Estado del Bienestar

19 de julio de 2012


Me gustaría escribir sobre el bienestar que produce la lectura, la pura lectura por placer. Pero no puedo.
No puedo hacerlo mientras se está desmantelando tan tranquilamente el Estado del Bienestar. Que no es una utopía, sino una realidad que se ha venido construyendo, grosso modo, desde los años cincuenta del pasado siglo.Tras largos años de reivindicaciones y con muchas fatiguitas (eso por si alguno se cree que se nos ha caído de un guindo).
Ese Estado del Bienestar, conseguido en mayor o menor grado por los países occidentales, se basa en un sistema educativo obligatorio y gratuito en sus tramos inferiores, una asistencia sanitaria universal, es decir, que no distingue ricos ni pobres (todos tenemos un derecho a la salud, todos tenemos un cuerpo digno de ser cuidado), y una Seguridad Social que asegure prestaciones en situaciones de especial riesgo o debilidad (desempleo, jubilación, orfandad...etc). Una cuarta pata del taburete del Estado de Bienestar sería la Ayuda a la Dependencia (a las personas que no pueden valerse por sí mismas y a los cuidadores de éstas, generalmente mujeres), muy necesaria en unas sociedades envejecidas como las occidentales. Ésta cuarta pata, insuficientemente desarrollada, se está laminando lo mismo que las anteriores. Me refiero, por supuesto al caso de España, que parece un islote de insolidaridad y retroceso de los derechos humanos (¿acaso los derechos que comprometen la salud, la educación, el trabajo, la dignidad y la supervivencia de los dependientes no lo son?) en el contexto europeo.

La pregunta es.¿Por qué tenemos que aguantar los ciudadanos que se recorten derechos básicos, cotas de bienestar conseguidas con mucho esfuerzo? El fracaso no lo es de unos médicos que curan, de unos bomberos que salvan vidas, de unas personas que cuidan a otras, de unos desempleados que, de la noche a la mañana, son unos indeseados. El fracaso lo es del SISTEMA FINANCIERO, a ver si dejamos esto clarito.

Es una falacia burda y profundamente ofensiva esa de que los españoles hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Lo habrá hecho el señor banquero que daba esos créditos desorbitados a un constructor que se creía entonces el rey Midas y que empleaba a doscientos yesaires pagándoles como a ministros.

La crisis comienza en USA (cuando revientan preclaras corporaciones como Lehman Brothers) y se trasvasa luego a Europa y a España sobre todo, inmersa como estaba en una burbuja inmobiliaria que ya se sabía que explotaría en un momento u otro (como pasó en Japón). Pero todos los agentes políticos y económicos, incluidos los encargados de supervisar la economía como el Banco de España, miraban para otro lado (a sus bolsillos, supongo).
Una modesta profesora de educación secundaria, a la altura del curso 2006-07, enseñaba en sus clases de Geografía de España, cuando tocaba hablar del fenómeno del turismo, recortes de periódico color salmón en los que se hablaba de la feroz especulación inmobiliaria y de cómo el modelo económico era insostenible. Eso en la patria sureña del turismo y de la ocupación más bestial del espacio público y de un bien escaso como es el suelo. Por no hablar de la corrupción política que reventó como una buba infectada en el primer caso de un Ayuntamiento -Marbella- que hubo de ser intervenido por el Estado.

Una burbuja inmobiliaria, justo es recordarlo, que no hubiera sido posible sin la ayuda de los bancos, de un sistema financiero que creía que el nombre de España era Jauja y los españoles unos bobos crédulos que pagarían los platos rotos cuando hubiera que hacerlo. Es decir, ahora, cuando se está dejando al taburete sin patas, al Estado de Bienestar recortado y minimizado. Y a la mayoría de los españoles sumidos en un profundísimo malestar.


4 comentarios:

Arcoyflecha dijo...

Suscribo tus palabras y las aplaudo. Es bueno que un blog literario como el tuyo también tenga una dosis de relidad pura y dura, sobretodo porque lo primero que se reciente en épocas de crisis como esta es la cultura, lamentablemente.
Por cierto, hoy a las 8.30 hay manifestación contra los recortes. Es a nivel nacional ¿Te espero?

HLO dijo...

Arcoyflecha, la literatura surge, se nutre y se desarrolla en unas sociedades concretas. Cómo vamos los escritores a vivir en una nube, al margen de la sociedad.

Jesús Cano Henares dijo...

Muy bien dicho. Hay que mojarse. Por cierto, que de eso estoy tratando en mi novela on line. Espero que la sigas de vez en cuando. De todos modos, creo que pronto podré anunciar que la publico. Ya te contaré. Un saludo, primor.

Francisco Ortiz dijo...

La verdad solo tiene un color. Un abrazo.