Benjamin Black, es decir John Banville, nos presenta su nueva novela. Una apuesta arriesgada la de tomar un personaje ajeno y darle vida, carne literaria propia...
Aquí es el detective Philip Marlowe, la criatura de Raymond Chandler, la que se encarna de nuevo para ser el protagonista de esta ficción novelesca.
Hay que tener un punto de osadía, un dominio excelente de las artes -y de los trucos literarios también- para salir, no ya indemne, sino triunfante de este atolladero. Pero Black lo consigue. Con la inestimable ayuda de Banville, por supuesto.
Ver reseña completa en:
http://revistacalibre38.wordpress.com/2014/03/18/la-rubia-de-ojos-negros-de-benjamin-black-por-herminia-luque-ortiz/
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