El lunes, Karnaval

15 de diciembre de 2012

El lunes presenta el novelista malagueño Juan Francisco Ferré su novela "Karnaval", recientemente galardonada con el premio Herralde de Novela.
Será una velada memorable. Ferré estará arropado por los escritores Antonio Garrido Moraga, Antonio Gómez Yebra y Pablo Aranda. Y por el numeroso público que, estoy segura, acudirá.
A las 20 horas, en el auditorio del Centro de Arte Contemporáneo, en Málaga. Nos vemos.

Algo memorable

12 de diciembre de 2012

¿Qué libro he elegido para estampar esta fecha inolvidable -12-XII-2012? Pues algo inactual, es decir con gran proyección de futuro; algo obsceno, es decir pulcramente vital; algo crítico con las instituciones de su tiempo -la Iglesia, el matrimonio, hasta el amor si me apuran-, es decir, algo tan necesario en pleno siglo XVI como ahora.
Blanca Periñán y Rogelio Reyes han editado, con toda la erudición posible, este texto de Cristóbal de Castillejo. Un libro que se creía perdido desde que el bibliómano con fama de rapaz Bartolomé José Gallardo lo abandonara a su suerte cuando tuvo que huir de Madrid, con la llegada de los Cien Mil Hijos de San Luis en 1823.  En el año 2005, una bibliotecaria de la Biblioteca Estense de Módena, Cristiana Aresti, lo descubre, aunque hasta este mismo año de 2012 no se publica esta cuidada edición en Cátedra Letras Hispánicas.
Merece la pena darse un paseo por esre texto tan curioso en el que asistimos a las peripecias de dos matrimonios mal avenidos que deciden...intercambiarse, pero con clerecía y latín por medio, como no podía ser de otro modo en la época. El lenguaje ofrece un punto de dificultad, a lo que contribuye sin duda la ortografía original, que trastoca las más de las veces  b y v, y utiliza c con cedilla entre otras cosas. Pero sorprende el tono desenfadado, la abierta procacidad con que se expresan los personajes. Como en la página 107, donde Costanza, mujer mayor, se queja de que su joven marido no la deja "preñada", o los parlamentos de Antón, donde despotrica contra su esposa, quejándose de lo que pide, entre otras cosas, de joyas y atavíos (pág. 95).
 En fin, una lectura encantadora para una fecha memorable. 


Cristóbal de Castillejo, "Farsa de la Costanza". Madrid, Cátedra, 2012. Edición de Blanca Periñán y Rogelio Reyes.


Sobre la educación

8 de diciembre de 2012


Al hilo de la entrada anterior, he recuperado una estupenda definición de Fernando Savater -uno de mis filósofos de cabecera- sobre la educación y sus finalidades. Está en el libro "Humanismo impenitente" en un breve capítulo dedicado a definir qué cosa sea el Humanismo. Como la educación es uno de los ingredientes fundamentales de éste, la coloca en el apartado segundo y escribe:
 "Importancia concedida a la educación. Y no sólo como transmisión de destrezas sino como curiosidad respetuosa por una tradición de logros culturales. La educación humanista no sólo consiste en "enseñar a aprender", en "fomentar la espontaneidad creadora del alumno", ni mucho menos en prepararla técnicamente, sino también en transmitir contenidos fraguados en la dialéctica de los siglos y en desarrollar la memoria de un legado pasado que da sentido al presente y abre el paso al futuro".

No sólo preparar técnicamente al alumno; no sólo adiestrarlo para hacerlo compinche de un orden económico mundial con tantas negruras y tantas injusticias. 

Gracias, señor Savater, por esta preciosa precisión.

(En la ilustración, ciudad ideal pintada por Piero della Francesca).

Fernando Savater, "Humanismo impenitente". Barcelona, Anagrama, 2000 (1990).

Y un ñordo

6 de diciembre de 2012



En el anteproyecto de la nueva ley educativa de 2012  o LOMCE puede leerse:
"La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía". Esto como aperitivo. Y prosigue más abajo "el nivel educativo determina su capacidad (la de un país) de competir con éxito en la arena internacional". Para remachar, prosigue diciendo que mejorar el nivel educativo de un país es "una apuesta por el crecimiento económico y por conseguir ventajas competitivas en el mercado global".
En un párrafo, nada menos que tres veces palabras que aluden a ese hecho de "competir", además de la palabra "arena" que nos remite nada más y nada menos que al odioso espectáculo del anfiteatro romano, donde peleaban bestias y humanos no menos bestias.
De modo que el objetivo principal de la educación es competir, por supuesto única y exclusivamente desde el punto de vista económico. Es decir, cooperar necesariamente en el injusto orden económico imperante y, a ser posible, pisándole el callo al vecino, que no es otra la esencia de la competitividad...
Esa es la finalidad de la educación...
Ingenua de mí, yo pensaba que educar era ayudar al alumno a sacar de sí mismo lo mejor, ayudándole a desarrollar sus potencialidades (su inteligencia, su creatividad, su capacidad de trabajo), educándolo con la transmisión de valores considerados buenos y positivos, e instruyéndolo con la transmisión de lo considerado valioso y susceptible de ser aprendido en una tradición que ha incorporado legado clásico, valores artísticos, Revolución Científica e Ilustración. Todo ello partiendo de una concepción humanista del saber, o sea, de la consideración de un saber que sirve al hombre -para sí y para la comunidad en la que se inserta- y que lo hace más libre y más digno, con más herramientas de reflexión crítica y con más capacidad para el disfrute intelectual y estético de los bienes culturales a su alcance...Preparándolo, claro, con las herramientas conceptuales y los procedimientos adecuados que le faciliten una formación para un desarrollo laboral concreto. Pero no es función exclusiva de la educación preparar "curritos" que se adapten bien a las precarias condiciones de un mercado laboral, enseñándoles a la vez  que hay que enseñar los dientes, que hay que amedrentar al vecino para conseguir tu puesto laboral o tu riqueza...Que el mundo es una guerra de todos contra todos y cada uno  que mire por su pellejo.
 Yo creo que incluso puede decirse que esa declaración de intenciones con respecto a la educación (ojo, con respecto a personas que van a recibir esa educación) es anticonstitucional. Pues en el artículo 27. 2 de la Constitución española de 1978 -cuyo trigésimo cuarto aniversario se cumple hoy- puede leerse:
"La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales".

Educar para la libertad y para el desarrollo del individuo y de la conviencia democrática es el objetivo de un sistema educativo.

¿Educar para la competitividad? Y un ñordo, señor Wert.

