de un jovencito...
Mi modesto ejemplar también tiene los originales grabados que hizo Doré para estos relatos. Con ser de tan ilustre grabador, no añaden nada a la desbordante fantasía balzaquiana; antes bien la circuyen en pantagruélicas estampas o en insignificantes figuras femeninas.
Un Balzac juguetón y desmesurado, algo apartado -pero no tanto como él mosmo creía- de la sociedad de su Comedia humana.
La introducción es del erudito y novelista Carlos Pujol, quien con eficacia nos introduce en el abigarrado universo de estos relatos de regusto bocacciano.

Honoré de Balzac, "Cuentos libertinos". Edición de Carlos Pujol. Barcelona, Buguera, 1984.

Honoré de Balzac, "Cuentos droláticos". Barcelona, Cabaret Voltaire, 2011.

Disidencias

5 de marzo de 2011

Ayer viernes fue presentado el libro del escritor y crítico Pedro M. Domene "Disidencias". Después de una breve salutación de Pablo Monereo, el editor de la obra, Paco Torres, agradeció la ayuda de la Junta de Andalucía, tanto para la publicación como para la presentación del libro . En éste se reunen semblanzas de autores no especialmente reconocidos (Silverio Lanza, Carmen de Burgos, Samuel Ros o el pintor Gutiérrez Solana en su faceta de escritor) y por ello desconocidos del gran público.
El también escritor y crítico literario Guillermo Busutil habló a continuación de los lazos de amistad que le unen a Pedro M. Domene, y señaló la constante curiosidad del escritor por la literatura, así como su generosidad con los autores nuevos que van surgiendo sobre todo en el panorama de la narrativa. Los autores sobre los que habla en el libro, quince en total, tienen en común esa existencia en los márgenes de la oficialidad "islotes del exilio"o "islotes aristados" del interior posbelicista, según la metáfora de Busutil. Es decir, que la elección de estos escritores sólo ha dependido de la cronología (son autores que escriben en el siglo XX aunque muchos de ellos nacieran en el XIX), no de una ideología o un sesgo ideológico excluyente. Todos ellos, en suma, hicieron su contribución a la memoria civil de España,
Como señala Medardo Fraile en el prólogo de libro "(...) todo el que quiera bucear o iniciarse en esta literatura de Anteguerra o el Exilio, encontrará en este libro un trampolín seguro, una incitación siempre interesante para ampliar conocimientos, elegir afinidades o equiparse con un panorama de conjunto que no le ofrecen .de esas generaciones y esa época- los manuales literariso más al uso" (pág.8).
Pedro M. Domene, por su parte, habló de su pasión literaria, de su voluntad de ofrecer estos autores a los más jóvenes también (su vocación didáctica es clara), de un modo ameno y a modo sólo de aperitivo.
Un aperitivo sbroso, muy estimulante, que sin duda merece una segunda parte. Con más mujeres escritoras, bromeó el autor ante la consabida pregunta de por qué, sobre quince, sólo había dos autoras....

Pedro M. Domene, "Disidencias (en la Literatura Española del siglo XX)". Benalmádena Costa, E.D.A, 2010.
Centro Andaluz de las Letras, Málaga, 4 de marzo de 2011.

La obsolescencia del hombre

4 de marzo de 2011


Por raro que parezca (y desmintiendo incluso el análisis iconográfico que se pudiera hacer de la fotografía de la izquierda) la esposa-filósofa ocupa un lugar más destacado en la historia de la filosofía que el esposo-filósofo. En efecto, Hannah Arendt es una de las pensadoras más relevantes del siglo XX y en castellano sus obras han tenido la fortuna de ser traducidas y llegar así a estudiosos y apasionados de la filosofía (que no son siempre los mismos).
La editorial Pretextos publicó en 2007 la obra de Anders "Hombre sin mundo" y ahora en 2011 los dos gruesos volúmenes de "La obsolescencia del hombre".
En esta entradilla sólo me ocuparé de explanar la idea que da título a la obra. Según Anders, uno de los elementos trágicos que determina al hombre contemporáneo reside en que , por decirlo mal y pronto, dura menos que los objetos que fabrica. En un mundo maquinizado y cuasi perfecto, el hombre tiene que seguir enfrentándose a su propia mortalidad sin más recurso, como siempre, que él mismo. Él lo expresa así: "Aunque más testarudo que sus productos, el hombre es también más efímero, más mortal que éstos" (pág. 64).

