Leyendo

30 de abril de 2010



Mi amigo RAR desconfía. No se acaba de creer que pueda leer en medio del alboroto más tremendo. Más aún: no sólo que pueda leer sino enterarme de lo que estoy leyendo. Yo le digo que sí, que no me han contratado para dar al paisaje un toque cultural...
Sospecho que lo mío es una adaptación de mera supervivencia: o mi cerebro se adaptaba a leer en las condiciones más adversas o abdicaba (sí, como un rey de su corona) de un modo definitivo de la lectura...Las neuronas, en fin, han debido hallar las rutas, las sinapsis adecuadas para no perder información ni tampoco abstraer mi conciencia del mundo exterior hasta el punto de poner en riesgo mi propia vida...
Mi amigo RAR es escritor. Algún día -lo sé- nos encontraremos en cualquier caseta de cualquier feria del libro del mundo (como perros de las letras bien amaestrados) y nos saludaremos efusivamente. Cada uno en su caseta de firmas, of course.

(En la ilustración, un precioso óleo del pintor Pablo Gallo).

El cadáver arrepentido



En una finca toledana aparecen los despojos de un hombre en una particular postura: parece un cadáver arrepentido. "Yo creo que este hombre murió pidiendo perdón -musitó el maesto de obras.
-No-objetó Marcos sin acabar de salir de su estupor-, yo no diría que murió pidiendo perdón. Yo diría -precisó- que lo enterraron pidiendo perdón". (pág. 64).
La historia ha de retrotraerse a los inicios de la Primera Guerra Mundial y a los avatares de una mujer, Helénè Giraud. Ahora su nieta Amelia (amiga de Mariana) va a contraer matrimonio por segunda vez. Y familia y amistades se reunen en la finca donde se ha realizado el macabro descubrimiento.
Mariana es juez en una importante villa cántabra. Aquí no actuará en razón de su oficio. Pero la perspicacia y la tozudez que la han llevado a ese oficio sí van a tener que ponerse en marcha para resolver ese enigma.

(Ya sé que a los grandes autores se les perdonan ciertas manías ¿pero por qué le ha dado a Guebenzu por escribir los nombres de los meses con mayúscula? Así Junio y Septiembre, por ejemplo, adquieren una rimbombancia por completo injustificada).

J. M. Guelbenzu, "El cadáver arrepentido". Madrid, Alfaguara, 2006.

En un abrir y cerrar de ojos

28 de abril de 2010



Valdés Leal, In ictu oculi. Hacia 1671. Iglesia del Hospital de la Santa Caridad, Sevilla.

" (...) aparece la muerte, que ha llegado de forma súbita, llevando bajo su brazo izquierdo un ataúd junto con una guadaña y una mortaja. Con su mano derecha apaga bruscamente la llama de una vela, sobre la cual aparece la inscripción latina que da nombre al cuadro y que pertenece a la primera epístola de San Pablo a los Corintios en su capítulo 15 versículo 52. La advertencia escrita de que la muerte llega en un abrir y cerrar de ojos, es decir, en un instante, extinguiendo la vida humana inesperadamente, se refuerza en la pintura con la presencia de numerosos atributos que aluden a la vanidad de todas las glorias y placeres que el hombre puede disfrutar en sus existencia y que ha de abandonar cuando le llega el instante final. (...) El poder que emana de la púrpura civil o eclesiástica es especialmente señalado (....)En la parte inferior aparecen otros símbolos de la gloria de las armas o de las letras y las ciencias. Allí figuran una armadura, una espada, un bastón de mando, otras lujosas telas y varios libros..."

Enrique Valdivieso, "Valdés Leal". Catálogo de la exposición del Museo de Bellas Artes de Sevilla, 1991.

