La diferencia entre una obra de
consumo y un texto clásico, es decir, un texto con una inequívoca vocación
literaria y una notable perdurabilidad, es muy simple. El primero apenas
resiste una nueva lectura; el segundo la demanda. Cuando
los textos crecen tras su relectura es que estamos ante un clásico, aunque el
libro haya sido publicado ayer o hace cuatro meses. Éste es el caso del libro
de Francisco Ortiz,
un clásico ya de la literatura negra. De la literatura más negra y más valiente
también que se hace en este país.
(En la fotografía, una página de la revista Qué leer en la que aparece recomendado el libro de Francisco Ortiz, al lado del libro de dibujos de Franz Kafka, lo que no es en absoluto mala compañía).
Francisco Ortiz,
“Almería 66”.
Almería, Instituto de Estudios Almerienses, 2011.
4 comentarios:
Muchas gracias.
Bueno, una va teniendo ya su propio canon.
Doy fe de cuanto dices: leí tres veces seguidas este libro, y en cada una de ellas se me abrían nuevos caminos en los que ni siquiera había reparado anteriormente. Y suscribo plenamente tu referencia a la valentía del autor, una valentía que sólo reconocí, admirado, a partir de la segunda lectura.
Celebro que estemos de acuerdo,
Un saludo.
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