Lorenzo Silva en Málaga

28 de octubre de 2011

Sí, señores, Lorenzo Silva vuelve a Málaga, al Centro Andaluz de las Letras. Y Una Misma tiene el placer de presentarlo. Bueno, a él en puridad no, que es suficientemente conocido; más bien a su nueva novela, "Niños feroces". Que no pertenece a la serie Rubén-Virginia, o sea Bevilacqua-Chamorro pero que goza de la misma intensidad a la que el autor nos tiene acostumbrados.

Lorenzo Silva, "Niños feroces". Barcelona, Destino, 2011.
Centro Andaluz de las Letras, Málaga (calle Álamos, 24). Miércoles, 2 de noviembre de 2011.




Cabello de ángel


Es ésta una deliciosa novela. No sólo por su título, que alude al dulce hecho a base de calabaza y azúcar, sino porque narra las dulzuras del amor, de un amor concreto y real. La historia es mínima pero está contada con sutileza, con todas las gradaciones que la pasión amorosa puede adquirir en los sujetos que la viven, con todos los símbolos privados que cifran esos sentimientos: el olor de una panadería, la mesa 11 de un restaurantillo, el cine, que, como la verdad, no envejece (pág. 17)…
Sobre todo, esta novela es una teoría de las segundas oportunidades. La vida está llena de ellas y el autor lo sabe. Pues sabe que la felicidad es un rubro bajo el que toda vida puede acogerse si no se desdeñan los oportunos milagros que, bajo la forma de un encuentro fortuito o cualquier otra circunstancia banal, se nos ofrecen.
El autor, Mark Salter, por cierto, prefiere el anonimato y sólo nos da unas pocas pista de su existencia en la solapa. Pero sabemos de él por lo que desgrana en el relato. Como dice el personaje masculino, Bruno, de su mesa favorita del restaurante, esta novela contiene también “las coordenadas de longitud y latitud de su intimidad” (pág.38), la del autor, convertida, felizmente, en  literatura.
Una novela, en fin, no para quienes busquen acción y misterio en el sentido ordinario de los términos, sino para quienes prefieran la acción amorosa y el misterio de las emociones.

(En otro orden de cosa, me parece muy acertada la idea de la editorial de incluir en la parte inferior de la portada, a modo de faja perenne, opiniones críticas de libreros. Que, al fin y al cabo, son los mejores mediadores entre libros y lectores, como en otro sentido también lo son los blogs de literatura…)

Mark Salter, “Cabello de ángel”. Barcelona, Plataforma, 2011.


26 de octubre de 2011

No, no me había leído nada de Alice Munro, así que me he hecho con "La vida de las mujeres", publicado por el sello Lumen. El libro tiene una enigmática y bella sobrecubierta,con una ilustración de Anne Siems. Abro el libro al azar y sonrío al leer un fragmento en el que la niña protagonista acompaña a su madre, vendedora de enciclopedias. Y me hace pensar en mi propia infancia. Aunque mi padre no era vendedor de enciclopedias, sólo las coleeccionaba. Escribe Munro así:
"El saber no era para ella algo hostil, sino acogedor y entrañable. Un gran consuelo, aun en esa fase de su vida, era saber localizar el mar de Célebes y el palacio Pitti, ordenar cronológicamente las esposas de Enrique VIII y aprender algo sobre el sistem asocial de las hormigas, los métodos utilizados por los aztecas en las matanzas sacrificiales o la red de instalaciones sanitarias de Cnossos".

(En la ilustración, Alice Munro de jovencita).


Alice Munro, "La vida de las mujeres". Barcelona, Random House Mondadori, 2011.




En busca de April

25 de octubre de 2011

Sí, el título de la novela en español es ligeramente más optimista. No sé si por no deprimirnos más en esta situación de depresión económica ya sin rebozo. Aunque no creo que se viviera mejor en la España de los 50, o en la Irlanda de la misma época, que es la década en la que la novela está ambientada,
También tiene otra resonancias literarias el título en español: se ha prescindido de un subgénero poético para acercarse al título proustiano. Que también podía haber sido barojiano con decir "La busca de April", auqnue no sonase bien del todo.
Bueno, vamos a ver qué tal está. John Banville no me suele decepcionar, ni siquiera bajo este alias tan sonoro como denotativo.  Me he dejado a Phoebe, la amiga de la desaparecida April, merodeando por la casa de ésta.

Benjamin Black, "En busca de April". Madrid, Alfaguara, 2011.

Metafísica de la juventud

21 de octubre de 2011

Que la misoginia está presente en ilustres pensadores e intelectuales, no es ningún secreto. Hasta Walter Benjamin escribe perlas como las de más abajo en "Metafísica de la juventud", un texto relativamente breve que no llegó a publicar en vida aunque sí repartió copias entre sus amigos. Dice así el escritor berlinés:
"¿Cómo fue que hablaron las mujeres? Pues el lenguaje las despoja del alma. Las mujeres no obtienen del lenguaje redención alguna. Las palabras soplan sobre las mujeres reunidas, mas su soplar es tosco y apagado, y así ellas se vuelven charlatanas. Mas su silencio reina sobre sus palabras. El lenguaje no lleva el alma de las mujeres, porque  ellas no le han confiado nada..." (pág.97).
Y es que algunos, me temo, confunden el aparato fonador con el órgano fo....
Para ser justos, hay que agradecer a Abada la publicación de escritos, incluidos en este mismo volumen, tan interesantes como lo es "Hacia la crítica de la violencia" (pág. 183 y ss.).

(En la ilustración, portada de una obra de Virginia Woolf, contemporánea de Benjamin).

Walter Benjamin, "Metafísica de la juventud" en "Obras", libro II,
vol. I . Madrid, Abada, 2007.






Reseña

20 de octubre de 2011

Ya podéis leer en la revista calibre. 38 mi reseña sobre "Almería 66" el libro de relatos de Francisco Ortiz. Ya sabéis, posiblemente la mejor revista digital de género negro de todos los tiempos, dirigida
(no a punta de pistola, por cierto) por el mejor de los jefes posibles....pincha aquí
(En la ilustración, playa de Mónsul, en el cabo de Gata, Almería ).


Secretos de belleza

18 de octubre de 2011

Zapeando, en busca de "El tiempo", espacio televisivo que no está en su franja horaria habitual porque hay deporte de pierna, escucho un anuncio con el que no puedo estar más de acuerdo. En off una voz femenina pregunta "¿Cuál es tu secreto de belleza?". Y otra voz de mujer replica: "Lecturas".
Qué bonito, me digo; sí, eso es, la lectura te embellece, es lo mejor que tiene tu cuerpo serrano (¿o tu cerebro no pertenece a él?), el  secreto de una belleza invencible.
El hechizo se deshace aún antes de pensar todo eso: sale la portada de la revista "Lecturas", con princesa asturiana incluida, y unos labios a los que le son aplicados un rouge que ruge de puro rojo.
En fin, parafraseando al inmortal porteño, que otros se jacten de lo que la naturaleza les dio que yo me enorgullezco de los libros que he leído



Muerte al fiscal

17 de octubre de 2011

La mafia rusa está aquí. J. L.Melguizo nos describe la fiesta del jefe.  el vor v zakone, en un Parador del interior (¿Antequera?¿Jaén?) con brindis de vodka helado y deseos de muerte para el enemigo incluidos.
La novela ha comenzado de un modo más impactante, con una bomba en una furgoneta y un tedax que se enfrenta a ella y a su vida entera, como en cada acción (no en vano se titula el capítulo "Miedo", capítulos a los que llama "trancos", palabra con un intenso sabor rural). Se nota la amplísima documentación del autor, experto en grupos de delincuencia rusa, pero que abarca también a los detalles más precisos de los grupos especializados de información de la Guardia Civil . Es  muy notable la capacidad de Melguizo para contar en pocas líneas historias que explican una fidelidad (un secuestro resuelto) o la procedencia de un pasaporte  (las vinculacones históricas de poblaciones griegas y las repúblicas del Cáucaso); no es fácil esa condensación y muchos autores ni siquieran son capaces de utilizarla como recurso.
Un poco efectista el "top secret" que nos asalta casi al final de la lectura, aunque con una funcionalidad narrativa innegable.
Este thriller ameno, de lectura absorbente nos llevará poe paisajes variados, el menos ameno no es desde luego el día a día de los que trabajan por la ley de forma anónima
La editorial Plataforma está realizando una excelente labor al ampliar su catálogo con colecciones de ficción, novela histórica y policíacas muy a tener en cuenta.


J. L. Melguizo, "Muerte al fiscal". Barcelona, Plataforma, 2011.

Gusto por la muerte

16 de octubre de 2011

He vuelto con la novela de P. D. James que había dejado abandonada. Es verdad que sus minuciosas descripciones pueden aburrir hasta a las ovejas pero, por lo menos, tiene muchas referencias al arte y así sus protagonistas viven en casas diseñadas por Sir John Soane (similar a la la de la ilustración) o en talleres del Arts and Crafts (del que el traductor no ha oído hablar, puesto que traduce lo que es nombre de un movimiento artístico) y poseen cuadros y grabados a lo Gainsborough o de Van Dyke (sic).
Pero también me gusta la mala uva que se gasta la autora con los personajes, ese escalpelo implacable con el que diseca las motivaciones y los actos, no sólo de los implicados en los crímenes, sino de los detectives también (narrado así, resulta fascinate el arribismo de la Miskin).
Por cierto que el título (A Taste for Death) literalmente se puede traducir así pero quizá, es una suposición, se refiera al gusto, el placer que la inspectora Miskin experimenta al enfrentarse a los asesinatos y que Dalgliesh le hace ver como algo peligroso. "(...)  a la brigada de homicidios no se agrega nadie que no tenga cierta afición a la muerte. El peligro comienza cuando el placer se convierte en un fin por sí mismo. Entnces es cuando llega la hora de pensar en otro tipo de trabajo" (pág. 285).

P. D. James, "Sabor a muerte". Barcelona, BSA, 2011.



Escribir es resistir

10 de octubre de 2011


“Escribir es resistir”. Así se titula uno de los artículos que Rosa Montero escribió en 2008 y ahora presente en un volumen editado por Alfaguara. Sí, estoy de acuerdo: escribir es, muchas veces, un acto de pura resiliencia, de resistencia aguda, extrema. Escribir es luchar contra numerosas tempestades: la de la indiferencia, que acompaña  a la absoluta libertad de escribir, no es la menor. Indiferencia, desdén, desprecio: una cascada de sentimientos que no sólo afectan a la obra sino al autor porque ambos son una misma cosa. Escribir no es hacer ganchillo o una tarta de queso: es algo que compromete al individuo hasta la hez, lo vacía y lo llena de sentido, simultáneamente, en la acción más extraordinaria que la creación humana puede hacer con un humano. Escribir es resistir. Como vivir, dice Rosa Montero. Sí, querida Rosa, vivir es vencer a la muerte en cada instante y escribir es hacerlo a sabiendas.


Rosa Montero, “El amor de mi vida”. Madrid, Alfaguara, 2011.

No libertina

9 de octubre de 2011

No, Fanny Hill no es una libertina. El personaje de John Cleland no es el prototipo de "libertina". Pues en su origen este término se aplicó a personas que se atrevían a pensar por sí mismas, aunque luego se extendería el conceepto a aquellos que se comportan con entera libertad en su conducta, incluida la conducta sexual, prescindiendo de las normas morales al uso. No, Fanny no es libre de actuar como ella quiera: como muchas jóvenes de su época (el siglo XVIII) carece de medios económicos, de formación y de recursos sociales o intelectuales, de libertad en fin,  para su desenvolvimiento  como un ser autónomo. Si bien es verdad que valora el placer sensual, no es menos cierto que se vale de él más para la propia subsistencia que como una búsquedad placentera en sí misma. Dicho de otro modo: se prostituye porque no tiene otra forma de ganarse la vida. Y cuando, de un modo inesperado, se ve dueña de una más que apreciable fortuna, vuelve sus ojos al amor de su vida y se convierte en una decente matrona, casada y con hijos. No, Fanny no es una libertina. Como mucho, una Cenicienta un poco más desinhibida que la del relato tradicional.

John Cleland, "Fanny Hill". Madrid, Cátedra, 2000.

Dinastías episcopales

5 de octubre de 2011




Leía yo este fin de semana un artículo de Antonio Rodríguez Almodóvar en el que ironizaba sobre la desaparición, en un hipotético futuro, del celibato de los sacerdotes católicos. Y en él se hacía referencia a que, hasta el siglo XI, este celibato no se convierte en una norma de obligado cumplimiento. De hecho, en el siglo IV existen en la península ibérica auténticas dinastías episcopales, es decir, cargos de obispo que pasan de padres a hijos. Ramón Teja las documenta y nos habla de los Valerios de Zaragoza, los Sabinos de Sevilla o del obispo de Astorga, Simposio, que ordena sacerdote a su hijo Dictinio y luego obispo (aún en contra de la sugerencia de Ambrosio de Milán, que recelaba de ese nombramiento, dado que padre e hijo eran seguidores del hereje Prisciliano). Y en unas cartas falsamente atribuidas a San Jerónimo, escritas en un entorno hispano alrededor del año 400 d. C., se halla como destinataria a una tal Marcela, perteneciente a una "familia sacerdotal" e instruida ella misma en la doctrina sacerdotal.

