Caballero Bonald en Málaga

24 de mayo de 2013

Ayer fue una tarde absolutamente memorable. José Manuel Caballero Bonald estuvo en Málaga. Como él mismo recordó, ya había estado aquí en otras ocasiones -en el Centro Cultural Generación del 27, en el Centro Andaluz de Las Letras - pero, al estar tan cercana en el tiempo la recepción del premio Cervantes, el evento cobraba una especial relevancia. De hecho, la presentación que hizo Francisco Ruiz Noguera del escritor jerezano se basó en tres momentos fundamentales del discurso pronunciado por éste en Alcalá de Henares el 23 de abril pasado. El primero de ellos, el que hace referencia a que tiene que hacerse merecedor con su trabajo -el propio discurso- de ese reconocimiento magnánimo para compensar "lo mucho que recibo con lo poco que ofrezco", le sirve de excusa a Ruiz Noguera para hablar de la amplitud de su obra literaria -más de setenta títulos- y la variedad de formas que adquiere (poesía, novela, ensayo, críticas y estudios, adaptaciones teatrales, artículos...), signo para otros sólo "de una insistencia" pero en él "modelo de inteligencia creativa y delicia poética". Sobre todo señaló esa maravillosa novela, "Ágata ojo de gato", deslumbrante por su lenguaje y por el efecto de su lectura.
   En otro de los momentos del discurso, Caballero Bonald decía preferir "la retórica a la mesura", lo que dio pie a Ruiz Noguera para hablar del tratamiento de su lenguaje, traído a "primerísimo y magistral plano". Un lenguaje de estirpe gongorima (ese gran desobediente, Góngora), pero influenciado también en sus orígenes -unas primerizas traducciones-  por el simbolismo francés, ese conjunto de poetas que primero se atreve a reivindicar al poeta cordobés.
  El tercero de los momentos -cuando Caballero Bonald habla de la poesía como algo que tiene una capacidad de "indemnización supletoria de una pérdida", una capacidad de reordenar y enaltecer "los extravíos de la memoria" - le sirve a Ruiz Noguera para hacer referencia a un elemento esencial  de la poética bonaldiana: el sentido de la temporalidad. Tiempo que adquiere una dimensión barroca, más acusada si cabe en los últimos libros, en ese "Entreguerras" sobre todo que recoge, en el bucle de sus largos versículos, toda la densidad del tiempo -de todos los posibles pasados, de todos los imprecisos presentes- concentrada en la hermosura de la palabra.
    Un lujo oírlo ahora, dijo Ruiz Noguera, dando paso a la lectura de poemas por el propio autor.  Con su peculiar dicción, no sabemos si caribeño-jerezana o caballerobonaldiana sin más, recitó bellísimos poemas como  "Super flumina Babylonis", "La botella vacía se parece a mi alma", "Guárdate de Leteo", "Meditación en Ada-Kaleh",  "Nocturno con barcos" -que dedicó a Aurora Luque, presente en el auditorio-, "Crónica de Indias"....Y uno de mis favoritos "Biblioteca particular" -poema que termina con el verso Mi error fue abrir un día un libro. Concluyó la lectura con los últimos versículos de "Entreguerras", aquellos que dicen "el monocorde olvido el tiempo el tiempo el tiempo/ mientras musito escribo una vez más la gran pregunta incontestable/ ¿eso que se adivina más allá del último confín es la vida?".
 Magnífica tarde, sin duda, en la que vimos a un Caballero Bonald en plena forma literaria, sin perder un ápice de esa ironía socrática que lo caracteriza, sin perder tampoco ni una pizca de esa elegancia vital de arbiter elegantiarum andaluz que posee. Una suerte haberlo tenido aquí y escuchar sus palabras plenas de sabiduría poética.
 
(En la fotografía, José Manuel Caballero Bonald y Herminia Luque).

José Manuel Caballero Bonald. Ciclo "A cielo abierto. Páginas de literatura universal". Centro Cultural Generación del 27, Dickinson College. Centro Cultural Provincial, c/Ollerías, 34.
Málaga, 23 de mayo de 2013.

José Manuel Caballero Bonal, "Entreguerras". Barcelona, Seix-Barral, 2012.
José Manuel Caballero Bonald, discurso pronunciado en la ceremonia de entrega del Premio Cevantes 2012.


Nota: Entre los asistentes se distribuyó una hermosa plaquette, con impresión y composición de Francisco Cumpián. Es de señalar también el patrocinio de la institución universitaria estadounidense, el Dickinson College, en representación de la cual presidió la mesa la profesora Grace Jarvis, junto a la diputada delegagada de Cultura y Deportes Marina Bravo, y a José Antonio Mesa Toré, director del Centro Cultural Generación del 27.

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