Otros exilios

17 de junio de 2010



Ayer fue presentado, en el Centro Andaluz de las Letras de Málaga, el poemario de Francisco Ruiz Noguera "Otros exilios". El libro ha sido merecedor del trigésimo Premio Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez y ha sido exquisitamente editado por la diputación onubense (papel verjurado; portada con leve motivo vegetal en relieve y facsímil de la firma de Juan Ramón en sutil rojo).
El acto fue iniciado por Julio Neira, quien señaló algunas de las características de esta obra. A saber: su estructura meditada y coherente, perfectamente trabada;la existencia de una voz consolidada y madura(la voz de un auténtico poeta); la meditación sobre el tiempo que pasa; la reflexión metapoética; y la preocupación por el lenguaje. Un lenguaje inserto en una "tradición de Nueva York", de presencia de esta ciudad en autores que van de Rubén Darío y Juan Ramón, a Lorca, Salinas o José Hierro. Julio Neira resaltó el carácter gratificante de la lectura de este libro, una reflexión sobre el concepto de exilio pero mucho más también. Pues como indicó, a continuación, el profesor Vicente Fernández, el libro se estructura en cinco partes y sólo una de ella recibe el nombre de "Otros exilios". El libro podía haberse titulado también como su tercera parte ("Mirada"); o como la primera, "Sutura". Sutura, como el autor dijo, en referencia al lenguaje que actúa como tal entre el ser humano y el mundo. En el poema homónimo leemos: "Sutura:/lañas/para coser la brecha/ para juntar/-laña de las palabras- verbo y carne...". Y en el poema "Batalla"leemos (con esa interrogación ruiznogueriana, entre irónica y meditativa): "¿Es el lenguaje/-vestidura carnal del pensamiento-/la suma por completo de uno mismo?".
A la riqueza de referencias literarias (préstamos de otros poetas siempre en cursiva)y librescas (la editio princeps de La Celestina), se le une la de las apelaciones artísticas, sean éstas la cabra de Picasso en el MOMA, o el cuadro de las exequias de la reina Maria Luisa de Orleans, recreado en perfecta "Écfrasis barroca" (título del poema). O el maravilloso retrato de Juan de Pareja, pintado por Velázquez (como propedéutica de su fascinante "Inocencio X").
El autor leyó varios de sus poemas, entre ello el delicioso "Diciembre, entonces", y el divertido "La cabra de Picasso". Asimismo "El sueño de la gloria", uno de los tres únicos poemas "sociales" que ha escrito, dice con gracia Ruiz Noguera. Quien apuntó, además, su idea de que las poéticas no deben ser excluyentes; no hay por qué escoger entre autores de distinta factura, por muy diversa que sea ésta. "Hay muchas formas de decir", afirmó el poeta. Y, sin duda, la suya es una de las mejores, decimos nosotros.

Un poemario, en fin, delicioso y perfecto para este inicio de estío. (Pero, por favor, forradlo: su belleza inmaculada no resiste ni un grano de arena).

(La ilustración muestra el cuadro de Sebastián Muñoz, "Exequias de la reina María Luisa de Orleans", de la Hispanic Society de Nueva York -fascinante batiburrillo museístico, según el poeta).

Francisco Ruiz Noguera, "Otros exilios". Huelva, Diputación Provincial, 2010.

Cortafuegos

11 de junio de 2010


En esta novela de Mankell hay, al comienzo, una serie de referencias a otros casos y otrs personajes presentes en otras novelas (su padre -ya fallecido-,Baiba, Rydberg). También está, como en toda la serie de Wallander, el telón histórico de la Suecia de fin de milenio. Una Suecia que muestra con ferocidad el envés de esa sociedad del bienestar. Un modelo de desarrollo social que pretendió ser el más avanzado del mundo y ser tan exportable como sus famosos muebles empaquetados, y que no deja de tener sus lacras. Un Wallander perplejo se pregunta qué pasa en esa sociedad cuando dos adolescentes -una de ellas, menor de edad- asesinan a un taxista; la mayor, de diecinueve años, rubia y frágil, le recuerda a nuestro policía la ilustración del famoso envase de paté de huevas. La hermana de Kalle podría ser; piensa. (Kalle es el muchachito rubio de la ilustración; vamos, como si en España el clon de la niña de las especias "Carmencita" se convirtiera en asesina en serie)...Para eso, supongo, está la literatura: para subvertir los símbolos y emblemas más sobados, para mostrar lo que la túrpida cotidianidad nos oculta. Para crear otro mundo más inteligible que el nuestro.

Henning Mankell, "Cortafuegos". Barcelona, Tusquets, 2004.

Libranda

10 de junio de 2010



Se ha creado por fin en España una plataforma distribuidora de libros digitales: Libranda. Las grandes editoriales (Planeta, Santillana, SM, Roca Editorial….) se han puesto al día y tratan de no perder lo que se supone que será un bocado sabroso del mercado editorial: la venta de contenidos librescos (sean literatura o no) en formatos digitales aptos para e-readers o libros electrónicos. Por ahora, Apple está fuera del acuerdo que permita leer en sus ipods los contenidos distribuidos de esta plataforma, pero parece que pronto habrá acuerdo.
Como empedernida lectora, la ventaja que le veo a la venta de contenidos mediante este sistema es que quizá me alivie el problema de espacio que empiezo a tener en mi casa-biblioteca.
Pero creo que, si no hay una reducción considerable del precio en relación con el libro tradicional (a un tercio, como mínimo), no compensará el displacer de no tener el volumen deseado en las manos. Como ocurre en las relaciones personales, se pueden mantener y alimentar vía electrónica. Pero nada compensa del placer de tocarlas con nuestras manos, y no tenerlas todas en idéntico formato encapsuladas.

Cernuda, años españoles

8 de junio de 2010


Que la biografía es un genéro literario a la altura de cualquiera otro de los canónicos, nos lo demuestra a la perfección esta biografía escrita por Antonio Rivero Taravillo. El autor despliega en ella, no sólo una erudición vastísima y una información perfectamente ordenada, como es de rigor en este tipo de obras, sino también una exigencia estética que abarca todo el texto. No es, por tanto, una mera paráfrasis de la producción cernudiana; ni pretende tampoco sustituir, como afirma el autor, la lectura de los originales del poeta ("Esta biografía no puede ni quiere ser sustituto de la poesía o la prosa de Cernuda", pág.20).
Es en sí un libro extraordinariamente bien escrito (qué bien pone las comas, dios, qué envidia me da), que pone en el adecuado contexto histórico la peripecia vital de este poeta "difícil" ("Profundo, recóndito, difícil: comienzos poéticos" es el título del cuarto capítulo), este "dandi misántropo" (pág. 281), que no se caracterizó por una amable sociabilidad, aunque sus relaciones abarcaran a lo más granado de su generación poética, la del 27, y de la sociedad culta de su época (el diplomático Morla Lynch, por ejemplo).
No deja de incluir Rivero detalles sabrosos de la vida del poeta, si bien lo que prima es una adecuada iluminación de los textos poéticos con los datos biográficos (la declarada homosexualidad del poeta, por ejemplo; o la problemática relación con su ciudad de origen, Sevilla; o las gradaciones de su compromiso político con la República, desde su participación en las Misiones Pedagógicas-pág.243 y ss- o su presencia en el batallón alpino durante la guerra, con su peculiar mono blanco).
Este libro, que mereció el vigésimo Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias, será continuado en una segunda parte, la correspondiente a los años mexicanos de Luis Cernuda. Esperamos tenerla pronto en nuestras manos.

Antonio Rivero Taravillo, "Luis Cernuda. Años españoles (1902-1938)". Barcelona, Tusquets, 2008.

Códice

6 de junio de 2010



El libro que comento no es ninguna novedad. Pero esa ventaja tienen las librerías de instituciones específicas (como la Biblioteca Nacional, donde compré este volumen en marzo pasado), que atesoran libros fuera de los voraces circuitos mercantiles. Y es que cuando he trabajado un tema a fondo,con pasión, no puedo dejar de comprame los libros referidos a él. El siglo IV d. C. es una de mis pasiones, con ese tránsito de formato libresco (del rollo de papiro al códice membranáceo), análogo quizá al que se está produciendo en la actualidad (del libro de papel al formato electrónico).
La tercera parte de este libro está escrita por Guglielmo Cavallo y se titula "Libros y público a fines de la Antigüedad". Trata precisamente de ese cambio operado en el libro. Escribe Cavallo: "En el siglo IV, con la institucionalización de la Iglesia, el códice cristiano (...)se liberó de su condición original de inferioridad definiéndose en todos sus aspectos técnicos" (pág. 134).

(En la ilustración el Codex Sinaíticus, del siglo IV d. C.)

Guglielmo Cavallo, "Libros, editores y público en el Mundo Antiguo. Guía histórica y crítica". Madrid, Alianza, 1995.

