He vuelto con la novela de P. D. James que había dejado abandonada. Es verdad que sus minuciosas descripciones pueden aburrir hasta a las ovejas pero, por lo menos, tiene muchas referencias al arte y así sus protagonistas viven en casas diseñadas por Sir John Soane (similar a la la de la ilustración) o en talleres del Arts and Crafts (del que el traductor no ha oído hablar, puesto que traduce lo que es nombre de un movimiento artístico) y poseen cuadros y grabados a lo Gainsborough o de Van Dyke (sic).
Pero también me gusta la mala uva que se gasta la autora con los personajes, ese escalpelo implacable con el que diseca las motivaciones y los actos, no sólo de los implicados en los crímenes, sino de los detectives también (narrado así, resulta fascinate el arribismo de la Miskin).
Por cierto que el título (A Taste for Death) literalmente se puede traducir así pero quizá, es una suposición, se refiera al gusto, el placer que la inspectora Miskin experimenta al enfrentarse a los asesinatos y que Dalgliesh le hace ver como algo peligroso. "(...) a la brigada de homicidios no se agrega nadie que no tenga cierta afición a la muerte. El peligro comienza cuando el placer se convierte en un fin por sí mismo. Entnces es cuando llega la hora de pensar en otro tipo de trabajo" (pág. 285).
P. D. James, "Sabor a muerte". Barcelona, BSA, 2011.
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2 comentarios:
Me acerqué a P.D.James buscando el estilo british que tanto me gustó de Agatha Christie: a rey muerto, rey puesto. Pero lo cierto es que me desencanté por su estilo tan distinto lo que me impidió valorarla como escritora al haber entrado por comparación y ya se sabe que estas son como son. Hace poco pensaba en que debía intentarlo ahora que ya no necesito suplir carencias. Tal vez lo haga.
Interrobang, si quieres volver con PD James, empieza con "Sangre inocente",por ejemplo, más trhiller psicológico pero más corto también que esta novela con sus más de seiscientas páginas.
Un saludo
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