Este fin de semana el meridiano de Greenwich pasa por Málaga; más exactamente por mi domicilio.
Qué mejor cosa que buscar en estos días de enero el calor de unos personajes bien conocidos, Vila y Chamorro. En este su séptima entrega, Lorenzo Silva nos regala sus peripecias profesionales y vitales, mezcladas, como no podía ser de otro modo, de forma inextricable.
La novela no está ambientada en Greenwich, Reino Unido, of course (o qué haría una pareja de la Guardia Civil fuera del territorio español; quizá algo similar a aquellos empeñosos números del cuerpo que gritaron ¡alto a la Guardia Civil en pleno Manhattan y embridaron a un malhechor con esposas de plástico y todo), pero he elegido este hermoso edificio como ilustración, el observatorio de Wren situado en la ciudad que da nombre al meridiano.
(Málaga ciudad, 36º 43´ 13´´ latitud norte; 4º 25´ 11´´ longitud oeste).
Lorenzo Silva, "La marca del meridiano". Barcelona, Planeta, 2012.
La marca del meridiano
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2 de febrero de 2013
Publicado por HLO en 13:21
Etiquetas: Lorenzo Silva
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2 comentarios:
Cierto, hay momentos y situaciones en los sobran todas las palabras. Quizá el marido no estuvo muy acertado, pero el dolor de la pérdida lo podemos considerar como un atenuante.
Un beso.
Bueno, Arcoyflecha, supongo que te refieres al marido de la entrada anterior...Aquí también hay una muerte, esta vez de un marido, un guardia civil que deja una viuda u más cosas por ahí perdidas...
Un abrazo
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