Congratulaciones

30 de noviembre de 2012

Ayer oí la noticia en la radio mientras estaba en la cocina.  Aunque estaba sola, no pude evitar el gesto de levantar las manos, con los puños cerrados, y decir para mí misma: ¡Bien!
Me alegro muchísimo de este reconocimiento: el premio Cervantes no es uno más sino el galardón por excelencia de las letras españolas. Y Caballero Bonald es un escritor total, con un registro estilístico muy variado y una altísima exigencia estética.
En otra entradilla hablaré de su novela "Ágata ojo de gato" y del profundo impacto que me produjo su lectura. Pero también me gustaría hablar del poeta insobornable, un punto altivo, de léxico riquísimo y estructura gozosamente barroca. Creo haberle escuchado alguna vez la afirmación de que no le está permitido escribir mal, algo que puede entenderse como un don o como una fatalidad. En todo caso, sea o no verídica la anécdota, tiene más razón que un santo. Caballero Bonald es incapaz de escribir mal -es decir, sólo sabe escribir excelentemente- y eso tenía que acabar reconociéndose.
Mis congratulaciones.

(En la fotografía, dedicatoria de José Manuel Caballero Bonald en su libro "Somos el tiempo que nos queda" a Herminia Luque).

Tarde malacitana

25 de noviembre de 2012


El pasado martes el novelista y polígrafo Juan Eslava Galán estuvo en Málaga presentando su libro "Ciudades de la Bética". Dentro de los vastísimos intereses y la inmensa erudición que posee este autor, el mundo romano ocupa también en ellos un lugar importante.
Es, como confesó el autor, un libro que se debía a sí mismo. Por un lado porque con él recupera una de sus vocaciones frustradas, la arqueología -una afición, un deseo de saber sobre lo antiguo que lo acompaña casi desde la infancia, desde aquella primera excavación de una villa romana en las inmediaciones de Peal de Becerro-; y por otro lado, por lanzar, casi a modo de desafío, una reivindicación. La reivindicación de que nuestros orígenes están en Roma; son, en todo caso, romanos y cristianos, no árabes ni islámicos. En lugar de reivindicar a Almotamid, dijo el escritor, hay que buscar nuestros referentes en Columela o Trajano.
La obra no es un libro de texto; Eslava Galán dijo que pretendía crear un libro entretenido y por ello ha recurrido al expediente de dos personajes que dialogan y hablan sobre esta fecunda Bética: Bonoso (su alter ego) y Angus, un militar escocés retirado, que le da la réplica. Los dos tienen en común, -aparte de ese afán erudito y esa invencible pasión por el diálogo- un antiguo amor, una mujer que, illo tempore, rechazó a ambos....
En esta obra, en fin, nos dice el autor, se demuestra que seguimos siendo romanos. A pesar de la reinvindicación orientalista de un Al-Andalus que desapareció barrido por los avatares de la historia y más aún, afirmó, tras un siglo XVIII que deslindó religión y estado.
La presentación fue extraordinariamente amena; Eslava Galán demostró, aparte de una apabullante erudición, una más que notable capacidad de transmitirla y de conectar con el público en cuestión.


(En la fotografía: no, Juan Eslava Galán no es parte de la colección del museo pero merecería serlo).

Juan Eslava Galán, "Ciudades de la Bética". Fundación José Manuel Lara, 2012.

La Esfinge

22 de noviembre de 2012

La Esfinge es un ser enigmático, mitad animal, mitad humano. Cruel y sabia, mata al incauto que osa interpelarla con sus acertijos banales y no halla la palabra adecuada.
Giorgio Colli (1917-1979), un filósofo original y erudito, la sitúa en los orígenes de una sabiduría arcana e insondable, raíces informes de un Logos que se transformará en género literario con Platón -el creador de la fabulosa fábula de la filosofía idealista, con su mundo ideal adherido cual concha preciosa al cuerpo baboso de la vida...
Este librito está lleno de claves interesantes; parece corto, pero hay que paladearlo para disfrutar con esos imprecisos orígenes de lo que creemos que nos acompaña desde siempre -la razón discursiva- y es más reciente incluso que nuestra idea de arte o el canon de belleza masculina.

(En la fotografía, la Esfinge de Delos).

Giorgio Colli, "El nacimiento de la filosofía". Barcelona, Tusquets, 2009.

Estreno

12 de noviembre de 2012

Estoy de estreno (y no de libro, ni siquiera de zapatos...). Estreno web. Aquí está:



  
                              www.herminialuque.com

(Abajo, Herminia Luque el 20 de octubre de 2012 en Almería)


Premio Herralde

9 de noviembre de 2012


Juan Francisco Ferré ha ganado el premio Herralde de Novela, uno de los galardones con mayor prestigio en este país.
De su libro "Mímesis y simulacro" hice la reseña en este blog (ver en la etiqueta Centro Andaluz de las Letras), una obra que presentó en Málaga en mayo del año pasado. Se puede ir a la inversa, como yo lo haré, desde la teorización y la crítica a la práctica literaria, es decir, de la lectura de la obra crítica a la creación pura (la novela premiada, Karnaval), pero tampoco carecerá de interés el ir a la novela directamente, ponerse en contacto con la obra literaria sin trapecio ni arnés alguno. El tema, presumo, no estará escogido al azar aunque el protagonista (el ex director del FMI Dominique Strauss-Kahn) quizá despierte en el lector un rechazo más que comprensible. En fin, ya dejaré constancia de mi lectura en este blog.

(En la fotografía, Juan Francisco Ferré y Herminia Luque en el Centro Andaluz de las Letras, Málaga).

Juan Francisco Ferré, "Mímesis y simulacro". Benalmádena, EDA, 2011.


Todos los santos literarios

1 de noviembre de 2012

Deberíamos crear un santoral literario. Un calendario con todos y cada uno de los días del año dedicados a una figura literaria, a su obra y a los milagros y beneficios que ha obrado ésta. El escritor -o escritora- celebrado no tiene por qué estar muerto, aunque todos sabemos que la grandeza de un literato es directamente proporcional al número de días que lleva sin respirar en la atmósfera terrestre.
No todos los días podrían ser festivos, claro, pero sí alguno, un día de vacación, de holganza que agradeceríamos, pongamos por caso a Góngora o a García Baena; un día en el que no hubiera obligación de ir a misa-evento literario para no acabar aborreciendo una obra obligatoria. Que podríamos dedicar a lo que quisiéramos, a leer también.
Una vez al año, eso sí, el 1 de noviembre, por ejemplo, celebraríamos Todos los Literatos; homenajearíamos a todos los que se esfuerzan en las tareas literarias, en el deber de la letra, tengan un reconocimiento público o no, sean mundialmente famosos o conocidos en su casa a la hora de comer. Podríamos copiar la costumbre mejicana de los altares y crear pequeños altares domésticos o grandes aras públicas donde además del retrato del muerto (o pre-muerto) estén las cosas que le gustan, sus libros y sus bebidas, sus flores predilectas, las cosas, en fin, que le hicieron o hacen aún feliz.
Yo voy a empezar con la costumbre de felicitar a TODOS LOS ESCRITORES en este día. Enhorabuena a todos, y a seguir creando. A seguir creyendo en la literatura y sus miríficos efectos.

