Día del libro

23 de abril de 2010


Para mí éste no es un día especial. Todos los días son para mí día del libro y la lectura. Tan sólo he dejado de leer en circunstancias verdaderamente graves o dramáticas de mi vida. Y en lugares vedados para la lectura (por ejemplo, es muy difícil leer en un quirófano o en un tanatorio). Los automóviles ya me son antipáticos porque es muy difícil leer en ellos (el tren y el avión son mucho más agradecidos). En los cafés sí se puede leer, no tanto ya escribir (aunque sí lo hacían escritores como Sartre o José Hierro), sobre todo abrir el libro recién comprado y leer con unción las primeras líneas...En el cine es imposible leer; quizá por eso no me guste demasiado el cine. En las piscinas, sólo en sus bordes y si no hay muchos niños ni mucha crema pegajosa en las manos, se puede por lo menos leer algo. En las librería no sólo se puede, se debe leer; sobre todo para no llevarte lo que que no deseas.
Aunque hay un lugar en el que me parece detestable leer. Sólo uno. Sí, querido lector, ése. Sólo ése.

2 comentarios:

NC dijo...

Yo tampoco leo en el váter. Me gusta leer en mi cocina comedor, al lado de mi portátil y de la cafetera.

HLO dijo...

Es que, más que nada, es una porquería. Yo no podría tener, como Bennet, mi cuarto de baño tapizado de estanterías con libros.