(En la ilustración los filósofos Günther Anders y Hannah Arendt).

Günther Anders. "La obsolescencia del hombre". Valencia, pretextos, 2011.

Estereotipos

3 de marzo de 2011




Ruth Rendell introduce como personaje en su novela a una modelo, Nerissa. El personaje no es sólo el objeto de la obsesión (de una de las obsesiones, para mí que tiene muchas) de Mix, sino que actúa y tiene vida propia. O algo asimilable a la vida y la personalidad propias....
No deja, sin embargo, de ser un estereotipo (la Modelo, como el Ejecutivo Agresivo. el Rebelde sin Causa, la Mujer Rica...) propio de las novelas de intriga contemporáneas. Puede resultar atractivo y la fácil legibilidad del personaje cumple sin duda un papel en la narración, pero corre el riesgo de no superar ese carácter de estereotipo.
No en vano una modelo es un canon. Pero de belleza; raramente alcanza el valor canónico de un personaje universal.

(En la ilustración, la modelo Naomí Campbel en la recreación fotográfica de David La Chapelle del cuadro de Botticelli "Marte y Venus").

Ruth Rendell. "Trece escalones". Barcelona, RBA, 2011.

Literatura y bulbos

2 de marzo de 2011


Como mi aspiración es convertirme en una dama del crimen (eso sí, una dama un poco malhablada y de fuertes arrebatos, y con tacones, por supuesto), voy cogiendo hábitos de escritora británica del ramo. A saber, el gusto por la jardinería. (El modelo es el de pacífica escritora, amante de los bulbos y las rosas caninas, que escribe sobre crímenes atroces con la misma delectación). Hoy he plantado una dalia de color morado llamada, enigmáticamente, "Franz Kafka". Eso por la mañana. Por la tarde, sigo con mi novela negra (y roja, de sange, y blanca, de humor).

Trece escalones

A nadie -supongo- le gusta ser opción B. Pero como no creo que se entere, lo digo aquï: en vez de mi Brunetti (que no llega a las librerías hasta la semana que viene) me he decantado por una novela de Ruth Rendell. No estaba "El Minotauro", así que, encima, ha tenido que ser la segunda opción: "Trece escalones"-
El comienzo no es demasiado prometedor; los personajes son un un poco caricaturescos: un joven con el huevo kinder de tres obsesiones en uno (un criminal ajusticiado hace tiempo, una joven modelo y la fama). La señora Gwendolen Chawcer es una octogenaria soltera que dedicó gran parte de su vida a cuidar a su padre y ahora su tiempo lo dedica a la lectura (George Eliot, por ejemplo) y a fisgar a su inquilino obseso.
No me gusta que los escritores se burlen de los lectores compulsivos: se están tirando piedras a su propio tejado. Pero, en fin, la tradición la comenzó el mismísimo Cervantes.

Ruth Rendell. "Trece escalones". Barcelona, RBA, 2011.

El genoma oscuro

1 de marzo de 2011



Una de las cosas que me fascina (aunque no me sorprende) es la necesidad que tiene la ciencia, y sobre todo en su faceta divulgativa, de recurrir a formas de expresión puramente literarias.
Acabo de leer una noticia en la que se anuncia la existencia de fármacos que inhiben el desarrollo del cáncer actuando sobre el genoma oscuro, ese noventa y cinco por ciento de los genes que no determinan la aparción de ningún órgano o tejido, que no es ADN codificante, pero una parte de él produce moléculas de microARN que inactivan la expresión de los genes.
¿Ese genoma oscuro dejará de serlo cuando se conozca su funcionalidad al completo? ¿O conservará ese bello nombre? ¿Lo llamarán "genoma inexpresivo", frente al potencial de expresión de ese otro minúsculo porcentaje?
¿Será la ciencia el verdadero Reino Oscuro, el reino ignoto, frente a la literatura, ese eterno Reino Luminoso, el Reino Ebrio de Luz? El mal cediendo su nombre a la ignorancia, ese reino del mal circuido sólo por la literatura como lo expresa José Abad en su novela...