Absolución

27 de octubre de 2012


"Todo comienza con un final feliz" dijo Luis Landero de su novela. Una novela en la que Lino, el protagonista, va haciendo recuento de su vida en un día luminoso de primavera. Ha encontrado la felicidad -o al menos eso cree- pero bastará un hecho para demostrar la fragilidad de las cosas, revelando a la vez lo que es Lino en verdad: un descontentadizo, una criatura del tedio, un eterno fugitivo.
La novela está extraordinariamente bien escrita -no sobra decirlo: en el coloquio salió a colación el desinterés por el lenguaje de tantos escritores actuales. "Mi ideal es escribir bonito y eficaz", dijo el autor. Toda la eficacia y la belleza residen en las palabras, palabras que además adquieren aquí una dimensión especial cuando se resaltan en el texto, pues condensan las experiencias de Lino en unas contundentes sílabas. Así palabras como tedio, valor, contingencia, ironía..actúan como cristalización de las emociones y a la vez son propulsores de la acción, cifrada exégesis de ésta también.
Andrés Reina, en su excelente presentación, resaltó la apuesta de Landero por el estilo, así como la "estructura primorosa" de la novela. Los grandes novelistas, aseguró, más que "argumentistas" son arquitectos, construyen con pericia arquitecturas verbales destinadas a durar. La narración de Landero, prosiguió, va del pasado al presente con suma facilidad, como un pasajero de un vagón de tren a otro, demostrándonos que el acto de recordar no es estático sino que se produce a la vez dentro de un espacio y un tiempo concretos.
En fin, mereció la pena acercarse a escuchar al autor y a su introductor; merece la pena acercarse a la novela y a un autor que se confiesa "cautivo" de sus temas. Cautivo de la hermosura y de la contundencia de las palabras también.



Luis Landero, "Absolución". Barcelona, Tusquets, 2012.

Presentación de Andrés Reina. Centro Andaluz de las Letras, Málaga. 24 de octubre de 2012.

Adiós, Mariana

22 de octubre de 2012

Sé que estoy un poco descontentadiza esta temporada; pocas lecturas me satisfacen. Es decir, casi ninguna.
Pero qué le voy a hacer, me estoy hartando de los ires y venires de la jueza de los tacones -Mariana
de Marco- en vacaciones, en un crucero poscolonial por el Nilo, sin Agatha Christie ni
Dios que la asista (literariamente). Me está dando igual la desaparición de la señora Montesquinza
y sus herederos paniaguados que siguen tomando gin-tonics como si tal, la niña que hizo de stripper y que se larga a El Cairo -o la tiran por la borda-, el relaciones públicas -al que imagino como un perfecto "gominolo", o sea, rebozado en gomina hasta el rizo más rebelde- y la pavisosa
de amiga que se ha buscado para el crucero, que como personaje literario no da para más.
En fin, voy por la página 177; no sé si seguiré
leyendo. Tengo ahí a la pícara Justina esperándome -la de López de Úbeda, no la sadiana: no hay color.
 Hasta el "Primer ensayo de la población" de Robert Malthus me está pareciendo atractivo...Los gustos mutan, no es que cambien de un modo radical, pero a veces nos hastiamos de las cosas, de las cosas sabidas y manidas sobre todo. No porque haya ido yo a muchos cruceros, que no -mi hermana dice que ir de crucero es lo mismo que echar a navegar un bloque de pisos de Benidorm, con todos los encantos del mismo, más la gracia añadida de no poder desembarcar más que de vez en cuando, como mucho, yo podría escribir "Muerte en el Mercadona" o similar. Sino que literariamente es una cita demasiado evidente de la Christie, sin ni siquiera un cuidado exquisito del lenguaje o alguna novedad incrustada -bueno, a lo mejor al final: concedámosle el beneficio de la duda.



J. M. Guelbenzu, "Muerte en primera clase". Barcelona, Destin, 2012.

Absolución

21 de octubre de 2012

Hace tiempo que le tengo perdida la pista a Luis Landero...Ahora tiene una nueva novela "Absolución" y viene a Málaga a presentarla. Buena ocasión para recuperar a un autor más que interesante.

Planeta Silva

16 de octubre de 2012

En primer lugar, felicitar a Lorenzo Silva por su estupendo premio, el mejor dotado de las letras españolas.
En segundo lugar, lamentar que un evento de esta índole quede empañado por las querellas, no literarias, sino políticas. La política no debe invadir los espacios de la cultura, cada vez más menguados  y esquilmados por la esa misma práctica política y por la recesión económica que padecemos.
En todo caso, las instituciones políticas y sus representantes deben promocionar la literatura, el libro y su industria, las prácticas lectoras y, cómo no, la educación, base de toda cultura que se precie y sea apreciada.
En fin, centrémonos en lo literario y celebremos con Lorenzo Silva este premio de dimensiones fabulosas.

(En la fotografía, Lorenzo Silva y Herminia Luque en  noviembre de 2011).

Un churro

13 de octubre de 2012

En la entrada anterior describí la novela "Las joyas del paraíso" como una vasta operación de publicidad y venta de música cantada y palabras empaquetadas entre dos semicartoncillos o libro. Había pensado otro título más descriptivo y es el que pongo en esta entradilla. Juzgue el crítico lector cuál sea el más adecuado.