Silva de varia lección

4 de junio de 2010



Que el autor se expresa sobre todo en su obra, es un aserto sólo sostenible a medias. El autor (el escritor en este caso) tiene en el lenguaje hablado, en el coloquio con un público real, un canal poderosísimo de expresión donde se concreta su particular modo de ver el mundo y donde su personalidad (la que intuíamos desde las grafías) toma cuerpo.
Lorenzo Silva, ante un auditorio entregado (y mayoritariamente femenino) dio una magistral lección de varias y disímiles cosas; cosas difíciles de conjugar, no tanto en una trayectoria vital, cuanto en una breve exposición oral como era el caso. En primer lugar, mostró una coherencia personal e intelectual en absoluto discordante con su obra literaria. Para él, la novela es un "espacio para la reflexión moral". (Afirmó que le gusta la palabra "moral", si bien no tanto los derivados que a partir de ella surgen). La novela incita a la reflexión moral y dicha reflexión es el eje de su pensamiento, como puso de manifiesto en sus referencias a temas como la actual crisis económica e incluso en anécdotas de su propia andadura literaria.
En segundo lugar, demostró la solidez de su proyecto literario. Iniciado éste en unos momentos (mediada la década de los noventa)en que la novela negra carecía de crédito alguno y resultaba inverosímil, encima, una protagonizada por una pareja de la Guardia Civil. Un proyecto literario personal que no se ciñe a su canónica pareja Bevilacqua-Chamorro, pero que sí encuentra en ella un eje sólido y verosímil (la naturalidad, su habilidad para la construcción de los personajes, es una de las características de la novelística de Silva, dijo Morales Lomas). Pero como Silva apuntó, el ciclo novelesco que protagonizan tiene su propio tiempo, el de los personajes y el suyo, el del escritor, no el de los editores o el mercado. No marcan éstos, por tanto, la producción novelística del autor. Producción que debe atender al difícil equilibrio entre la narración de unos hechos y un ajustado contexto literario (ni nulo, como puede suponerse en un mundo como el del crimen, ni metaliterario, como puede ser el deseo del autor). En "La estrategia del agua", por ejemplo, las referencias librescas son las de Epicteto y Sunzi, cultas y populares a la vez.
En tercer lugar, Lorenzo Silva dio una lección impecable de "savoir faire". Sin adularlo, estuvo atento a su público; contestó con atención y minuciosidad a sus preguntas, y se lo metió en el bolsillo cuando confesó sus orígenes, mitad salmantinos, mitad malagueños.

(Lorenzo Silva habló de su obra en el Centro Andaluz de las Letras de Málaga el 3 de junio pasado; su presentador e interlocutor fue el crítico y novelista Francisco Morales Lomas -autor de obras como "Candiota").

Lorenzo Silva, "La estrategia del agua". Barcelona, Destino, 2010.

Bares de media tarde

1 de junio de 2010



Me pareció verlo, de pasada, en el trayecto desde la Plaza de la Merced hasta el Centro Andaluz de las Letras. En un bar, justo antes de la charla ante un selecto grupo de seguidores, una secta casi (los elegidos, los entregados). Sí, era él; en un bar de media tarde, en la calurosísima tarde de mayo.
Lo presentó Julio César Jiménez, quien hizo una ponderada introducción a la extensa y significativa obra de Juan Madrid.
El escritor comenzó a hablar. Tiene una voz grave, cazallosa, que fue adensándose y adquiriendo matices a medida que explicaba su concepción de la novela, su poética personal, indisolublemente ligada a la realización de su propia obra, su peculiar mundo personal.
La novela, expuso, debe ser "intervencionista"; debe explicar, revelar y "rebelar". Y eso ha estado, según el autor, presente en la novelística desde su orígenes; desde Cervantes, pero sobre todo desde finales del XVIII, y en el XIX cuando la novela se convierte en un auténtico ariete contra el Antiguo Régimen.
Habló Juan Madrid, muy documentadamente, de los orígenes de la novela policíaca; en un contexto decimonónico en el que ya han surgido los aparatos policiales del Estado, pero en el que los protagonistas de esas novelas policíacas (de Arsenio Lupin a Sherlock Holmes) son detectives privados...La burguesía, que teme la criminalidad del proletariado sólo confía en hombres que paga de su bolsillo y desconfía de las instancias judicial y de orden público de los regímenes liberales.
La función de la novela negra es, a juicio del autor, "intervenir" en la realidad, describirla desde un punto de vista que excede a lo que interesa al poder económico y político, al coro modulado de crítica y academia, a la "peste" de corrección política (la expresión es mía pero creo que refleja bien su idea).

(Juan Madrid estuvo en el Centro Andaluz de las Letras de Málaga el 31 de mayo de 2010).

Juan Madrid, "Bares nocturnos". Barcelona, Edebé, 2009.