(En la ilustración, retrato en mosaico de Ambrosio de Milán, en la capilla de San Vittore in Ciel d´Oro, contigua a la basílica de San Ambrosio, en la ciudad de Milán).

Antonio Rodríguez Almodóvar, “Tinieblas del pasado”. Revista Escuela, nº 3.916 (1.341), 29 de septiembre de 2011.
Ramón Teja, “Emperadores, obispos, monjes y mujeres protagonistas del cristianismo antiguo”. Madrid, Trotta, 1999.

Un clásico

4 de octubre de 2011



La diferencia entre una obra de consumo y un texto clásico, es decir, un texto con una inequívoca vocación literaria y una notable perdurabilidad, es muy simple. El primero apenas resiste una nueva lectura; el segundo la demanda. Cuando los textos crecen tras su relectura es que estamos ante un clásico, aunque el libro haya sido publicado ayer o hace cuatro meses. Éste es el caso del libro de Francisco Ortiz, un clásico ya de la literatura negra. De la literatura más negra y más valiente también que se hace en este país. 

(En la fotografía, una página de la revista Qué leer en la que aparece recomendado el libro de Francisco Ortiz, al lado del libro de dibujos de Franz Kafka, lo que no es en absoluto mala compañía).

Francisco Ortiz, “Almería 66”. Almería, Instituto de Estudios Almerienses, 2011.

En Nueva York

3 de octubre de 2011




Fechas

11/10/2011 (18:30 h)

Lugar

Instituto Cervantes - Auditorio
211-215 East 49th Street
10017 Nueva York
(ESTADOS UNIDOS)

Hambre de libertad. Memorias de una embajadora republicana

Presentación de libro

Isabel Oyarzábal (Málaga, 1878-México, 1974) destacó en la diplomacia, la lucha feminista y la reivindicación laboral. En 1936 emprendió una extenuante gira de conferencias por Estados Unidos en busca de apoyo para la República, y denunció la insolidaridad internacional, así como la inhibición de las democracias occidentales ante la amenaza del fascismo. Tras la derrota de la República marchó con su familia a México, donde permanecería hasta su muerte. 'Hambre de libertad' recoge la experiencia de estos primeros años de exilio, su más valioso legado. Dicha autobiografía se traduce al castellano setenta años después de su aparición en Nueva York.
Las memorias serán presentadas por la escritora Aurora Luque en compañía de Bibiana Aído, asesora en ONU Mujeres y ex-ministra de Igualdad del gobierno español.

Dentro de

La tertulia. Ciclo de conferencias

Ficha técnica

Título: Hambre de libertad. Memorias de una embajadora republicana
Autor/a/es/as: Isabel Oyarzábal
Editorial: Ultramarina
Título original: I must have Liberty
Editorial de la obra original: Longmans
Traductor/a: Andres Arenas y Enrique Girón

Desnudez


Éste es el cuarto libro que me leo del italiano Giorgio Agamben (dos publicados en Anagrama, otros dos en la editorial Pre-textos). No carece de humor este filósofo: en uno de los ensayos que componen este libro, se dedica a glosar los cuerpos gloriosos. Que, en contra de lo que pudiera sugerir la portada del libro, habla del cuerpo de los beatos que alcancen el cielo, de cómo será allí, en la Gloria, su cuerpo: si tendrán el mismo que cuando murieron o una versión mejorada, si los órganos de la nutrición y la generación tendrán función alguna o por el contrario ni existirán siquiera…Enumera las cualidades que, según los teólogos, tendrían esos cuerpos gloriosos, por supuesto carentes de pasiones desordenadas que “le arrancarían su perfección”. Incluso algunos de estos especialistas en Dios “escandalizados ante la sola idea de que en el Paraíso pueda existir algo que oler, gustar o tocar, excluyen algunos sentidos del estado paradisíaco” (pág.119).
 Sí, posee un gran sentido del humor. Pero yo no sé si Agamben hace filosofía, teología o, simplemente, ironía.


Giorgio Agamben, “Desnudez”. Barcelona, Anagrama, 2011.