Buscando el libro "La memoria de los cuentos" -que no hallé- di con esta edición conmemorativa de los veinticinco años de "Cuentos al amor de la lumbre". Un clásico que debería estar en todas las bibliotecas escolares y leerse en todas las casas (con niños o no, porque no están dirigidos estos cuentos sólo a un público infantil, sino a un público más amplio, como el que antaño se reunía en torno a la lumbre y su calor primigenio). Precisamente ayer disfrutando (¿?) de una fiesta escolar de fin de curso, pensé con tristeza en cómo todo el imaginario de los cuentos, en la actualidad, está pasado por el empobrecedor y falsario filtro de la factoría Disney y adláteres. Y una riquísima tradición popular autóctona está a punto de extinguirse de modo irremediable.
La labor de Antonio Rodríguez Almodóvar es, en este contexto, doblemente meritoria. Por un lado, rescata ese venero riquísimo de narraciones orales, justo antes de la desaparición de esas sociedades rurales en las que han pervivido como relictos de un tiempo ancestral del "bajo Neolítico, la época de formacón de la nueva sociedad agraria, sedentaria, exógama y defensora de los derechos de la propiedad privada y de su transmisión a hjos legítimos" (pág. 30).
Por otro lado, Antonio Rodríguez Almodóvar, un escritor de primerísima fila (no un mero erudito ni un filólogo academicista) fija esas versiones, no sólo expurgándolas de añadidos innecesarios, sino fijando con un lenguaje límpido y bellísimo la esencia narrativa de estos cuentos. No era tarea fácil, porque el acarreador de datos y el creador pueden entorpecerse, máxime en una tarea de este calibre. Pero que Rodríguez Almodóvar sale no sólo indemne sino triunfante de esta ardua y hermosa tarea, nos lo demuestra la pervivencia de este legado y su encanto inmarcesible. Sólo un escritor excelso, pues, podía otorgarle calidad (y calidez) literaria a este magma narrativo. Y aquí lo tenemos, fijado maravillosamente, para disfrutarlo.
Los cuentos se agruoan en veintitrés ciclos, más uno especial que recoge un sólo cuento, el de "Juan el oso". De esos ciclos destacan algunos como el de "Blancaflor", "La princesa y el pastor", "Mujeres difíciles", "Tontos" o "Andanzas y desventuras del lobo".
(En la ilustración, como no he encontrado una "Estrellita de oro", uno de los cuentos que más me emocionan, he puesto esta "estrellita de plata", evidentemente una Reina de las Nieves...)
Antonio Rodríguez Almodóvar, "Cuentos al amor de la lumbre". Madrid, Alianza, 2009. Dos vols.
Cuentos al amor de la lumbre
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19 de junio de 2010
Publicado por HLO en 18:28
Etiquetas: Antonio Rodríguez Almodóvar
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1 comentarios:
Hola,
me he tomado la libertad de enlazar tu entrada sobre voces de Ruidera para documentar un poco mi última entrad, espero que no te importe.
Un cordial saludo.
Juanjo
http://jofz.blogspot.com/
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