Un folleto publicitario

12 de octubre de 2012


A lo que más se parece la última novela de Donna Leon es a una vasta operación de marketing. No es sino el folleto publicitario para vender la música de Steffani que su amiga Cecilia Bartoli ha cantado. Si no, no se entiende nada: llevas leídas doscientas páginas y no sólo no pasa nada en la novela sino que lo narrado es absolutamente insustancial y carente de interés. Tampoco hay un estilo eminente o unas digresiones originales que aporten valor al libro.
Una musicóloga ha sido contratada para que investigue los papeles contenidos en un baúl de un  músico del siglo XVIII, Agostino Steffani. En ellos puede haber información para un supuesto tesoro, esas legendarias "joyas del paraíso". Las idas y venidas de la protagonista de la sede de una fundación musical "italo-tedesca" a la biblioteca Marciana o al bar más próximo para comerse unos tramezzini, dan la penosa sensación de un dèja vu sin la gracia de un Brunetti -el personaje cuya vida conocemos al dedillo y al que hemos tomado cariño. Ni siquiera los chismorreos o la noticia de un crimen en la vida del músico logran hacer del libro una lectura estimulante.
Lo que no daba más que para un relato corto, se alarga de forma innecesaria -o necesario sólo desde el punto de vista comercial. El misterio encerrado en el propio baúl no son sino reliquias (la uña de San Pedro Crisólogo y otros trozos de carne seca o tejidos manchados de sangre, pág.312).   El chasco de los supuestos herederos es inmenso porque esperaban encontrar auténticas joyas y metales preciosos. Una solución harto banal que parece ignorar el verdadero sentido del culto a las reliquias en la tradición católica. Hace bien Donna Leon en no escribir una novela histórica con este material -maravilloso material, por otra parte- porque su comprensión de los valores y los significados culturales del pasado son nulos.
Por último, hay que señalar en el libro errores de bulto en la traducción: "Bavaria" (pág.113), la región alemana, se conoce en español como "Baviera" (¿no ha visto ni siquiera una película de Sissí la traductora?). Y para el significado que en la novela se atribuye a "abad" (pág.164) hay en nuestra lengua un término preciso: "abate", que refleja con exactitud esa figura tan característica del XVIII, más ocupada en asuntos mundanos que religiosos.

En fin, siento decirlo: un libro absolutamente prescindible. A leer otras cosas más interesantes.


Donna Leon, "Las joyas del paraíso". Barcelona, Seix-Barral, 2012.

Enhora-baena

8 de octubre de 2012

El poeta cordobés Pablo García Baena ha obtenido el Premio Federico García Lorca, uno de los galardones más importantes de este país dedicado al género poético.
Mi alegría ha sido enorme al saberlo. Es uno de los mejores poetas -o directamente: el mejor de los poetas- existentes en la actualidad. Y el premio es un merecidísmo galardón a toda una intensa trayectoria literaria.
Yo destacaría dos libros de dos momentos muy distintos de esa trayectoria, "Antiguo muchacho" y "Los campos Elíseos", maravillosos ambos, una delicia verbal y emocional cada  uno de los poemas contenidos en ellos.
Enhorabuena, maestro. Enhora-Baena: era ya la hora de García Baena, ya le tocaba un reconocimiento así.

Azufaifas

7 de octubre de 2012

El otoño tiene sabores que le son propios. Frutas que han ido madurando con los calores del estío, concentrando en sus entrañas -sin afán pero sin pausa- los dulzores de su carne. La azufaifa es una de esas frutas; una fruta pequeña, poco aparente, con demasiado hueso dirán algunos, pero sabrosa como pocas. Su sabor, ya madura, es parecido al del dátil. Deja un agradable regusto en la boca, mezclado tal vez con el sabor de las cosas fugaces, las que desaparecen sin remedio y que sin embargo nos dejan, a modo de recuerdo, un núcleo duro alojado en los intersticios de la mente.

Joyas deseadas

Allí estaba la  joya deseada...la novela de Donna Leon, el miércoles, puntualmente. Junto a ella, como perfecto pendant, otra "joya", la novela de Guelbenzu, J. M -no el del nombre completo, el mercurial y lunar, sino el del género negro con jueza incluida.
Empezó a leerla con avidez. Ah, las joyas del paraíso... no empezaba mal; siguió leyendo...Mas los deseos a veces se vuelven decepción, mayor y más amarga cuanto más agudo ha sido ese deseo...
No en vano en la Antigüedad, a modo de maldición, se le deseaba a una persona que los dioses le concedieran todos sus deseos....


         (Empiezo a sospechar que la joya es quien me regala los libros; gracias, F. Qué haría yo sin ti...)

Leon al ataque

30 de septiembre de 2012

El miércoles saldrá a la venta en España el nuevo libro de Donna Leon -Leon al ataque. Ya se puede reservar en algunos sitios, incluso con un- pequeñísimo- descuento.
La novela se titula "Las joyas del Paraíso". Hay músico barroco por medio, un castrato que llegó a ser obispo, pero no es novela histórica: Leon ha confesado que no se atreve con ella.
Estoy deseando leerla. La verdad es que no estoy leyendo mucho últimamente; bueno, quiero decir exceptuando las docenas de libros que leo para preparar lo que escribo, pero eso no cuenta a efectos del blog.
Como ilustración os he puesto estas hermosas manzanas, las joyas del Paraíso bíblico. Las de Leon no sé a qué harán referencia (¿partituras?). Ay, qué ganas de que llegue el miércoles...

Leer en octubre

28 de septiembre de 2012




 ¿Hay algo mejor, para pasar un rato agradable, que leer una novela?
 Casi que no se me ocurre otra cosa mejor... Y no sólo porque también haya llegado el otoño a este sur, sino porque verdaderamente es lo mejor que se puede hacer con nuestro tiempo, el auténticamente nuestro, no el tiempo del trabajo o el de las necesidades más perentorias, sino el tiempo del antojo, de la libertad, del gusto propio.
 Leer es salir de uno mismo, meterse en la vida de otros personajes; indagar en  otras formas de entender la vida, admirar otros modos de enfrentarse al hecho literario -que no es sino la búsqueda de un orden inteligible, un orden de belleza inédito.
 Leer es comprender otro universo -un universo quizá muy distinto al nuestro-, no decir simplonamente "me gusta" o "no me gusta".






Venganza en calibre 38


Ya se puede leer la reseña de "V de venganza" en la mejor revista electrónica de género negro de todos los tiempos. Aquí os dejo el enlace. Que disfrutéis (pinchad y no os detengáis mirando el modelito de Gucci, que sé que os gusta mucho la alta costura; en la novela, la hermosa Nora posee un vestido blanco de la afamada marca).


http://revistacalibre38.wordpress.com/2012/09/27/v-de-venganza-de-sue-grafton-por-herminia-luque-ortiz/

Sue Grafton, "V de venganza". Barcelona, Tusquets, 2012. 

Sigo escribiendo

17 de septiembre de 2012

Esto, aunque no lo parezca, es una pista sobre lo que estoy escribiendo. Una pista un poco críptica, la verdad, pero ya comprobaréis -algún día, no tengo la más remota idea de dónde podré publicar- que no miento. Como esas actrices que no sueltan prenda sobre proyectos cinematográficos en ciernes, no me gusta hablar sobre cosas que están en pleno proceso creativo. Es casi una superstición. O tal vez plena consciencia de la fragilidad de la creación, de esos procesos no controlados completamente por el autor, al albur siempre de no sé qué numen, qué volátiles entusiasmos.
Es tan largo el proceso de creación que a veces temo que se me pudran esos delicados productos.

