Ilegibilidad. Quizá sea la principal característica de este libro. La segunda, tal vez, sea inanidad. Si desde mi pasión francófila, mi especialización lectora en el ámbito francés, mi titulación universitaria y mi dedicación profesional, que conceden amplios espacios a la historia francesa, a los orígenes de la contemporaneidad europea en las postrimerías del XVIII y la Revolución Francesa, si desde ello, repito, no puedo con el texto (al parecer una novela o como tal se vende, por lo menos) qué perplejidad podrá sentir un lector ligeramente menos especializado, un poco menos apasionado, un pelín menos conocedor del arte, la literatura, la historia o la lengua francesas.
A la postre, resulta irrleevane si existió el tal pintor Corentin y su famoso cuadro de "Los once" (los once miembros del Comité de Salud Pública a la altura de 1794).
(El libro lleva, a mdo de subtítulo, el siguiente lema: "Gran Premio de Novela de la Academs Francesa". Y ahí lo comprendemos todo: el papanatismo, el complejo de inferioridad que arrastra la cultura española -la literatura sobre todo).
Pierre Michon, "Los once".Barcelona, Anagrama, 2010.
Los once
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23 de diciembre de 2010
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2 comentarios:
Solo decirte que admiró a Francia a la manera de Goya... y que a pesar de unas cuantas decepciones, sigo admirándola.
Dicho ésto, la novela no parece nada atractiva aunque el Comité de Salud Pública lo es, aunque solo sea por las desviaciones que se producen cuando la pureza se instala en la política (sobre todo cuando le acompaña la violencia).
Un abrazo.
Laura: así debe ser: una admiración real pero conservando el espíritu crítico y las manías particulares también.
Un fuerte abrazo y a pasarlo bien en estos días "adocentes".
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