Si algo caracteriza a esta novela es su didactismo. Por supuesto que no deja de ser una novela policíaca: el inspector Chen Cao, del Departamento de Policía de Shangai, deberá resolver el caso de la chica que ha aparecido asesinada y que vestía un quipao de seda roja. Pero la novela está escrita con un -quizá- excesivo afán informativo. A los lectores occidentales, poco avezados en sinología, esta narración nos va aleccionando sobre la reciente historia de China. Una China que ha sufrido una brutal transformación que puede resumir en el consabido eslogan de "un país, dos sistemas" (pág.20). Una China en apariencia acéfala (como la mujer de la ilustración), sin un líder carismático que la dirija, y aparentemente dividida en dos: una China brutalmente capitalista y una China aferrada al dogmatismo de la revolución maoísta. Una China contradictoria: el país de la seda, convertido en la gran fábrica del mundo. Una China que no es manchú más que en una pequeña porción de su territorio, aunque adopte el vestido tradicional de los manchúes como símbolo de la nación...
Al primer asesinato sucede otro: otro cuerpo aparece vestido también con un quipao rojo. El inspector Cheng preferiría hacer un curso de literatura china clásica Aunque ambas tareas, la erudita y la policial, no sean incompatibles. Para ser un investigador competente en la sociedad actual, nos dice (pág, 15), hay que adquirir tantos conocimientos como sea posible. (A ver si le llega la onda a tanto investigador literario como anda suelto por ahí y, de paso, a alguno de sus creadores....).
Nota: como escribo ateniéndome a las normas de la ortografía del español, escribo tanto "quipao" como "Quiu", con "u" después de la "q"; cosa que no respeta la editorial barcelonesa, que deja impresos "qipao" y "Qiu Xialong", práctica ortográfica abominable donde las haya.
Quiu Xialong, "Seda roja". Barcelona, Tusquets, 2010.
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4 comentarios:
Comparto tu opinión sobre el proselitismo político que desprende la novela, aunque también entiendo que sea una de las pocas opciones de denuncia que puedan explorar.
Slds
He leído de esta autor Cuando el rojo es negro. Me gustó pero no me entusiasmó. Me interesó mucho la descripción de la sociedad china pero la trama policíaca la encontré un poco lenta y desigual.
Un abrazo!!
Interrobang: el problema es que no sé si tiene sufiiente calidad; ya comentaré algo más adelante.
(Me alegro de volver a verte por aquí).
Laura: uf, es que buenos con las tramas hay sólo dos o tres...Es dificilísimo.
Que pases unas buenas vacaciones, un abrazo.
Pues qué interesante novela. De China sólo decir que al final parece que se queda con lo peor de los dos sistemas, el capitalismo brutal que explota a los trabajadores (paradoja donde las haya en un país comunista) que, por otro lado, son aplastados por un gobierno de izquierdas dictatorial y férreo.
Saludos!
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