(En la fotografía, Herminia Luque Ortiz. Septiembre de 2012).

Ángela en el Picasso

16 de septiembre de 2012

El jueves pasado, Ángela Vallvey estuvo en Málaga para leernos una selección de poemas de su libro "La velocidad del mundo". Un libro que conforma un itinerario unipersonal, una geopoesía íntima hecha de lugares fugaces y de emociones eternas. Así lo ha querido la autora, que hace un doble viaje de ida y vuelta desde la piel del turista más canónico al corazón impensado de las cosas.
  Los poemas carecen de título; sólo una breve acotación geográfica los sitúa en un espacio concreto, el espacio ya tocado por la gracia de la poesía - esa iluminación intensa que subraya hasta lo más indecible. Sanghai, Kyoto, Phuket, Mumbai, Angkor Vat, Beijing, Ottawa...son los lugares por donde nos fue llevando Ángela, al ritmo preciso de su emoción, con el ritmo precioso de su voz.
   Como señaló Guillermo Busutil, estábamos en el lugar perfecto "para disfrutar con una poesía que nos mire a los ojos, que nos recuerde que somos un tránsito de emociones, un viaje en busca de los momentos fugaces en los que alcanzamos la felicidad antes de que se rompa el instante". Su poesía, expresó con acierto, "caligrafía horizontes a la intemperie" y "le devuelve serena humanidad al tiempo en esta época donde la economía es el hombre del corazón negro que determina el tamaño del universo y genera graves estados carenciales".


(En la fotografía Ángela Vallvey y Guillermo Busutil en el patio del Museo Picasso de Málaga).

Ángela Vallvey. Introducción: Guillermo Busutil. Jueves, 13 de septiembre de 2012.
Poesía en el Picasso. Museo Picasso de Málaga. Organiza: Centro Andaluz de las Letras.

Ausencia de vocación

15 de septiembre de 2012

  Oigo en la radio una entrevista a una escritora que ha vendido cientos de miles de ejemplares de su primera novela. Con toda naturalidad declara que ella nunca ha tenido vocación literaria. Era, sí, buena lectora. Pero su trabajo en la universidad la llenaba por completo. Y sólo cuando sus hijos crecieron se planteó escribir una novela. Ahora ha abandonado la docencia en la universidad y se ha dedicado por completo a la escritura y a la promoción de sus libros.
   Estas aseveraciones me dejan pasmada. Y corroída por la envidia también. ¿Cómo ha logrado esa señora zafarse del engorro ése de la vocación literaria? Esa pejiguera de querer escribir y conseguir hacerlo. Ese tormento nada sutil que se mezcla con una ansiedad estética perpetua y con necesidades cotidianas mucho más pedestres (o cómo compatibilizar la necesaria reclusión para crear y la reiterativa manía de comer, descansar, solazarse, trabajar y hasta de reproducirse que tiene el ser humano como condición). Ese desgarro entre una necesidad interior absoluta -un anhelo expresivo que tiene parangón con pocas cosas- y el sufrimiento de lograr una calidad estética notable o, en su defecto, una adecuada utilización de los recursos literarios en lo que se quiere decir o contar...
   Quizá la única comparación posible sea la religiosa. La vocación religiosa exige la entrega completa a un ideal altísimo, que admite pocas componendas. Y se traduce en un trabajo extraño al común de las gentes pero anclado a la vez en lo más perentorio de la vida cotidiana.
  Yo no tengo vocación religiosa pero, a lo mejor, como nuestra afamada escritora, cuando mis hijos estén grandes y mi trabajo consolidado, me dé por meterme a monja. No sé, cosas más raras se han visto.






Destiempo de rosas

11 de septiembre de 2012

No, no es tiempo de rosas. Pero así me gusta a mí, ir a las cosas a destiempo, estar en el tiempo no adecuado, ir a contracorriente, a contrapelo, à rebours. Cada vez me gusta más hacer las cosas cuando no se suelen hacer, ir a los sitios cuando no va la gente, ocuparme de cosas que no son populares ni están de moda ni es su tiempo político. Por eso, supongo, soy una decimonónica sin remedio; me gusta el siglo XIX y me he leído casi todo Galdós y a Emilia Pardo Bazán entera. Y adoro a Eça de Queiros. Este texto, aunque sea un texto periodístico, nos muestra al portugués en toda su esencia, con esa mundanidad sin mesura que gasta y ese, sí, suave escepticismo ante las cosas -la res publica sobre todo, la república de las artes y las letras también. Y ese hedonismo conspicuo, ese epicureísmo sin el cual no entenderíamos  su obra,"La ciudad y las sierras" o "La tragedia de la calle de las flores". Aquí, por exigencias del propio tema -intenten ustedes hablar de las rosas a base de lugares comunes a ver qué les sale- se impone una erudición y una sensibilidad agudas. No bastan estas cualidades en estado puro: han de complementarse para hablarnos, sin ser un plasta, de la fiesta llamada Rosalia, dedicada a Venus en la Roma antigua; o de que en Homero la rosa de la que se habla es una modesta flor de cinco pétalos. E informarnos que la flor que Ausonio llama "reina de las flores", la flor de la cual ni Horacio puede prescindir en su rústica mesa, aquella sin la cual la humanidad no sería la misma, a decir de Anacreonte, aquella flor "que había participado en todas las delicias de la carne pagana", fue denostada por Tertuliano y Clemente, feroces cristianos. Y rescatada en las cortes medievales, elemento precioso del amor cortés, no tarda en ser cristianizada y convertirse en el símbolo por excelencia de María, su "más radiante emblema"
Flor "profundamente egoísta y astuta" ha devenido símbolo de la lucha obrera, presente en la fiesta del primero de mayo, convirtiéndose "oficial y rotundamente" en la flor del socialismo.

José María Eça de Queirós, "Las rosas". Barcelona, Acantilado, 2010.

