Ayer oí la noticia en la radio mientras estaba en la cocina. Aunque estaba sola, no pude evitar el gesto de levantar las manos, con los puños cerrados, y decir para mí misma: ¡Bien!
Me alegro muchísimo de este reconocimiento: el premio Cervantes no es uno más sino el galardón por excelencia de las letras españolas. Y Caballero Bonald es un escritor total, con un registro estilístico muy variado y una altísima exigencia estética.
En otra entradilla hablaré de su novela "Ágata ojo de gato" y del profundo impacto que me produjo su lectura. Pero también me gustaría hablar del poeta insobornable, un punto altivo, de léxico riquísimo y estructura gozosamente barroca. Creo haberle escuchado alguna vez la afirmación de que no le está permitido escribir mal, algo que puede entenderse como un don o como una fatalidad. En todo caso, sea o no verídica la anécdota, tiene más razón que un santo. Caballero Bonald es incapaz de escribir mal -es decir, sólo sabe escribir excelentemente- y eso tenía que acabar reconociéndose.
Mis congratulaciones.
(En la fotografía, dedicatoria de José Manuel Caballero Bonald en su libro "Somos el tiempo que nos queda" a Herminia Luque).
Congratulaciones
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30 de noviembre de 2012
Publicado por HLO en 8:28
Etiquetas: Caballero Bonald
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