Este fin de semana, 8 y 9 de noviembre, se han celebrado las Terceras Jornadas de Novela Histórica de Granada. Un éxito total. Llenazo de la sala, y las mesas redondas interesantísimas. Muy original el enfoque didáctico de la segunda de las mesas (la novela como recurso para aprender Historia), con Andrés Palma como adalid de esa doble pasión por la enseñanza de las Ciencias Sociales y la literatura histórica. Y los escritores muy amenos todos. No en vano con ellos viajamos de la Irlanda de San Patricio (con Ana Belén Nieto), a la Hispania de Quinto Sertorio (con Gabriel Castelló) o a cientos de sitios con Francisco Narla. Mención especial merecen las palabras de José Soto Chica quien explicó, con una contundencia admirable y una lucidez inmensa, por qué hay que conocer nuestro pasado -su comparación, ene efectto, viró hacia el pasado autobiográfico de una persona, pues sin memoria no hay identidad de la persona.
Mi enhorabuena a los organizadores (Blas Malo, Mario Villén y Carolina Molina) por esta tercera edición de un evento que ha venido para quedarse con nosotros en en esta ciudad de Granada.
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