Francisca Aguirre

8 de septiembre de 2012

No conocía a Francisca Aguirre. Conocía, sí, un libro de poesía suyo, "Historia de una anatomía". Me llamó la atención el título y la insistencia en la carne, en los órganos del cuerpo, en el cuerpo paciente, como objeto clínico también. En una entrevista, la poeta afirmó que lo fascinante no es el alma sino el cuerpo:"Esto que somos, aquello que nos da armazón, es lo que nos da esos mecanismos tan extraños que identificamos con emociones. Aquellas por las que somos capaces de crueldades tremendas y de gestos asombrosos. Además, el cuerpo es el que nos da lugar y cita en el mundo" (El Mundo, 17-XI-2011)
Pues bien, el jueves acudió puntual -puntualísima- a su cita con Málaga y la poesía. Y nos leyó, con una voz afable, llena de apacibilidad y un punto de didactismo, sus versos. Unos versos que, como aseguró en la presentación Francisco Morales Lomas, nacen de sus experiencias, en circunstancias triviales (haciendo las camas, yendo al mercado), pero en ellos brota el asombro, y la infancia, y el "puto corazón" que está de vuelta de todo, hasta de las metáforas. Convencida machadiana, su lírica "efusiva, sincera" está hecha para reinventar el mundo, para recrear un mundo nuevo, más profundo y enriquecedor.
Emotiva fue la lectura de fragmentos de su libro "Los trescientos escalones", donde rememora la figura de su padre -pintor fusilado por el régimen franquista. Y las nanas, "Nana del desperdicio" y "Nana de los libros viejos". Ésta última constituye un bellísimo elogio de los libros, los libros viejos, usados, que pueden convertirse en el tesoro más fantástico, en la "universidad más mágica".

(En la ilustración, Francisca Aguirre en el patio del Museo Picasso de Málaga; fotografía hecha por Herminia Luque).

   Francisca Aguirre. Presenta: Francisco Morales Lomas. Jueves, 6 de septiembre de 2012.
Poesía en el Picasso. Museo Picasso, Málaga. Organiza: Centro Andaluz de las Letras.



Imbecilidad transitoria

El filósofo Manuel Cruz publica hoy en El País un artículo sobre el amor. Lo define, expeditivamente, como "imbecilidad transitoria". Parece que se refiere al amor romántico o a la fase concreta del enamoramiento, harto frágil y perecedera  por lo que sabemos -que levante la mano quien no haya experimentado nada al respecto.Y la imbecilidad radicaría, creo entender, en otorgarle al amor cualidades miríficas o de larga duración en nuestras vidas. La referencia a Adele, la cantante, como condensación de experiencias vitales o como símbolo de una época tal vez, me desconcierta un poco la verdad..
  La terminología en sí es vaga. ¿Qué quiere decir imbecilidad, al fin y al cabo? ¿Es sinónimo exacto de estupidez, de enfermedad mental?¿O se acerca más a enajenación, a ilusión, a auotengaño, a engaño social, a mentira colectiva, a creencia colectiva falsa? No sé, casi lo mismo se podría predicar de la filosofía, una ilusión verbal transitoria, una enajenación académica, una parlería de sombras en cueva, una ilusión pseudocientífica que sufren algunos hombres- o mujeres- de letras y que transmiten verbalmente. No, no seré yo quien diga eso de la filosofía, saber al que respeto profundamente. Solo que a veces las opiniones de los filósofos pueden ser de una imbecilidad lancinante. Y esperemos que transitoria.
(Por cierto, lo que más me gusta del artículo es la cita de El Fary).

Manuel Cruz, "Sobre el amor entendido como una imbecilidad transitoria". El País, 8 de septiembre de 2012.



Para Ana Z.

5 de septiembre de 2012

No todos los días te pasa.
No todos los días  alguien expresa la convicción de que lo que haces merece la pena.
 Sin necesidad de hacerlo -no es ni tu madre  ni tu pareja, alguien que se sienta obligado a darte aliento. No la guía  ningún interés profesional ni menos aún cualquier otro interés espurio.
Lo dice con sencillez, reconociendo que es mucho más fácil criticar, poner defectos, desbaratar, que alabar y reconocer méritos.
 Y expresando también la admiración de una tercera persona.
No, no todos los días te pasa.
 Es una rareza, una gema inclasificable. Algo verdaderamente valioso. Tiene que decírtelo una persona valiosa también, honesta a más no poder. Hoy esa persona me lo ha expresado así. Y ha rematado diciéndome:  "Herminia, no lo dejes".
No, no lo dejaré. Esto de escribir ya no tiene remedio.
Gracias, Ana, muchas gracias.
Y suerte con tu nuevo destino.Te echaremos de menos.

La rentrée

4 de septiembre de 2012

Empieza la temporada literaria. El Centro Andaluz de las Letras la inicia con una excelente selección de poetas para el ciclo "Poesía en el Picasso". Lo abre Paca Aguirre, una poeta interesantísima. Su libro "Historia de una anatomía", una delicia. Y una auténtica anatomía emocional a través de poemas como "La sed", "El pelo", "La columna vertebral" o "Cauces".

Francisca Aguirre, "Historia de una antomía". Madrid, Hiperión, 2010.

Canciones y romances

30 de agosto de 2012

Todos los pueblos tienen una memoria. Algunos afortunados incluso una memoria musical. Es el caso de Cádiar, municipio de la Alpujarra granadina con una amplia tradición de música vocal  e instrumental -baste recordar sus estupendas bandas de música.
El pasado once de agosto se presentó allí la obra de Germán Tejerizo Robles "Canciones y romances de Cádiar", volumen cuarto del "Cancionero popular de la provincia de Granada".
La obra no es una novedad editorial en sentido estricto, pero el autor deseaba que fuera presentada en la localidad y eso no pudo hacerse en su momento.
  La velada, después de la presentación del alcalde, José Javier Martín, fue abierta por Alfredo Álvarez Prats, amigo y colaborador de Germán Tejerizo, además de director de la coral "Amigos cantores" -que cuenta, entre otros integrantes, con la excelente soprano Herminia Luque Ortega. Álvarez  habló en términos elogiosos de la obra del autor, todo ello desde un profundo amor y un conocimiento intenso de la música coral y popular. Una obra valiosísima, no sólo desde el punto de vista musical sino etnográfico también, pues recoge la herencia musical de unas sociedades en profunda mutación; en este caso las canciones de los pueblos de la provincia de Granada.
  El coro interpretó, con la maestría que lo caracteriza, diversas composiciones populares, desde el conocido "Eres buena moza" hasta "El cantarillo", canción tan característica del acervo musical de Cádiar y armonizada para cuatro voces por Alfredo Álvarez, como se recoge en el libro.
La publicación cuenta con un prólogo del poeta Enrique Morón, en el que habla de su propia experiencia  con la música tradicional cadiereña, y que culmina con un hermoso romance de su libro "Romancero Alpujarreño", Nocturno.
En la dedicatoria del libro se cita al entrañable Domingo Reinoso Martín "alma y vida de la música popular en Cádiar".
  Una velada inolvidable; es muy de agradecer este tipo de iniciativas que preservan el patrimonio cultural de los pueblos, máxime cuando los recursos son limitados. Pero el entusiasmo y el talento musical -y musicológico- inmensos.

Enrique Morón, "Romancero alpujarreño". Editorial Prieto, 1963.

Germán Tejerizo Robles, "Canciones y romances de Cádiar", Granada, Ayuntamiento de Cádiar-Método Ediciones, 2004.

No me fallarás

23 de agosto de 2012

He empezado a leer "Las niñas perdidas" de Cristina Fallarás. Es una novela, aunque con ese título podría ser perfectamente un poemario de brutalidad, nostalgia e infancia. No, es novela negra en estado puro. Hay personajes muy bien trazados, con vigor, sin que le tiemble el pulso a la escritora. Y mala leche, mucha mala leche desparramada entre las líneas, en los intersticios de las letras, en los capítulos a veces microscópicos.
Por si fuera poco, Fallarás tiene un lenguaje propio. No es el lenguaje adocenado, supuestamente útil y adecuado para la narración detectivesca. No, es un lenguaje particular especialmente rico y desgarrado.
Aún no voy ni por la mitad del libro. Sé, no obstante, Cristina, que no me fallarás. Una mujer tan valiente, cuyo nombre, al igual que su destino puede ser deshecho por una coma (Cristina, fallarás), presiento que no lo hará. Me fío de mi instinto, no ya literario, sino de superviviente -de los días, de los trabajos, de la infancia.
Ya os contaré en otra entrega.

Cristina Fallarás. "Las niñas perdidas". Barcelona, Roca, 2011.

Incendios, recursos, unidad holocena

22 de agosto de 2012

                      
  "Hoy la humanidad es una unidad holocena que ha dado pruebas de poner todo su talento en extinguirse y de sus capacidades para perpetrar un suicidio definitivo".

 Esto dice el filósofo Peter Solterdijk y no hay más que echar un vistazo a nuestro alrededor para corroborarlo. Sólo con ver la catástrofe que se está desarrollando delante de nuestras narices nos basta. En los siete primeros meses del año se han quemado más de 130.000 hectáreas de bosque y monte bajo, así como de terrenos con aprovechamiento agrícola y residencial.
 Pero ni los representantes políticos ni la sociedad civil en su conjunto están a la altura de las circunstancias. Una frivolidad asesina preside el tratamiento de los recursos forestales y agrícolas anejos y de otros recursos imprescindibles para la supervivencia como el agua o el territorio.
Más aún, en tiempos de crisis económica resulta increíble ver cómo se dilapidan riquezas naturales que, por supuesto, también tienen su trasunto a nivel económico.
   Cuando las políticas al uso se ocupen de gestionar los recursos naturales tanto como los financieros, cuando se comprendan que aquéllos son muchísimo más importantes que éstos, estaremos en el camino correcto.
   Este momento de crisis quizá sea más adecuado que otros para replantearnos nuestra relación con el territorio y los recursos naturales, tratando de racionalizarlos y a la vez extrayendo beneficios de índole económica y social. Por ejemplo, un país con una tasa de desempleo tan bestial como el nuestro debiera encauzar sus recursos humanos y económicos para la prevención de los incendios, con aprovechamientos forestales y ganaderos que impliquen cuidados de las áreas boscosas y lleven aparejados también una revitalización del entorno rural. No quiero que suene a reformismo borbónico o, peor todavía, a utopía campestre. Vivimos en sociedades urbanas pero no podemos ser tan idiotas como para olvidar que en última instancia dependemos de los recursos naturales para vivir.
  Por otro lado, la tecnología informática y los recursos telemáticos deben ayudar en esa prevención de catástrofes mediambientales y en la gestión de esos recursos intensamente vitales.
 Dejar de lado estas cuestiones significará la desaparición de esa unidad holocena que tan lista se creía y que resultó tan tonta.

Peter Sloterdijk, "Venir al mundo, venir al lenguaje".  Valencia, Pre-textos, 2006.


Oporto

4 de agosto de 2012

 En Oporto compré uno de los libro de Eugénio de Andrade publicado por Hiperión. El poeta reside en la ciudad, nos informa la contraportada, si bien sabemos que falleció en el año 2005.
 La poesía de Andrade es delicada y carnal a la vez, sencilla y abismal -los abismos de la existencia la atraviesan- también.
Me gusta comprobar, en esta traducción bilingüe, las palabras que son idénticas en portugués y en español (sol, madrugada, crepúsculo, luz, materia, inerme, porque, gato...). En una sóla sílaba, nos dice el poeta, está la salvación (A sílaba, págs. 74-5); en una palabra compartida quizá también.

 (No se ve pero cerca de donde se tomó esta foto, en la Rua das Carmelitas, se halla la librería Lello & Irmäo; tiene fama de ser la más bonita del mundo pero, ay, la fama precede en ocasiones a la decepción; un dependiente malhumorado prohibía hacer fotos en el interior y además no admiten tarjetas de crédito y los precios de los libros -también vendían objetos y souvenirs varios en la planta superior- son elevados).

Fotografía: cortesía de Francisco Martín Cobos.

Vinos dulces, ciudades dulces: el viaje de vuelta, de Oporto a Málaga, fue también dulce.

Eugénio de Andrade, "Oficio de paciencia". Edición bilingüe. Taducción de José Luis Puerto.
Madrid, Hiperión, 2012.

Cien seguidores

30 de julio de 2012

Los números redondos poseen un extraño poder de fascinación. Excepto los grandes almacenes, casi todos preferimos los números enteros, los múltiplos de diez y las centenas, los millares, las decenas de millar...Y los millones, por supuesto. Por eso celebramos los aniversarios, las décadas, las bodas de oro, los centenarios....Yo no me voy a resistir al encanto del número cien, resaltándolo: el blog tiene ya cien seguidores. No cuento, por supuesto, los visitantes ocasionales y aún sistemáticos, sino tan sólo los que declaran su adhesión proclamándose, de forma explícita, seguidores. A todos ellos, muchísimas gracias. Es la constatación de que las palabras no caen en el vacío (el más contundente de todos, el ciber-vacío, el vacío de la red sin red que sostenga lo que se pierde en sus entrañas), sino que alguien, en un momento concreto, las recoge y las paladea con el sentido más exquisto de todos, el de la inteligencia. Repito: muchas gracias. Seguimos en contacto. Aunque en este caso gracias a las letras, no a los números.

