Kinsey Milhone vuelve a las andadas: en la página 101 se come uno de sus típicos bocadillos, esta vez uno repleto de mayonesa, sal y colesterol en forma de huevo.
Aparte de entregarse a estos excesos gastronómicos, sigue con sus trabajitos.
En esta ocasión, nuestra detective tiene que lidiar con una mujer especialemnte conflictiva, Reba Lafferty. Un millonario y filántropo, Nord Lafferty, le encarga que controle a su hia, que sale en libertad vigilada tras pasar veintidóas meses en la cárcel. Es ludópata, ex-drogadicta, ha cometido un importante desfalco y sin embargo no parece tan mala chica.(Claro que, a su lado, Kinsey parece una monja josefina). El asunto parece fácil pero pronto se complicará. Las complicaciones vendrán también de la parte sentimental de la propia Kinsey: Cheney Phillips, un apuesto policía con el que se cruza después de una fracasada "cita a ciegas". Cuando lo contempla, Kinsey dice sentir en su cabeza un "zumbido grave y lejano".
(Otro día le dedicaré una entradilla a los hombres de Kinsey; a sus amores, me refiero, incluido su casero octogenario)
Sue Grafton, "R de rebelde". Baecelona, Tusquets, 2005.
"R" de rebelde.
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26 de junio de 2009
Publicado por HLO en 17:53
Etiquetas: Alfabeto del crimen
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1 comentarios:
Pues vaya perla del Caribe...
Los personajes buenos, ya lo dijo no sé quién, suelen ser aburridos. Incluidos Brunetti y otros. Kinsey no es tan "buenecita".
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