H de homicidio

26 de abril de 2010



Vera Lipton -la única persona a la que Kinsey llamaría "amiga"- se casa. Le dice a Kinsey que le ayudará en las compras: teme, y con razón, que se ponga su uni-vestido funcional y negro que tiene hace ya...seis años. Y que, según Vera, huele a ciénaga.
Pero no por estas cosillas anda revuelta La Fidelidad de California, la empresa para la que trabaja nuestra detective: hay además, nuevo jefe, un tal Gordon Titus. "En un mundo gobernado por Ágatha Christe, Gordon Titus habría acabado en el suelo de la sala de juntas con una aguja de hacer ganchillo (sic) clavada en el corazón" (pág. 21). Pero no es Titus quien aparece muerto, sino Parnell Perkins, un gestor de reclamaciones. El asunto no es competencia de Kinsey: de eso se encarga la policía (el teniente Dolan al frente). Ella se encargará de asuntos más prosaicos. Como desenmascarar a una estafadora de poca monta, Bibianna Díaz. Una encantadora criatura que parece que lleva los problemas cosidos al borde de su minifalda...

Sue Grafton, "H de homicidio". Barcelona, Tusquets, 1993.

Librerías

25 de abril de 2010



Dicen que Málaga es la última de las provincias de España en número de librerías por habitante. Lo he leído a propósito del cierre de una de sus librerías tradicionales, en de la plaza de la Constitución (la antigua Plaza Mayor de la ciudad), la librería Cervantes.
En fin, no puedo dejar de sentir remordimientos, aunque una hace lo que puede: comprar libros sin tasa ni medida.
No tengo cifras concretas pero sospecho que el comercio librero creció cuando me trasladé a esta provincia. Lo que sí sé a ciencia cierta -y observo con tristeza cada vez que paso cerca el antiguo local, vacío aún, exhausto después de tantos años de comercio febril- es que al poco tiempo de abandonar yo Granada, cerró una de sus librerías más importantes. Aquélla en la que había comprado casi todos mis libros, prácticamente desde el mismo momento en que fui consciente de que estaba creando mi propia biblioteca.

(En la ilustración, la bellísima librería de Oporto Lello & Irmao, con su estética modernista y su escalera sexuada).

Matrimonio

24 de abril de 2010


Por supuesto me acabé ayer la novela de Rendell. Y eso que al principio me invadió cierto fastidio y estuve a punto de dejarla. Pero sí, hay que reconocerle a la autora un espléndido manejo de los materiales narrativos, si bien cierta prolijidad descriptiva, cierto afán de exhaustividad sí que puede achacársele.
Lo que resulta sorprendente (por su carácter en cierto modo arcaico, poco moderno, victoriano) es la importancia que el matrimonio cumple en la arquitectura narrativa. No es un elemento puntual, sino que tiene una función básica en la estructura de la narración. Y ello a través de varios personajes, con sus variantes de amor- pasión, amor-contrato interesado...etcétera.
No es, pues, casual, la referencia a la novela de Thomas Hardy "Tess la de los Urbeville", en la que el matrimonio es también el nodo fundamental de la trama narrativa.

Ruth Rendell, "El agua está espléndida". Barcelona, Urano, 2010.

Thomas Hardy, "Tess la de los Urbeville". Madrid, Alianza, 1999 (1891).

Día del libro

23 de abril de 2010


Para mí éste no es un día especial. Todos los días son para mí día del libro y la lectura. Tan sólo he dejado de leer en circunstancias verdaderamente graves o dramáticas de mi vida. Y en lugares vedados para la lectura (por ejemplo, es muy difícil leer en un quirófano o en un tanatorio). Los automóviles ya me son antipáticos porque es muy difícil leer en ellos (el tren y el avión son mucho más agradecidos). En los cafés sí se puede leer, no tanto ya escribir (aunque sí lo hacían escritores como Sartre o José Hierro), sobre todo abrir el libro recién comprado y leer con unción las primeras líneas...En el cine es imposible leer; quizá por eso no me guste demasiado el cine. En las piscinas, sólo en sus bordes y si no hay muchos niños ni mucha crema pegajosa en las manos, se puede por lo menos leer algo. En las librería no sólo se puede, se debe leer; sobre todo para no llevarte lo que que no deseas.
Aunque hay un lugar en el que me parece detestable leer. Sólo uno. Sí, querido lector, ése. Sólo ése.