Estado del Bienestar

19 de julio de 2012


Me gustaría escribir sobre el bienestar que produce la lectura, la pura lectura por placer. Pero no puedo.
No puedo hacerlo mientras se está desmantelando tan tranquilamente el Estado del Bienestar. Que no es una utopía, sino una realidad que se ha venido construyendo, grosso modo, desde los años cincuenta del pasado siglo.Tras largos años de reivindicaciones y con muchas fatiguitas (eso por si alguno se cree que se nos ha caído de un guindo).
Ese Estado del Bienestar, conseguido en mayor o menor grado por los países occidentales, se basa en un sistema educativo obligatorio y gratuito en sus tramos inferiores, una asistencia sanitaria universal, es decir, que no distingue ricos ni pobres (todos tenemos un derecho a la salud, todos tenemos un cuerpo digno de ser cuidado), y una Seguridad Social que asegure prestaciones en situaciones de especial riesgo o debilidad (desempleo, jubilación, orfandad...etc). Una cuarta pata del taburete del Estado de Bienestar sería la Ayuda a la Dependencia (a las personas que no pueden valerse por sí mismas y a los cuidadores de éstas, generalmente mujeres), muy necesaria en unas sociedades envejecidas como las occidentales. Ésta cuarta pata, insuficientemente desarrollada, se está laminando lo mismo que las anteriores. Me refiero, por supuesto al caso de España, que parece un islote de insolidaridad y retroceso de los derechos humanos (¿acaso los derechos que comprometen la salud, la educación, el trabajo, la dignidad y la supervivencia de los dependientes no lo son?) en el contexto europeo.

La pregunta es.¿Por qué tenemos que aguantar los ciudadanos que se recorten derechos básicos, cotas de bienestar conseguidas con mucho esfuerzo? El fracaso no lo es de unos médicos que curan, de unos bomberos que salvan vidas, de unas personas que cuidan a otras, de unos desempleados que, de la noche a la mañana, son unos indeseados. El fracaso lo es del SISTEMA FINANCIERO, a ver si dejamos esto clarito.

Es una falacia burda y profundamente ofensiva esa de que los españoles hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Lo habrá hecho el señor banquero que daba esos créditos desorbitados a un constructor que se creía entonces el rey Midas y que empleaba a doscientos yesaires pagándoles como a ministros.

La crisis comienza en USA (cuando revientan preclaras corporaciones como Lehman Brothers) y se trasvasa luego a Europa y a España sobre todo, inmersa como estaba en una burbuja inmobiliaria que ya se sabía que explotaría en un momento u otro (como pasó en Japón). Pero todos los agentes políticos y económicos, incluidos los encargados de supervisar la economía como el Banco de España, miraban para otro lado (a sus bolsillos, supongo).
Una modesta profesora de educación secundaria, a la altura del curso 2006-07, enseñaba en sus clases de Geografía de España, cuando tocaba hablar del fenómeno del turismo, recortes de periódico color salmón en los que se hablaba de la feroz especulación inmobiliaria y de cómo el modelo económico era insostenible. Eso en la patria sureña del turismo y de la ocupación más bestial del espacio público y de un bien escaso como es el suelo. Por no hablar de la corrupción política que reventó como una buba infectada en el primer caso de un Ayuntamiento -Marbella- que hubo de ser intervenido por el Estado.

Una burbuja inmobiliaria, justo es recordarlo, que no hubiera sido posible sin la ayuda de los bancos, de un sistema financiero que creía que el nombre de España era Jauja y los españoles unos bobos crédulos que pagarían los platos rotos cuando hubiera que hacerlo. Es decir, ahora, cuando se está dejando al taburete sin patas, al Estado de Bienestar recortado y minimizado. Y a la mayoría de los españoles sumidos en un profundísimo malestar.


Ardores de agosto

12 de julio de 2012

Para los calores veraniegos, nada mejor que un café con hielo y una buena novela. Para los cabreos veraniegos, también. Porque si el café nos alivia el calor, la literatura puede ayudarnos a comprender los mecanismos de la corrupción y la brutalidad humana. Eso en la Sicilia natal de Montalbano y en la España natal de una misma. En la novela, por lo menos, existe la posibilidad de recomponer un orden y generar justicia, aunque sólo sea al modo rudo e imperfecto de la venganza. Un grandísimo cabrón se lleva su merecido. En el papel.
Camilleri desgrana sus hábiles diálogos y su sentido del humor tan peculiar en esta trama veraniega en la que Montalbano suda como un condenado. Y sufre y desea. Como cualquier hijo de vecino. Con las calores del verano.

Andrea Camilleri, "Ardores de agosto". Barcelona, Salamandra, 2009.

Una habitación en Holanda

8 de julio de 2012

Lo que parecía una propuesta interesante -una indagación de los motivos de Descartes para instalarse en las Provincias Unidas y engendrar allí su Discurso del método- se convierte en una solemne majadería.
El librito (lo es por su tamaño y el número de sus páginas, noventa y una) comienza con un excursus histórico y geográfico que se remonta...al Imperio Romano. Para dar cuenta de la tesis central del texto, impregnada por un profundísimo -y estúpido- determinismo geográfico. A saber: que Descartes no pudo escribir su obra sino en tierras frías porque... detestaba el calor. Una original idea que ya la expresó el historiador del XIX Jules Michelet como se cita en el propio libro: "Descartes, Kant buscaron lugares fríos y grises, donde desaparece la naturaleza, arenas de Prusia, pantanos de Holanda, con la esperanza de que la verdad menos dominada por los encantos de la naturaleza, se revelaría más fácilmente al corazón del hombre" (pág.49). Toma ya. Y por si no quedara clara la asunción de los presupuestos deterministas decimonónico por Bergounioux, en las dos últimas páginas el autor remacha:
    Los países que permiten trabajar como es debido no abundan (...)El mundo católico se ve, pues, eliminado de entrada del espacio mental visible (...) Además, aunque el absolutismo y el catolicismo no hubieran cerrado esas regiones a las libres indagaciones de la mente, su clima las habría hecho insoportable para Descartes. El calor lo agobia, le confunde las ideas.

  En fin, lo siento por la editorial, Minúscula. Lo que parecía un texto curioso no es más que una banalidad recubierta de hojarasca histórica y climatológica. Quizá no sea sino una muestra de una admiración desmedida hacia lo francés o hacia elementos señeros de la cultura (Descartes en este caso) o ambas cosas a la vez. Pero sin pasar por el adecuado tamiz crítico.

Pierre Bergounioux, "Una habitación en Holanda". Barcelona, Minúscula, 2011.