Que la civilización europea es conservadora de eso no cabe la menor duda. Fijémonos, si no, en esos cadáveres tan bien conservados y expuestos en tantas iglesias italianas...En la basílica de San Ambrosio de Milán está nada menos que el mismísimo San Ambrosio, bien acompañado de otros dos santos, Gervasio y Protasio.
Ambrosio de Milán no es una figura literaria comparable a la de Agustín de Hipona (su labor fue más de carácter político e incluso pastoral) pero, en alguna de sus obras, tiene pasajes no desdeñables desde el punto de vista de la calidad literaria. Yo sólo he leído una obra, en una curiosa edición de ultramar que compré...en Santiago de Compostela. Pensaba hacerme con alguna obra más, editada en italiano aunque fuera, pero muchas librerías (como la librería religiosa de la plaza del Duomo) estaban cerradas. Ah, este Milán chiuso per ferie...Menos mal que por lo menos la antigua Mediolanum guarda sus muertos durante el verano al frescor de criptas y capillas.
San Ambrosio, Tratado de las vírgenes. Argentina (sic), Lumen, 1989.
Ambrosio de Milán
Tweetear |
30 de agosto de 2011
Publicado por HLO en 13:32
Etiquetas: siglo IV d. C.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario